Cabos Sueltos

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¿Alguien podría responderme quién fue el estúpido que abrió las persianas?

Es decir, ¿Querían vengarse de mí? ¿Tenía una clase de personalidad suicida? No lo sé, yo solo sabía que mi plan de dormir hasta tarde había sido arruinado en su totalidad. El sol ya estaba tratando de colarse por debajo de mis parpados y yo ya estaba empapada de sudor.

Sí, alguien definitivamente iba a morir pronto.

Abrí mis ojos de mala gana encontrandome de inmediato con los molestos rayos de sol que por poco me quita la vista. Maldijé mientras parpadeaba repetidamente evitando así que los ojos no se me incendiaran antes de haber visto donde me encontraba exactamente.

Me sorprendí, al parecer otra vez había despertado en otro lugar que no era mi cama, si no en un callejon, un callejon insalubre y antihigientico que me daba un claro panorama hacia el edificio de ladrillos rojos.

Pero estaba en un callejon.

Me puse de pie de un salto al darme cuenta que estaba acostada en el piso y me sacudi cada extremidad con asco y desesperación ¿Es que acaso era sonambula y había caminado toda la noche hasta llegar aquí? Y si...¿Y si me habían secuestrado y violado y no recordaba nada en lo absoluto?¿Y si...

—Estás soñando.

Vacié todo el aire dentro de mis pulmones mientras me giraba en redondo para, por primera vez, encontrarme con el rostro detras de esa voz irritante.

Casi me tropiezo cuando me topé de sopeton con sus ojos.

—Ya lo sabía—Dije tragando en seco dando un paso hacia atrás cuando su mirada resultó demasiado abrumadora para mi sub concsiente—Y hablando de eso, ¿Como es posible que las veces anteriores no escuchara tu misma voz?

Aaron se encogió de hombros dandome una última mirada antes de pasar junto a mí con toda la normalidad del mundo.

—Controlo los sueños. Puedo hacer que escuches y veas todo lo que a mí se me apetesca.

Ah, perfecto.

Parpadeé lentamente un par de veces antes de animarme a seguirlo a la entrada del callejon, ¿No podía elegir un lugar mejor para traerme? Algo como un spa o lo que sea, cualquier cosa era mejor que esto.

—¿Es decir que puedes meterte en mis sueños cuando quieras?—Pregunté sonando casual, como la que no quiere la cosa.

Llegué a su lado.

—Sí.

Giré mi cabeza en su dirección como un latigo.

—¿Si?

Aaron fijo sus ojos en los mios.

—Sí—Contesto más lentamente como si hubiera notado recien que era lo que me preocupaba, pero antes de que pudiera arreglar la situación yo me apresuré a interrumpirlo.

—Creo que en cierta forma puedo acostumbrarme al tema de las decisiones pero ¡Esto es violación a la privacidad!

Aaron arqueó sus cejas.

—Si no me equivoco sabes perfectamente que estoy aquí, contigo. Así que en cierto modo, en el caso de que estuviera violando tu privacidad, tú estarías ayudandome a hacerlo.

Lo apunté con el ceño fruncido.

—No creas que con tus respuestas confusas vas a convencerme.

Aaron sonrió divertido dejandome a la vista esa dentadura de los dioses.

—¿No? Y yo que vivía para hacerlo...—Se mordió el labio inferior mientras veía como su ojos castaños se achinaban levemente y esa sonrisa iba extendiendose a lo largo de su rostro.

Dark Demons© (Libro I) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora