Esperanza y desasosiego

Hablando de mí sin conocer

Soy para mí misma

Una desconocida.

No soy guerra y no soy paz,

No soy hombre ni mujer,

No soy vida y no soy muerte,

No soy tierra y no soy mar.

Soy una extraña en tierras conocidas,

Soy una rata buscando entender,

Por qué de todos lados me echan,

Por qué en ningún sitio puedo yo comer.

Pero tampoco soy rata ni ratón,

Ni perra, ni gata, ni lagarto,

Ni conejo, ni ardilla, ni halcón.

Es que simplemente no me hallo.

Ayúdeme usted que me ha visto,

Que me conoce un poco mejor,

A saber si soy animal desprovisto

De huesos, piel, carne y calor.

Soy otra extraña diferente,

En tierras irreconocibles,

Para esos ojos que me miren

Sin saber ya qué decirme.

Soy una planta extraña

En un desierto abrasador,

Soy un llano en llamas

Del que huye un ruiseñor.

Pero, ¿Ser cálida yo?

Si soy hielo,

Si soy niebla

Y soy tormenta,

Y al mismo tiempo sol.

No logro definirme,

Mencionando todo lo que soy,

Tampoco soy capaz de describirme,

Diciendo todo lo que no.

Soy pájaro cantor,

Pero no canto.

Soy un bello ruiseñor,

Pero no vuelo.

Soy un gris delfín,

Pero no nado.

Soy un buen bacalao,

Pero hace tiempo me han pescado.

Soy un reptil,

Pero de piel nada gruesa.

Soy un insecto,

Aplastado por la ausencia.

Soy un ser vivo que está extinto,

Un árbol fuerte que fue talado ayer,

Un colibrí al que le han detenido las alas,

Una mariposa que no ha podido renacer.

Soy la nada y soy el todo,

Creación y destrucción,

Soy el alma que hace todo

Para encontrar lo que soy.

Pero si fuera yo universo,

Siete billones más han de existir,

Pero no soy infinita porque tengo,

Un lugar desde el cuál partí.

Y si partí desde la playa,

Y surqué toda la altamar,

Soy un velero que avanza,

Sin velas que izar.