Prólogo

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Lucas

Lucas

—No sabes que bien que la mama, todza una profesional—me dice Grabriel completamente ebrio.

—Muy bien, te felicito—respondo, empujo su cuerpo dentro del taxi y me subo al lado.

—Al campus universitario, por favor—le digo al taxista.

El coche avanza y después de varias cuadras gira bruscamente a la izquierda. El cuerpo de Gabriel se pega al mío, su cabeza queda apoyada en mi hombro.

Juro que podría besar al taxista. Aunque le faltan varios dientes. Tal vez no.

Bajo mis ojos y observo su rostro. Largas pestañas, una nariz recta, una mandíbula masculina y unos labios gordos y mojados.

—¿No te maleshta si me aposho aquí?—pregunta con los ojos cerrados.

—Claro que no—respondo.

Sonríe perezosamente y se lame esos labios tan tentadores. Esos labios que muero por besar.

Miro al taxista. Está muy ocupado manejando.

Tomo el rostro de Grabriel y le doy un suave beso.

Abre sus ojos celestes y me mira brevemente antes de volver a cerrarlos.

Enseguida comienza a roncar.

No puedo seguir con esto. Tengo que decirle quien soy. Somos mejores amigos, no puedo seguir mintiéndole. Esto me está devorando por dentro.

No pretendo que me quiera, sé que es heterosexual, demasiado heterosexual. Pero tiene que saber que yo soy la persona detrás de las cartas de amor.

Aunque me odie, aunque me rompa el rostro y no quiera volver a verme nunca más, mañana le diré quién soy.

Aunque me odie, aunque me rompa el rostro y no quiera volver a verme nunca más, mañana le diré quién soy

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Cartas de amor (LGBTQ+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora