Hoseok lo sabía. Todos esos malditos pensamientos que estaba comenzando a tener no estaban bien, no estaban para nada bien. Pero por alguna razón, no podía detenerlos, y ya era demasiado tarde. Sus propios sentimientos comenzaban a hacerse total dueños de él.
Y no es que era una mala cosa.
Bueno, lo era. Y mucho. Pero todo comenzó el día en que Park Jimin le miró de una forma diferente (¿lo había hecho él?) y sintió que algo desconocido se revolvía en su estómago, mientras una sensación de calidez le envolvía por completo. Y ese algo era algo que él no fue capaz de entender al principio. Y porque normalmente él habría pensado que solo había sido un momento extraño que debía ser dejado atrás y seguir adelante, no le tomó importancia. Pero debió, porque después de eso, no solo fue Park Jimin quién le miró así (de manera diferente), él también lo hizo. Y aunque luego tenía que golpearse la cabeza contra la pared más cercana mientras los demás chicos no veían y dijera todas las malas palabras que él conocía en su mente, se prometía no volver a hacerlo. Y era entonces cuando respiraba y dejaba salir una sonrisa, que susurraba que en realidad nada estaba bien y que él no comenzaba a tener pensamientos extraños que lo asociaban junto a su compañero de banda. No, no. Lo cierto era que aquello ocurrió varias veces, y Hoseok se encontraba tan avergonzado por ello que se negaba a pensar en cualquier cosa.
Quiero decir, ¿eran solo unos tontos sentimientos, no? Podía controlarlos.
Recordaba la primera vez. Entonces, no estaba muy seguro de haber palmado aquel sentimiento tanto como ahora. Porque jamás existió la posibilidad, y porque era tan extraño que le causaba cosquillas en el pecho de solo pensarlo.
Estúpidas emociones.
Con dos papeles absorbentes en la mano, Hoseok sacudió la cabeza y se pegó uno de los papeles debajo de los mechones de pelo regados por su frente. El otro lo usó para limpiarse un poco el cuello y el sudor de las manos. Se llevó la botella de agua a los labios y bebió un trago largo. Estaba exhausto, pero incluso así, debía seguir con las prácticas de baile y rutinas diarias que compartía con su grupo todos los días. Y más últimamente, que estaban cerca de completar un comeback; las rutinas se volvían más duras y el tiempo más corto, y pronto no tendrían nada tiempo para descansar tan bien como lo estaban haciendo ahora. Con los quince minutos de descanso que su coreógrafo Sungdeuk les dio, se tiró al suelo, con las extremidades abiertas y cerró los ojos.
Tan pronto como su coreógrafo dejó la sala, esta se llenó de quejidos y exclamaciones de cansancio. El primer grito provino de Taehyung, quien lanzó los zapatos al aire y se dejó arrastrar hasta el suelo en la pared más cercana.
—¿Qué hora es? —gimoteó, moviendo los brazos.
Jungkook se arrastró junto a él y mientras miraba la pantalla de su celular, se echó a reír.
—Son apenas las 15:00.
—Joder, dos horas más —exclamó, lanzando más quejidos.
Las cejas del maknae se fruncieron, y dijo:
—Hyung, no digas groserías.
En la otra esquina del salón, se encontraba Yoongi junto a Namjoon y Seokjin. El primer nombrado estaba tan pálido como una hoja de papel y con el sudor pegándole el pelo en la frente, esparramado en el suelo en casi estado de coma. Parecía que apenas respiraba.
—Hace horas que estamos aquí —Se quejó este, sin molestarse en abrir los ojos para hablar—. ¿Cuándo podemos ir a casa? Quiero descansar.
Seokjin dejó escapar una risa nasal y se apoyó en el espejo a su espalda.
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mind feels | hopemin
Fanfiction―Creo que nunca me había sentido así. ―¿Así cómo? ―Cómodo. Como en casa. ㅡ jung hoseok x park jimin. ㅡ three shot. ㅡ prohibida la copia o distribución de esta otra sin autorización del autor. todos los derechos reservados.