Se despertó aquella mañana, muchísimo más temprano de lo usual. Hizo su primera visita al baño y encontró que aquel día lucía especialmente apuesto con su pijama de dinosaurios verdes, sin duda era gracias a la mascarilla de lodo que se había puesto el viernes en el jardín de la escuela junto con Jason.
Se había preparado toda la semana para el gran día y finalmente la fecha había llegado. Richard desayunó un enorme tazón de cereal, tuvo que servírselo solo porque Alfred estaba ultimando los detalles del traje que usaría aquel día. Le causó gracia recordar la cara que había puesto Alfie cuando Bruce le había pedido que caminará a su lado por el pasillo de la iglesia. Al pobre hombre le habían ganado las lágrimas.
Alfred no era el único que había llorado, Barry también lloraba mucho. Dick no comprendía por qué lloraban si todos estaban felices. El más feliz de todos era su papá, al menos su papá no lloraba.
Al terminar su cereal bajó de un salto del taburete alto donde estaba sentado. Aprovechó el camino al cuarto de su padre para practicar la forma en que avanzaría por el pasillo con los anillos. La verdad era que ya había practicado toda la semana y cada vez le salía mejor, todo lo que tenía que hacer era imaginar que era un robot.
Al llegar frente a la puerta de su padre, pegó la oreja a la madera para escuchar. No se oía ningún sonido en el interior, extrañado, abrió con cuidado.
- ¿Papá?
La cama estaba vacía, pero no le costó demasiado vislumbrar a su padre entre la semioscuridad del cuarto. Bruce estaba de pie frente a un perchero, parecía llevar horas contemplando aquel traje de tres piezas negro. La costura estaba hecha a mano, Dick nunca había visto un traje tan elegante y eso que su papá usaba un montón de trajes elegantes.
A pesar de haberlo llamado, el adulto no pareció notar su presencia así que se acercó- Papá -Volvió a llamarlo mientras llegaba a su lado y se tomaba de su mano.
Finalmente el contacto pareció arrancar a Bruce de sus pensamientos.
-Richard, ¿qué ocurre? ¿Por qué estás descalzo hijo?
- Tú también estás descalzo -Dick puso su pequeño pie sobre el de su padre y luego lo retiró y sonrió. De forma abrupta se colocó frente al adulto y lo abrazó con toda la fuerza que podía, pegó la cara a su vientre y luego lo miró, hacía arriba- Papá tú eres mi persona favorita en todo el mundo.
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Esgrima y Fútbol
Fiksi PenggemarBruce Wayne, empresario millonario y exitoso, nunca ha podido olvidar a su novio de la universidad. Un jugador de fútbol americano con la sonrisa más encantadora del mundo.