Un nuevo amigo en el club

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Había salido de clases. Fue otro día ajetreado, el cálculo no era tan sencillo como pensé. Lo bueno era que no tenia actividades esa tarde, así que podía descansar. Tomé una siesta, pero desperté cerca de las 7, ya que me llegaron varias notificaciones. Tiffany, una amiga mía, me había invitado a una fiesta. Alegremente acepté, y fui a prepararme.
Al cabo de unos 30 minutos estaba lista como para ir a la fiesta. Tiffany no pudo llevarme, así que decidí llamar a un taxi, que me llevó hasta el club. Me senté con Tiffany, que como era costumbre, ya tenía otro novio de la semana. Conversamos por unos minutos, y fuimos a la pista de baile.
Mientras bailaba, un chico tropezó conmigo. Le ayudé a levantarse, y cuando se recompuso me ofreció unas bebidas. Acepté, y fuimos a sentarnos en una de las mesas. Conversamos por largo rato; él me dijo que se llamaba Josh y le dije que me llamaba Abby.
Tiffany, con lágrimas en los ojos, se nos unió. Su novio la había dejado, cosa que no me sorprendió. Intentó coquetear con algunas otras personas del club, pero no tuvo éxito. Fuimos a bailar y bebimos bastante.
Cerca de las 4, decidí que era hora de volver a mi apartamento. Josh se ofreció a llevarme, le dije que sí y me llevo hasta el edificio. Aprovechando la situación, decidí preguntarle donde vivía. Me dijo que vivía en el mismo edificio, unos cuantos pisos más abajo.
Ese fin de semana lo pasé estudiando y conversando con mi nuevo amigo, mucho más de lo segundo. El resto de la semana hice lo típico, ir a estudiar y trabajar en la cafetería. El jueves, sin embargo, apareció una pequeña nota frente a mi puerta. Era de Josh, que me había invitado a un restaurante elegante el sábado. Lo pensé por algunas horas, y acepté. Le dejé una nota frente a su apartamento, donde le dije que sí. Ahora solo quedaba prepararme para la cita el sábado.

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