Capitulo 1. Recuerdos.

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Inició como una simple tormenta de arena, siendo solo unos niños asustados, nuestra madre frente a nosotros tratando de calmar mis lágrimas y mi hermano escuchando su voz, por última vez.

-Thomas, Thomas cuida a tu hermana ¿sí? Todo estará bien, aquí estarán a salvo-

Unos hombres nos tomaron en brazos, otros sujetaron a nuestra madre sacándola de donde estaban muchos adultos, no evitamos llorar del miedo. Un tren repleto de guardias, con trajes y armas extraños, pero por si fuera poco también habían muchos niños mirándonos.

-Descuida Thomas, todo va a estar bien-

Decía aquella mujer con bata blanca y cabello arreglado, miraba solo a mi hermano yo miraba por la ventana la tormenta de arena y solo fue lo único que llego a recordar de mi niñez. Destrucción.

Los años junto con estas personas, después de la terrible noticia de una enfermedad fuera de aquella área. Experimentando, creando y lastimando a personas.

Frente a unos extraños ordenadores, frente a mí estaba Thomas y a su lado se encontraba esa chica que fue como su plan B, Teresa.

-Thomas, tenemos que salvarlos-

Los chicos en los contenedores con agua, sufriendo. Sabía que algo no andaba bien pero esa gente solo se encargaba de lavarle el cerebro a mi hermano hasta que un nuevo proyecto se inició...

Mandar a esos chicos a un extraño lugar, a un lugar el cual no se puede llamar casa, un experimento para ellos una tortura para los chicos. Sus memorias fueron borradas, su vida pasada, sus mejores momentos, su familia...ya no recordaban.

Laberintos... chicas y chicos, grupos A y B, sobreviviendo día tras día, noche tras noche. Las provisiones, los alimentos que les mandaban esa gente por una caja metálica y cada mes...un nuevo habitante. Creyendo que lo peor de no recordar nada era suficiente, solo para conseguir la cura...decidieron crear a criaturas que podrían ser sacados de un simple y tonto cuento de Hadas.

Los habitantes, los primeros lucharon contra esas criaturas a las cuales les llamaron... Penitentes. Criaturas con cuerpo viscoso y las patas robóticas, un rostro sin forma y muy malvados controlados por esa gente de nuevo.

Años pasaron, teníamos una edad suficiente para saber qué era lo que estábamos haciendo y que debíamos hacer ante cierta situación. Volviendo a meter a chicos inocentes al laberinto, borrando sus memorias y tener que pasar el tiempo que esa gente se asigna a sí misma. Aterrando a los habitantes.

Yo ya no quería seguir viendo sufrir a más de ellos, en un contenedor donde metían a los chicos había uno que me llamó la atención llevaba un casco de oxígeno en su boca, su cabello flotando y dormido tranquilamente pero...no en un bonito lugar. Era un chico lindo y aunque nos lavaran el cerebro diciéndonos que tal cosa estaba mal, para mí no lo era porque yo seguía siendo una chica que seguía teniendo conocimiento del mundo exterior.

Sabía lo que era una familia, lo que era diversión, lo que era...amor. Pero ellos lo negaban, diciéndonos que eso ya no existía en el mundo que solo existía la destrucción natural y solo tener fe en encontrar la cura. Fueron viles mentiras.

Durante nuestro "trabajo" en los ordenadores, quise buscar gente que aún viviera en las afueras de donde yo me encontraba por ejemplo. Encontrándolos mandé direcciones y coordenadas, confiando en ellos porque siempre debe de haber un lado bueno y un lado malo que quiere parecer bueno siempre.

Así es, esas simples palabras describían perfectamente a esta gente. De nada les servía experimentar con inocentes, matándolos solo por haber fallado sin tener resultado con la cura...

Maze Of Games | Newt | Temporada 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora