El rojo de North City

II

El sol se levanto como cualquier otra mañana, el cantar de los pájaros se podía escuchar desde la ventana de la habitación de Glen, el se levantaba al amanecer, tomaba una ducha y un ligero desayuno, luego iba a la habitación de su madre para asegurarse de que tomara su medicamento, ella era una mujer muy necia, de edad avanzada que no creía en los medicamentos prescritos y prefería tomar hierbas o cualquier otro remedio que escuchara en la televisión o apareciera en alguna de sus revistas de bolsillo, aun así Glen se encargaba de que cumpliera con rigor lo que el médico le había señalado, luego de esto le preparaba un desayuno especial, algo asi como el que pudiera ser el desayuno preferido por cualquiera, y después de asegurarse que lo terminara iba a su estudio a seguir con el trabajo, a las 10 en punto salía con su madre en uno de sus cotidianos paseos por el parque central donde la gente se admiraba de ver a un candidato a gobernador pasear con su madre del brazo como otra persona mas de North City, recordemos que en esta ciudad (como en muchas otras) la gente solia idolatrar a la gente "famosa", su madre y el daban una vuelta al parque, deteniéndose, como cada mañana, frente a la torre principal de la catedral, construida con una especie de piedra caliza que se alzaba a lo alto del parque señalando siempre en su gran reloj la hora exacta, ambos admiraban su belleza por unos minutos y volvían a su paseo que por lo regular no duraba más de dos horas para luego volver a su estudio por cuatro horas más, comer con su madre siempre a las 4 en punto, hablar sobre algún programa de televisión que hubieran visto la noche anterior, o su madre le contaba las noticias (a pesar de que él estuviera mas enterado que ella) después regresaba a su estudio una vez más para terminar su trabajo exactamente a las 8, hora en que cenaba junto con su madre y luego veían algún capitulo mas de esa serie policiaca que tanto agradaba a la gente, donde dos hombres resuelven los crímenes de una manera absurda y sin sentido, esto le parecía muy irónico a Glen, pues el elaborar un crimen, pensaba él, debía ser un trabajo muy arduo, planear un secuestro, por ejemplo, constituía tomar horas y horas de estudio e investigación de la víctima, momentos clave y sitios donde se pudiera perpetuar el crimen, era un trabajo demasiado complicado, luego vendrían dos detectives con pinta de payasos y lo resolverían en un abrir y cerrar de ojos con la pista más simple, esto era algo que Glen jamás podría comprender, aun así le resultaba muy grato pasar tiempo con su madre, así que solo se dedicaba a disfrutar la serie y no pensar tanto en el porqué. Luego de un arduo y cotidiano día los dos iban a dormir, entre 10 y 11 de la noche, nunca había una hora exacta para Glen pero siempre se aseguraba de que su madre no durmiera muy tarde, el la cuidaba por sobre todas las cosas, era su única familia y la única persona con la que le era agradable compartir su día a día, jamás la dejaría sola pues sabía que ella no lo haria, aun si un día él se fuera sabría que siempre estaría ahí para él, después de todo madre y padre solo se tienen una vez, y el ya habia perdido a su padre mucho tiempo atrás, piloto de guerra se había embarcado en una misión de reconocimiento en la cual los aliados fueron traicionados y todo termino con la caída del equipo de su padre, todo su escuadrón cayo, jamás hubo un cuerpo que regresar, esta noticia afecto terriblemente al pequeño Glen con tan solo 10 años, sin embargo su madre fue la más afectada, se sumió en una gran depresión y a causa de ello se volvió adicta al alcohol, no había momento del día en que no estuviera bebiendo, todo esto con los años le resulto en un gran problema en los riñones y el hígado, por lo cual debía usar medicamento todos los días, poco a poco su cuerpo se iba debilitando hasta el punto de usar un bastón y, aunque podía moverse, temblaba un poco al andar, los doctores le diagnosticaron cáncer tres veces, pero siempre fue una mujer fuerte y lo venció, sin embargo los años tomaban la cuenta de todas sus acciones y lentamente su cuerpo se debilitaba mas y mas.

Glen por su parte tomo la muerte de su padre como un impulso para superarse, el dinero nunca fue problema pues es bien sabdio que la familia de quien habia  dedicado su vida a proteger el pais recibían un apoyo de por vida, decidió convertirse en político y ayudar los demás desde la parte más alta del poder, así que después de haber estudiado en la universidad de North City y graduarse con honores en materia de política, se unio a las filas del partido rojo, pues este era el partido al que su padre le tenía tanta fe, y así después de unos años y con el soporte de los miembros del partido decidió lanzar su postulación para gobernador, un arduo trabajo, mas aun así "es más sencillo ser politico que planear un delito" como solía decirse a sí mismo. Desde el momento de su postulación todos los días comenzaron a ser igual para Glen, cuidar a su madre y trabajar en su estudio, algunas veces salía pues debía dar discursos o reunirse con el equipo en el edificio del partido, el cual no estaba lejos de su casa, sin embargo estas salidas no duraban mucho, hasta que llego el día de la gran conferencia, seria realizada como cada temporada en el parque central de la ciudad, esta sería la última vez dentro de la campaña en la cual los candidatos podrían hablar directamente con los ciudadanos y decir todas sus ideas y propuestas, sabían que después de esto vendría una temporada de ir y venir, de oficinas a tope de gente, de preguntas de medios de prensa y de debates cara a cara donde debían utilizar todas las artimañas posibles para atacar el punto de vista del opositor, esta se había convertido ya en una tradición implícita dentro del ámbito político, atacar al oponente, podría decirse que ese fuera el eslogan de todas las elecciónes.

El día de la conferencia Glen se levanto más temprano de lo usual, pues debía tener todo listo antes de salir en su ya usual paseo "no me hice político para olvidar a mi madre, esos paseos son especiales para ambos" pensaba Glen, luego de su rutina antes de salir decidió tomarse un tiempo y escribir una carta a su rival Oliver, candidato por el partido azul, donde le aseguraba que ganase quien ganase trabajarían juntos para ayudar a la ciudad a salir adelante, le agradecía y le deseaba suerte, aun si sonaba descabellado al ser su propio rival, le escribió unas cuantas palabras de aliento, que aun si sonaban vacías dentro de él sentía que debía hacerlo, solo esperaba que Oliver lo tomara de buena manera. Después de escribir esta carta decidió que el momento más adecuado para enviarla seria al terminar el evento, pues no quería que se malinterpretara como si se echara el triunfo a la bolsa, así que la dejo en la mesa del comedor, salió junto con su madre y dieron su usual vuelta al parque, vieron como la gente se amontonaba para tomar el mejor lugar posible cerca de los escenarios, se habían colocado dos escenarios, cada uno en un extremo del parque, se estaba colocando las banderas azules y rojas que representaban a los partidos de cada uno, algunos de los asistentes se acercaban a Glen para saludarlo y desearle suerte, también saludaban a su madre y ella solo agradecía, "nunca me ha gustado la vida de famoso" decía ella, luego de pasar por el cumulo de gente las campanas de la catedral sonaron doce veces recordando a Glen la hora.

- Son las 12, nos hemos entretenido debido a la multitud madre -dijo Glen
- Te habrás entretenido tu -respondió ella en tono indiferente- yo no tengo que hacer ningún circo ni hablar sandeces frente a un montón de desconocidos.
- Es la vida que decidí llevar -se justifico Glen
- Nunca me ha gustado la vida de famoso -repitió su madre
- Lo sé, pudiste ser una gran actriz si lo hubieras deseado
- ¡Actriz! -le respondió con tono sarcástico- ni loca, ve a casa, creo que daré una vuelta más, te estaré observando por aquí.
- Gracias madre, estaré de vuelta en cuanto toda esta locura termine - le dio un beso en la mejilla y se despidió de ella, fue directamente a casa a buscar el traje más elegante que tuviera, decidió darse una nueva ducha y comer un poco por los nervios, se aseguro que la mesa del comedor estuviera limpia, así era, y se dedico a comer un emparedado de mermelada, hizo una llamada a la oficina del partido para asegurarse de que lo recogieran a tiempo y así fue, un hermoso automóvil color negro lo esperaba frente a su hogar, aun así no podía evitar esa sensación de que algo le faltaba, ignoro ese sentir y salió de casa, lo llevaron hacia el parque y comenzaron, mencionar cada detalle de la conferencia seria irrelevante, hubo algún argumento positivo y alguno negativo, tal como todas las reuniones y debates de candidatos políticos.

La conferencia se prolongo tanto como la tarde, el sol se recostaba sobre el horizonte cuando esta termino, las campanas de la iglesia sonaron seis veces anunciando la hora, al regresar a casa Glen se dispuso a disfrutar de una noche tranquila con su madre, sentía que todo había ido bien en la reunión de la tarde, ella le hacia comentarios sobre lo malo que era para hablar en público mientras veían ese programa de detectives, fue entonces que el teléfono sonó, no se molesto en atender pues hacia unos días le habían jugado bromas al teléfono, en ese momento Glen recordó que algo andaba mal, el teléfono seguía sonando, el sentia que algo faltaba pero aun con todo su esfuerzo no lograba recordarlo, el teléfono sonó por tercera vez y Glen decidió contestar. Mi aparicion no tardaria mucho tiempo despues de eso