Capítulo 3

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- ¡Oh vamos!, llevamos tres horas jugando y aún no he ganado una sola ronda - decía con frustración Nino tirando el mando sobre el sofá.

Adrien reía divertido ante la actitud de su amigo.

- ¿Quieres otro refresco?, tal vez así se te baje el sofoco - decía burlonamente el rubio mientras tomaba un refresco y una botella de agua de su nevera.

- Hey no te basta con ganarme ahora también me avergüenzas - decía poniendo su mano en el pecho con aire de ofendido.

- Anda toma, yo por lo menos me he divertido mucho - decía Adrien con una sonrisa entregándole la bebida a su amigo.

- Si, tienes razón yo también lo he pasado bien. - asintió Nino dando un trago a su bebida fría.

- Bueno y cambiando de tema, ¿de qué irás disfrazado? - preguntó el moreno sin apartar la vista del vaso que tenía en sus mano.

- ¿Disfrazado?, ¿para qué? - preguntó confundido ante las palabras de Nino.

- No me digas que lo olvidaste, si nos lo informaron a principios de semana. - decía Nino mirando fijamente al rubio cruzando los brazos sobre su pecho.

- Eh, no recuerdo - dijo con la vista levantada como si tratara de recordar de lo que hablaba su amigo.

- ¡LA FIESTA! - gritó desesperado el moreno con los brazos extendidos hacia el rubio y pensando cómo podía ser tan despistado su amigo.

El de gafas tomó aire y más calmado le dijo - Hablo de la fiesta de carnaval que el colegio va a celebrar el próximo viernes.

- ¡Ah sí!, ahora lo recuerdo - dijo alegremente mientras Nino giraba los ojos pegándose con la palma de la mano en la frente - Me encantaría ir pero no puedo.

- ¿Co...como que no puedes?, si yo contaba contigo. - dijo nervioso, él no se esperaba que su amigo no asistiera, tenía que hacer lo que fuera para llevarlo a la fiesta, incluso secuestrarlo si no quería ser el objetivo de la ira de Alya. Con todo el empeño que estaba poniendo su amiga no iba a ser él el motivo de que su plan fallara, sobre todo por motivos de vida o muerte...su propia muerte.

- Lo siento pero Nathalie ya me avisó que ese día tendría actividades hasta tarde. - dijo apenado.

- Pero ¿y tu padre?, ¿le has preguntado? - insistía.

- No, mi padre no cambiaría la agenda que organiza Nathalie y si lo hiciera solo sería para agregar algún evento de última hora. - dijo cabizbajo.

- Pero eso es injusto... - antes de que Nino pudiera continuar se escucharon golpes en la puerta e inmediatamente entro Gabriel Agreste con varias carpetas bajo el brazo.

- ¿Adrien? - dijo el diseñador con su habitual seriedad. - Traigo... - antes de continuar vio que su hijo no estaba solo - Mmm, buenas tardes Nino - si Gabriel Agreste había saludado a Nino. Después del incidente en el que el padre de rubio había echado de su casa al compañero de su hijo, Adrien había intentado por todos los medios hacerle ver que Nino era un buen amigo y una excelente persona, por fin después de varios días consiguió que su padre dejará que Nino lo visitara siempre bajo la supervisión de Nathalie. Con el paso del tiempo Gabriel notaba a su hijo más alegre y en sus ojos ya no veía esa melancolía que tenía desde la desaparición de su esposa. Se dio cuenta que Nino era un buen chico a pesar de sus formas pero que le hacía bien a su hijo, por lo que fue disminuyendo la supervisión de Nathalie hasta el punto de que Nino se convirtió en un habitual de la mansión Agreste.

- Como decía, traigo los diseños de la nueva temporada, te agradecería que los revisaras y me dieras tu opinión. - decía dejando la carpetas en la mesa.

- Bien padre, esta noche los revisaré.

Nino daba pequeños golpes en el costado de Adrien dándole a entender que hablara con su padre pero el rubio solo negaba con la cabeza. Nino veía que el plan de Alya peligraba, así que armándose de valor y antes de que el mayor de los Agreste saliera de la habitación.

- Eeeh, ¿Adrien, no crees que es buen momento para preguntarle a tu padre? - dijo lo suficientemente alto como para que lo escuchara Gabriel.

Adrien miro a Nino con los ojos como platos, tenía el cuerpo tenso, su amigo se iba a atrever a contradecir a su padre y pretender cambiar su agenda, vamos, la Biblia de Nathalie.

- ¿Qué tienes que preguntarme Adrien? - preguntó Gabriel acercándose a su hijo.

- yo...yo - tartamudeaba el rubio ya que no sabía cómo reaccionaría su padre pero casi con toda seguridad sería mal.

- Vera señor, - se apresuró a responder Nino ante el nerviosismo de Adrien. - el próximo viernes habrá una fiesta en el colegio y Adrien y yo comentábamos de ir pero al parecer su agenda no le permite asistir, por lo que nos..., ¿me preguntaba si sería posible modificarla?. - terminó de decir con timidez hacia Gabriel ante la mirada atónita de Adrien por lo que acababa de hacer.

Gabriel solo miraba con seriedad a un Adrien cabizbajo con la manos entrelazadas al frente y a Nino con una sonrisa nerviosa con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

- ¿Tú quieres ir? - dijo de forma seca ante Adrien.

- Yo...si, si me gustaría ir. - respondió el rubio aún sin levantar la mirada.

Gabriel colocó las manos a su espalda y mirando la ciudad a través del ventanal de la habitación de Adrien, pensaba en lo mucho que había cambiado su hijo desde que entró a ese colegio y en la relación con sus compañeros, siempre que le hablaba de ellos era con alegría. Reía para sí mismo al recordar la cara de Adrien cuando regresó de practicar para un torneo en la casa de una de sus compañeras, el brillo en sus ojos y esa sonrisa no desapareció en toda la semana, hasta su fotógrafo lo noto, simplemente su hijo era feliz. Si, no podría ser tan malo, además ya era hora que el heredero de los Agreste empezará a darse conocer en eventos sociales, pero...

Gabriel se dio la vuelta y mirando a Nino. - ¿Dices que es el viernes?

- S...si -dijo Nino mirando con confusión a Adrien.

- ¿Habrá supervisión? - volvió a preguntar Gabriel.

- Eh, si, se han designado a varios profesores para que vigilen la fiesta. - respondió nervioso.

Gabriel sin decir nada más empezó a caminar hacia la puerta, los chicos se miraban entre sin saber que esperar de todo esto.

- Puedes ir - sentenció Gabriel sosteniendo la puerta antes de salir. - Hablare con Nathalie para que cambie tu agenda. - sin decir nada más salió de la habitación con una pequeña sonrisa que los chicos no pudieron ver.

Al cerrarse la puerta Adrien aún permanecía atónito en el mismo lugar, preguntándose qué es lo que había pasado, ¿su padre lo había dejado ir a una fiesta con sus amigos?. Fue sacado de sus pensamientos por el toque de Nino.

- Lo ves, tu padre no es tan tirano. - decía ahora un relajado Nino con una sonrisa de satisfacción.

- Si, la verdad no me lo esperaba. - dijo Adrien con la mano en la nuca.

- Pues no se hable más, mañana vendré para que organicemos el tema de los disfraces. - dijo despidiéndose de su amigo con un choque de puños.

Ya en la calle el moreno no pudo evitar soltar un gran suspiro de alivio, por un momento llego a pensar que Adrien no iría y eso era muuuy malo para él, pero afortunadamente todo había salido bien, ahora solo tenía que informar a Alya que el gato estaba en el saco y acomodándose la gorra empezó a caminar hacia su casa.

Entre máscaras te veas - Miraculous Ladybug (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora