Capitulo 20

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Hola, siento mucho la demora espero que este capitulo sea de su agrado...

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Había despertado hacia unos segundos no se había movido de donde estaba, en parte porque no quería que él (si es que seguía ahí) la escuchara, pero principalmente era porque no podía moverse.

Cuanto tiempo tenia tirada en ese lugar, no sabía. Pero de lo que estaba segura es que estaba perdiendo sangre.

Abrió los ojos y como lo sospecho estaba en un charco de su propia sangre, igual que la vez anterior él la había dejado tirada en el piso y llena de cortes.

La poca luz del sol que le daba la estaba mareando y ahora quería vomitar, no sabía si él ya se había ido o si volvería, así que reuniendo la poca fuerza que le quedaba se levanto daba gracias a que los cortes no eran muy profundo, bueno solo el de su brazo derecho.

Camino por unos pisos cubiertos de polvo, era una casa tradicional abandonada por lo que veía, al salir se dio cuenta que estaba en un lugar despoblado y no era el edificio donde le había hecho los primeros cortes. No veía ningún camino, no sabía incluso si alguien vivía cerca de donde estaba pero prefería morir en el camino que quedarse ahí.

Tenía que caminar a cualquier lugar por aquello de que él pensara en regresar, esta vez intento ser más listo dejándola en ese lugar despoblado para que no obtuviera ayuda, los ojos se le llenaron de lágrimas pero se prohibió llorar. Decidió caminar por el lado más boscoso por si tenía que esconderse en caso de que la siguiera.

Ya tenía bastante tiempo caminando, una sonrisa se formo en su rostro porque a pesar de que estaba herida su estomago pedía alimento. Un ruido la hizo detenerse para tratar de ubicarlo, habían sido unos pequeños zorros que jugaban entre ellos, lo único que pensó es que le gustaría poder hablar en esos momentos con Kurama y que si él estuviera dentro de ella esas heridas ya estarían sanadas...

Estaba oscureciendo y creía que ahora la forma en que moriría seria de hambre se había hecho un torniquete en el brazo y parecía que ya no sangraba tanto (y bueno no es que hubiera sido una herida muy grande) pero si no conseguía ayuda podía infectarse. Tampoco podía detenerse porque tenía miedo que la fuera siguiendo.

Había anochecido hacia bastante tiempo no tenía idea de donde estaba y se preguntaba si valía de algo seguir caminando, se sentó y se recostó en un árbol. Si él la había seguido probablemente estaría muy cerca y nada podía hacer, tenía la esperanza de encontrar a alguien pero no había sido así. Resignada decidió esperar sin darse cuenta se quedo dormida.

Su cuerpo ardía, probablemente tenía fiebre, moría de hambre y sed, intento ponerse de pie pero sus piernas le fallaron y cayó al suelo todo le daba vueltas, intento una vez más necesitaba tomar agua. Camino unos cuantos metros más, en una inclinación del suelo y al no pisar bien volvió a caer pero esta vez rodo unos metros abajo mientras pasaba quedo inconsciente.

-Bunny!!!- la llamaba sonriendo –Vamos a jugar y a darles un buen video a tus amigos, no querrás que se aburran viendo algo que no sea divertido- reía

-Estás loco- decía conteniendo sus lágrimas

-Bien, todos conformes. Te diré como es el juego, preguntare algo y tienes que responderme con la verdad, o bueno la verdad que yo crea y que me guste-

Naru solo le veía con miedo

-Empezare por decirte que esto se grabara y deberás dar las respuestas correctas, o tus amigos sufrirán las consecuencias.-

Un sollozo escapo de ella –Bien Bunny, tampoco debes gritar tanto o los vecinos se van a molestar- le dijo mientras acomodaba el celular para que pudiera graba

-Primera pregunta- le dijo mientas le quitaba el cabello de la cara –Tienes miedo?-

No quería responde pues sabia empezaría a llorar pues no solo tenía miedo, estaba aterrada. Así que solo lo veía

-No Bunny, así no funcionan las cosas. Crees que si no me respondes no pasara nada?- dijo mientras camina hacia unas mesita de noche, donde tomo algo –Te dije que tenemos que hacer un video entretenido para tus amigos- y le mostro una navaja

-Espera, responderé- contesto con voz llorosa –Sigo sin entender porque haces esto-

-No, no. Te di una oportunidad mas y no respondiste lo que te pregunte- dijo acercándose a ella y clavando la punta afilada de la navaja en su brazo izquierdo, creando un pequeño corte del que enseguida comenzó a salir sangre.

No llorare se decía a sí misma, mientras apretaba los dientes por el dolor del corte.

-Creo que ya entendiste que si no contestas es lo mismo que una mala respuesta- sonreía –Siguiente pregunta, ¿El chico del brazo, es tu amigo?-

Sabía que los podría poner en problemas si hablaba de mas –Solo son compañeros de clase-

Él dudo –Entonces por qué estaba tan preocupado por ti?-

-Supongo que por la cara de miedo que tenía-

-JAJAJAJA... lo aceptaste Bunny, tienes miedo-

Así había estado haciéndole preguntas tontas y como dijo cuando una respuesta no le gustaba la cortaba

Ella había soportado las primares 10 preguntas sin gritar, pero parecía que no estaba conforme.

-Esta será la última pregunta para este video Bunny y quiero una respuesta satisfactoria, ¿Por qué se mudaron a Japón?-

-Por el trabajo de mis padre- respondió inmediatamente

-AJAJAJAJA- reia fuerte –Yo dudo que sea por eso- decía mientras se volvia a acercar a ella

-Pues es por eso- decía desesperada no quería ningún corte más...

-Lo siento Bunny- se burlo

Sintio la navaja clavarse un poco mas profundo que las veces anteriores, -Estoy diciendo la verdad- grito mientras salian lagrimas de sus ojos

-Puede que sea verdad, pero tus amigos necesitaban un video divertido-

-ahhh!!! – grito pues esta vez el estaba presionando y lastimando el resto de las pequeñas heridas

-No, Bunny. No debes gritar!!!-

-Basta, por favor.-

-Abre la boca- ordeno

-No, no más-

-te dije que abrieras la boca- dijo apretando la herida hasta ahora más profunda, provocando que ella gritara un poco y así aprovechar que abria la boca para meter un pañuelo que amortiguaría los gritos.

Sintió asco y ganas de vomitar ya para ese momento no podía dejar de llorar, entonces el empezó a rociar alcohol a sus heridas, sentía que se quemaba y gritaba pero el pañuelo hacia su función los gritos casi no se escuchaban...


Por Siempre JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora