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Mi querido chico del autobús:

Hoy no pudiste ocultar tu sorpresa por ese amigo que volvió a hablarnos... No te lo conté pero me pareció un poco raro a mi también el recibir ese mensaje.

Te sentaste a mi lado en el autobús cuando te subiste para ir a clases, y hablé contigo muy poco... Supuse que debía dejarte estudiar. Te vi por los pasillos, una o dos veces y después volví a verte en el autobús de regreso a casa.

Al principio te sentaste con una de nuestras amigas mutuas y cuando ella comenzó a hablar con alguien más tu esperaste un rato y luego te acercaste a mi para volver a sentarte a mi lado.

Me contaste sobre tu día, y tus preocupaciones para con tus calificaciones tenías compromisos y no pudiste acompañarnos... Sinceramente fue un alivio, mi amiga me presentó a su mejor amiga y no pude evitar pensar que quizás de haberla conocido tu también podría haberte gustado...

—Memorias de autobús

My School Bus BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora