Tyler O'Connor
— ¿Que diablos hago aquí? — La escuche detrás mio.
Me di vuelta encontrándome con la rubia. Se podía notar a lo lejos que recién se levantaba e igualmente se seguía viendo malditamente bien.
— ¿Que crees? — Le dije burlonamente, tratando de que entendiera la indirecta.
Su mirada cambio de confundida a asustada. — No, no, nosotros no lo hicimos.
— Tranquila. No te quite la virginidad — Reí
— ¿Quien dijo que soy virgen?
Un enojo creció dentro mio sin saber por que.
De seguro es porque yo todavía no logré follármela, si, seguro es eso.
— Bueno, como sea — Revoleo los ojos — Me iré. — Dijo Sky yendo hacia la puerta principal.
— ¿No quieres saber por apareciste aquí? —Le pregunté con la esperanza que diga que si, quería divertirme un poco más con ella.
Mierda, parezco un imbécil.
Se encogió de hombros — Nah. Seguro lo que pasó fue que yo estaba ebria, y tu fuiste bueno de traerme a tu casa por que yo no recordaba donde estaba la mía y estaba sola.
Le dio justo.
— ¿Estas segura?
Estaba actuando como un maldito desesperado
— Si — Se encogió de hombros abriendo la puerta.
— Si, tienes razón — Dije secamente — Es mejor para ti que no me vean conmigo
Skylar Hill
Lo único que hice es rodar los ojos e ir hasta la salida.
Éste tipo si que es raro. En un momento me habla como si no quisiera que me vaya pero de un segundo a otro me habla indiferente.
Después dicen que las mujeres son difíciles de entender.
Iba a pedir un Uber cuando recordé que no tenía la dirección. Maldeci por mis adentros y me giré para tocar la puerta con la poca dignidad que me queda. Pero al parecer el tatuado se hallaba justo detras de mi.
— ¿Necesitas mi dirección? — Me preguntó con una sonrisa burlona.
Bipolar.
— Aja — Asenti mirándolo.
— No te la dare —Negó divertido.
— Oh vamos Tyler. No actúes como un niño.
El imbécil río — No estoy actuando como un niño.
— ¿Entonces como mierda quieres que me vaya? —Dije con cierto enojo
— Tranquila chispita, yo te llevaré — Me dijo mostrando las llaves de su auto.
— ¿Chispita? —Le pregunté confundida
— Si por que eres chiquita — Se encogió de hombros — Bueno rubia, ¿Quieres que te lleve?
— No me queda otra —Suspire.
Una vez subidos al auto Tyler me preguntó mi dirección la cual le di. Al parecer su casa no quedaba tan lejos de la mía.
Mientras el manejaba aproveché a admirar su perfil. Era malditamente atractivo, tenía que aceptarlo. Tenía unos tatuajes al costado de su cabeza que no se notaban tanto debido a su cabello. No entiendo su necesidad de tatuarse allí pero igualmente le quedaban bien al maldito. Me siento mal al mirar un hombre así mientras que Chad está en el hospital en coma.