Capitulo 17

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NARRA CAMILA

-Es increíble como esta mujer puede encender cada parte de mi cuerpo, sin contar lo incomoda que me siento sentada en el asiento de auto sintiendo una cascada en mi feminidad, estas me las debe de pagar, ¿¡es decir cómo se atreve a dejar a Camila Cabello excitada!? ¡Es pecado capital! -

¿En qué piensas amor? Estas pensativa desde que salimos de la cabaña -se mordió su labio inferior seductoramente, sabe exactamente lo que me está pasando y está jugando sucio, muy sucio conmigo-

Cállate Jauregui, me tienes resentida -me hice la ofendida desde el momento que decidió hablar, nadie juega de esa forma conmigo, sé que no tengo tanta experiencia en el sexo pero eso no le da derecho de burlarse de esa manera de mi-

Vamos Camz, no es para que te enojes, sabes cómo son nuestros padres y teníamos que estar temprano haya, ya sabes antes de la cena, y tu madre es sobreprotectora y es algo del que aún no me quiero enfrentar, ¿has visto como me ve a veces? Solo a veces pienso que me odia -me hacia la enojada e ignorar cada palabra que salía de su boca, pero mis intentos de hacerme la enojada salió mal desde el momento que empezó a acariciar mi pierna de arriba hacia abajo e iba subiendo el vestido que me compro antes de irnos a la cabaña, era el colmo, mi centro empezó a palpitar como loco mientras sentía desfallecer, cada roce de su piel en mi pierna hacia que mojara más, como que si tuviese una clase de poder o efecto en mi... Justo en el momento indicado estaba el semáforo en rojo y tuvo que estacionar, y para mi suerte la calle se encontraba completamente sola ya que todos empiezan a salir de sus trabajos a las seis... Desabroche mi cinturón y me senté a ahorcajadas sobre ella, empecé a rozar mi centro ya húmedo y sensible sobre su pantalón de cuero-

A... Amor, estamos en una vía publica, no podemos hacer esto acá -murmuro contra mi cuello mientras sus manos vagaban por mi trasero y lo apretaba muy fuerte que solo ocasionaba que me excitara aún más, en realidad no quiero parecer una loca obsesionada por el sexo pero mierda, esta mujer lo hace tan bien- A... Amor, detente, va... vamos a un lugar más solo y prometo terminar con lo que empecé hace una hora -la escuche jadear de forma tan excitante y su voz ligeramente ronca y supe que estaba siendo sincera, decidí acceder y dejar una ligera marca en su cuello... Me volví a acomodar en mi respectivo asiento mientras que ella arranco y puso en marcha su automóvil, tomo un sendero que lucía muy bien, con flores de todo tipo a sus alrededores, por un instante me entretuve y olvide lo excitada que estaba... Al llegar al final del sendero note que teníamos una buena vista de la ciudad, no tan bonita como la de la anterior pero me gusta, me gusta estar en estos lugares con ella, donde solo somos ella y yo, nada más que nuestro amor, dos chicas amándose-

¿Bien -susurre seductoramente- continuamos lo que dejamos a media autopista? -recostó el asiento en el que me encontraba y me beso desesperadamente, subió mi vestido y empezó a acariciar mi entrepierna-

Oscuras sombras de JaureguiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora