Oscuras sombras de Jauregui

Capítulo 3

-No estábamos tan seguras de hacer una orgía con ellas, son lindas, lo debo admitir pero... Se supone que esto era un acto de amor entre Camz y yo... Un roce directo en mi pezón izquierdo hizo que saliera de mis pensamientos y ahí estaba Marialex sobre mis senos besandolos sin compasión alguna-

-Sobre mi clítoris se encontraban los labios de Camila, mientras que yo ahogaba los gemidos en los labios vaginales de Alex y Marialex acariciaba el clítoris de Camila, pareciamos una sinfonía perfecta entre los gemidos y posiciones que tomábamos cada una, de manera que todas sientieramos el placer, era increíblemente loco como me tenían entre todas, mi centro no paraba de palpitar y mojar un poco más por cada roce que Camila me da-

-todas estaban sobre mi, era raro... Deje mis pensamientos a un lado y decidí embestir con mi lengua a Alex, ella empezaba a mojar demasiado, ya teníamos mucho tiempo en la misma posición, en cualquier momento se vendría dentro de mi boca y sus paredes vaginales se contraerian en mi lengua, pero quería que durara más así que deje de hacerle embestidas, hice movimientos para que se alejaran de mi y cambiar posición, no fue necesario hablar, inmediatamente se levantaron, y al ver a Camila y sus expresiones, me encendieron más, era simplemente perfecta, sus ojos reflejaban deseo, sus ojos castaños se tornaron oscuros, tomamos una posición diferente, Alex se puso de cuatro, atrás de ella Marialex de cuatro y al final Camila, cada quien se lamia la intimidad de la otra, mientras que yo estaba acostada entre las piernas de Camila y Marialex, Camila me embestía con sus dedos mientras que yo me las vengaba por el oral que me hacia hace un rato, la embestía una y otra ves con mis dedos mientras lamia su clítoris, el momento era perfecto, mediante el tiempo pasaba en la misma posición sentía como gotas de los fluidos de Marialex caían sobre mi cuerpo desnudo-

-Marialex y Alex se levantaron, nos dejaron a Camila y a mi por un momento, decidimos quedarnos en la misma posición, cada vez que embestía más fuerte a Camila ella daba mordidas en mis pliegues, mediante aumentaban mis embestidas más fuertes eran sus mordidas, dolian pero era un dolor soportable y placentero, sus gemidos eran música para mis oídos... Trataba de ahogar mis gemidos pero era casi imposible, Empecé a embestir con mas rapidez y profundidad a Camila, hasta que se corrió en mi boca, su sabor era increíble, pero tanto como yo y ella sabiamos, esta noche a penas empezaba, las chicas volvieron y traían dos dildos con acné, eran increíblemente grandes, nos empezaron a ver seductoriamente, y eso me daba miedo, era mi primera ves con algo así-
Quien de ustedes usara una? -Alex pregunto muy curiosa, mientras ella se colocaba uno- yo usaré el otro.

Y... Yo lo usaré -dije un poco nerviosa y me lo entregaron junto con un baso de tequila muy frío, lo tome de un sorbo y me empecé a colocar el acné- empezamos?

-sin más decir, esta ves le tocaba sufrir a Camila, estaríamos dos chicas follandola mientras que ella se folla a Marialex con su lengua, era increíble, vería a Camila Cabello en su grado más alto de excitación-

-Camila se apoyó en el respaldo de la cama mientras que Alex se fue debajo de ella, yo me coloque encima y Marialex estaba por subirse y abrirse sobre la boca de Camila, en muy poco tiempo empecé a escuchar los gemidos de Camila, ya que Alex ya la estaba embistiendo por atrás, la mirada de Camila era de completa satisfacción y dolor a la vez, Marialex estaba prendida en sus senos, se los mordía y lamia-

L... Lauren!! Qué esperas!? -Inmediatamente entendí que lo que quería era que la embistiera, así que hací fue, la tome de la cintura arqueada y metí lentamente el juguete sexual que colgaba entre mis piernas se sentía increíble, cada vez que la embestía un poco más, este hacia fricción en mi centro, se sentía tan bien, le deje caer todo mi peso para embestirla de mejor manera, mientras ella ahogaba sus gemidos y sus gritos en la vagina de Marialex yo gemía bajo, podía escuchar mi nombre en sus gemidos ahogados... Camila llego a su segundo orgasmo, mientras que Alex y yo no habíamos tenido ninguno, al parecer somos las activas y ellas las pasivas, lo que es sensacional en cierta forma-

Creo que es hora de que ustedes tengan su orgasmo -Dijo Marialex muy atrevida y nos volvió a ver, Camila no hablaba ya que aún está recuperando su respiración... Nos volvimos a ver con Alex y asentimos, decidimos entregarnos así como ellas lo habían hecho a nosotras, les entregamos los dildos y ellas se los colocaron, en el momento que se lo ponían las besamos, bese tan apasionadamente a Camila, la necesitaba, quería que solo ella se encargara de hacerme llegar a mi orgasmo y así seria, a Alex se lo provocaría Marialex y a mi Camila-

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LAUREN!! LAUREN!! Despierta -sentí como unas manos pequeñas y suaves me despertaban, ¡¡¡MIERDA!!! No puede ser, todo fue un sueño, un excitante sueño y desperté húmeda, que incomodidad-

Que... Que paso? -Apenas razonaba, estaba muy ebria-

Te quedaste dormida después de un rato que ganaste el reto de quien conseguia tomar más tequila -me acariciaba la mejilla mientras me ayudaba a bajar de la habitación y llevarme al auto... Cuando llegamos a mi casa ella me pidió las llaves, estaba demasiado ebria así que le dije que estaban en mi bolsillo trasero y ella metió sus manos en mis bolsillos traseros, haciendo una exploración por ellos-

-Al abrir la puerta me llevo a mi habitación y me desnudo para luego ponerme una camiseta y mi short de pijama, le pedi que se quedara a dormir conmigo aun adormitada y asi fue, se quito su ropa y se puso una de mis camisetas, se acostó a mi lado y dormimos plaidamente-

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-Al amanecer los rayos de sol que traspasaban mi ventana me despertaron, tenía una jaqueca del diablo, no soportaba la luz, el ruido, no soportaba nada, la casa estaba en pleno silencio, así que me acosté boca abajo cubriendo mi cabeza con una almohada... Oí pequeños pasos acercándose a mi habitación, no le preste atención-

Así que la pequeña bella durmiente aún no decide levantarse? -Ese comentario me hizo sonreír, era increíble que pasáramos la noche juntas, lo malo es que no recuerdo nada, ella se acercó y se sentó al lado mío, yo me di la vuelta atrayéndola a mí, note que había traído con ella una bandeja con desayuno-

Buenos días hermosa -Le bese la mejilla y no paraba de ver cómo le quedaba de perfecto mi camiseta- que hora es? -ella rio bajo-

Ya son las diez pequeña dormilona -me susurro y me sonroje-