Los pétalos de las flores se habrían tímidas de mostrar su verdadera belleza.
Después de varios meses la naturaleza se llenaba de colores brillantes. El verde de las hojas era más bello el de los años pasados.
La primavera envolvía la atmósfera de dicha y esperanza.
Caminando por el jardín se podía ver de lejos la flor de cerezo, una de las más hermosas de todo Japón.
El olor se detectaba a varios metros de distancia.
YoonGi observaba de ellas con suma admiración.
Cómo algo tan delicado podía ser tan hermoso.
Sacó el móvil al posarse en frente de un gran árbol. La corteza, el fruto; todo era tan bello.
Una fotografía fue tomada aquella tarde de primavera, asegurando que no había nada más hermoso en tal lugar.
Después de caminar por un rato, se recostó en el pasto.
El ambiente inspiraba tanta tranquilidad que para el joven fue imposible no entregarse.
El aroma a cerezo que bailaba con el viento llegaba a él.
No recordaba la ultima vez que se había sentido tan relajado. No deseaba hacer nada más que mantenerse de dicha manera
Después de todo era su día libre, podía hacerlo.
Sus ojos se cerraban lentamente, por mucho que luchase por evitarlo.
Seguiría siendo el dormilón más grande incluso en primavera.
Un mundo celestial.
Las estrellas relucían en su mente.
Veía los cometas pasar justo frente sus ojos, algo que siempre deseó apareció.
"Quiero verte"
De a poco regresó a la realidad, a aquél jardín de flores de cerezo ¿Desde cuándo había tomado una atmósfera tan melancólica?
Los días en Seúl pasaban constantemente sin una muestra de alegría.
Desde que JiMin habia decidido irse, nada era lo mismo.
Lágrimas acariciaron sus mejillas carmesí.
Extrañaba su risa, la cual siempre le hacía sentir seguro. Su clara y suave piel. Ese par de pequeños ojos azabache que le miraban como si escondiera el secreto más grande del mundo. Los regordetes y sabrosos labios que le impedían dormir por las noches debido a la ansia de poderlos besar.
En algún punto de su vida JiMin se había vuelto su todo sin darse cuenta.
La razón por la que escribía canciones, así también la razón por la que era feliz.
Cubrió su rostro con los brazos. Nadie podía verle tan débil. Detestaba ser así, aún estando solo.
La única persona que le había visto era...
-¡Hyung!
Esa voz resonó sobre la corteza de los árboles, no tardando en alcanzarlo.
Un par de suaves manos tomaron las ajenas y descubrió su rostro.
Incluso entre lágrimas, el brillo en los ojos de YoonGi podía verse a simple vista.
-Lo siento, Hyung, ¿Ha esperado mucho?
No debía lucir tan arrepentido, después de todo él era la causa por la que había decidido irse.
Lentamente se incorporó y secó las marcas del rocío.
Trabajaba tan duro con la finalidad de encontrar un día libre, en el cual, pudiera viajar a los jardines de Japón para poder ver a su persona amada y, finalmente, corresponder a los dulces sentimientos que había rechazado con tanta maldad.
-JiMin...
Con un abrazo confirmó que no era un sueño.
Tanto tiempo pasó desde la ultima vez que sintió de tal calidez, por lo que le era casi imposible creer ello fuera una realidad.
En ese día de primavera, en ese momento, las palabras que reprimió por años salían sin ninguna dificultad.
"Lamento haberlo guardarlo tanto tiempo... También te amo, Park JiMin".
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Lo que nunca dije (One Shot YoonMin)
Fanfic"Trabajaba tan duro con la finalidad de encontrar un día libre, en el cual, pudiera viajar a los jardines de Japón para poder ver a su persona amada y finalmente corresponder a los dulces sentimientos que había rechazado con tanta maldad."
