El crujido de las hojas al ser pisadas, el incesante jadeo por una carrera desbocada, y el bombeo de los latidos de su corazón sonando como si estuviera en su oreja.
Todo era obscuridad y niebla, sólo la suficiente luz para saber lo que tenía delante de él, y aquel miedo que cruzaba su cuerpo que lo hacia sudar.
A lo lejos, se escuchaba una carreta y caballos galopando furiosos, luces emanando de muchas partes como si alguien intentara encontrar algo o alguien. El terror subió aun más por todo su cuerpo. Lo estaban alcanzando pero... ¿Quienes eran? ¿De que escapaba? ¿por qué tenía tanto miedo de que lo alcanzasen?
Todo se sentía, olía y veía tan real que le daba ganas de vomitar. Podía oler el aroma a pino, fango y carne en descomposición, podía sentir como el lodo se metía entre sus dedos cada que daba la zancada para no ser capturado, el sudor recorriendo su piel, frío como el aire que le pegaba en la cara.
Apresuro su carrera al ver como la carreta salia de detrás de él en su búsqueda. Los caballos relincharon triunfantes al encontrarlo, y el conductor comenzó a reír sacudiendo la farola para enfocar al fugitivo.
— ¡Por favor! ¡Piedad!– dijo en voz alta al ver aquellos animales casi encima de él. – ¡Piedad!
Grito al sentir la luz de la farola de la carreta apagarle la vista en un blanco, sólo para sentir como los caballos lograban hundir sus cascos sobre su piel. Un horrible dolor punzante en todo su cuerpo ante el peso de aquellas bestias.
Primero su espalda, luego su cadera. Pudo sentir y escuchar sus huesos romperse como ramas, y saborear su sangre con fango en su boca. Por último fue su cabeza y todo se apago.
Una pesadilla más...
Abrió los ojos los cuales estaban fijos en el techo, no quería moverse, todo su cuerpo dolía aun. El fuerte dolor de cabeza era impactante, al igual que lo rápido que latía su corazón, podía sentir los latidos en sus oídos.
Lentamente fue regulando su respiración y calmándose lo suficiente para no sufrir un ataque cardiaco ahí mismo. Inclino la cabeza hacia donde había dejado el despertador y este apuntaba las 4 de la mañana. No habían pasado ni una hora de que se había dormido.
Su cuerpo trono mientras este se sentaba agonicamente sobre la cama, paso sus manos por su cara secándose el sudor frío que le había causado la pesadilla. Lo que odiaba de estas eran lo reales que se sentían y que no parecían abandonar su cabeza no importaba como. Más que una pesadilla parecían recuerdos.
Después de eso, simplemente no podía quedarse dormido de nuevo, podría quedarse ahí acostado hasta que fuera la hora de levantarse, pero después de una pesadilla, terminaba odiando a la cama. Por lo que bajaba a la cocina y se preparaba de desayunar, después se metía a bañar y por último se quedaba viendo la tele hasta que sus padres despertarán.
Su mente hacia lo mejor que podía por borrar la sensación de ser aplastado repetidas veces por los cascos de un caballo.
— Odio a los caballos.– murmuro mirando Animal Planet en la televisión.
— Si tanto los odias deja de verlos.
Su madre estaba al pie de las escaleras mirándolo con preocupación. Su bata de dormir rodaba delicadamente el suelo y sus ojos castaños lo miraban analizando su estado, odiaba cuando hacia eso, pero era normal, estaba preocupada por su hijo.
— ¿Otra pesadilla?
— Sí.– murmuro desviando la mirada a la televisión, escuchando como su madre caminaba hacia él. – fue la más tranquila...
— ¿La de la cabaña?
Suspiro pesado al escuchar aquello, hubiera preferido la de la cabaña en lugar que la de los caballos.
No, es en la que una carreta me pasa por encima... Era lo que quería decir, pero sólo se limito en asentir dándole la razón.
Sintió la mano consoladora de su madre acariciado su espalda y aquel suspiro de resignación que tenía. Le había contado hace un mes atrás que le ocurría y ella simplemente había pensado que su hijo menor se había vuelto loco.
— ¿Ya tomaste tu medicina?– dijo tan bajo que a penas pudo oírla, como si le diera vergüenza decirlo.
Simplemente se dedico a asentir y mirar la televisión. No lo había hecho, y era mejor mentir que lo había hecho a preocupar a su madre más de lo que ya estaba. Las pastillas no le funcionaban demasiado, a penas y podía lograr dormirlo y darle más horas de sueño, lo malo de eso: Las pesadillas eran más largas. Entre más largas, eran peor, pero no pensaba decirle eso a su madre.
Y las pastillas que evitaban las alucinaciones lo hacían sentir drogado.
Después de un silencio incómodo entre ellos, con la voz de Cesar Millán de fondo, su madre simplemente se levanto y comenzó a hacerle de comer a su padre que pronto se levantaría para irse al trabajo.
Después de un rato, Naberius se levantó del sillón para ir a tomar una sudadera gris que tenía guardada y simplemente se la puso para salir. Sabia que su madre lo había oído abrir la reja cuando salía, pero parecía que había decidió ignorar ese hecho.
Camino por el vecindario mirando las plantas a su alrededor. Agradecía estar entrando a primavera y que ya no hubiera tantas hojas secas por todos lados, cerro un momento los ojos mientras caminaba y se detuvo de golpe cuando escucho una rama quebrarse detrás de él, seguidas de hojas secas aplastadas, reconocía ese crujir en cualquier lado.
Abrió los ojos sólo para voltear a sus espaldas encontrándose con la nada, pero aun así los vellos de su piel se erizaron de miedo cuando aquel olor a putrefacción agobio su olfato.
— No...–dijo en voz baja sólo para escuchar el relincho de un caballo detrás de él y seguido de sentir en su espalda el aliento caliente de la bestia.
Volteo de golpe al sentir aquel enorme miedo recorrer su piel sin saber que más hacer. Lo único que pudo ver fue el un auto pasar por la otra calle, y sentir el fresco viento de la mañana.
Los sueños se hacen realidad... Pensó aun en el calor del miedo Lo malo que las pesadillas también cuentan como sueños.
N. C. Sperver
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&----&----&----&----&De nuevo yo, espero les este gustando esta historia, si bien se postulo como "hecho real " también tiene un poquito de ficción (ya les iré diciendo que es ficción, claro... Sólo si preguntan ) Espero al menos un comentario de apoyo o critica constructiva ^^U para darme animos de seguir leyendo. Bien, hasta otra!!!
Se pone interesante ¿no?
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La vida de N. C. Sperver
Mystery / ThrillerUna vida contada desde lo mas profundo de un alma, una vida contada cono deberías ser. Con la verdad y sin tabues. Esta es la N. C. Sperver ¿Quieres conocerla?