Capítulo tres.

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-Lucy, despierta.- oí que me decía una voz dulce. Abrí poco a poco los ojos y me encontré con la encantadora sonrisa de Delya.- Hoy es un día especial para ti.

-¿Por qué?- pregunté frotándome los ojos, aún somnolienta.

-En el segundo cajón de la cómoda está la ropa que tienes que ponerte y demás. Cuando acabes de desayunar Matt te informará de todo.

Dicho esto, se dio media vuelta y salió de mi habitación, cerrando la puerta.

Me levanté sin prisa y me estiré a la vez que bostezaba. Me dirigí a la cómoda y miré el segundo cajón. Dentro había una túnica azul con bordados amarillos y al lado un libro bastante grueso, forrado de piel y de aspecto antiguo. Libro de los elementos. Volumen primero. Agua y sus manejos.

Leer aquello hizo que mi interés aumentase notablemente. Dejé el libro sobre la cama, cogí la túnica y fui hacia el baño para ducharme antes de bajar a la cocina.

Mientras tomaba cucharadas del bol con cereales ojeaba las primeras páginas del libro, interesándome cada vez más.

-¿Preparada para tu primera clase?

Me sobresalté y miré hacia atrás. Matt se hallaba apoyado en el marco de la cristalera que daba paso al enorme prado que había junto a la casa.

Asentí, apreté el libro con fuerza contra mi pecho y le seguí.

-Bien.- empezó Matt una vez que ya estábamos fuera.- Lo primero que debes saber es que la magia tiene cuatro pilares fundamentales, que son los elementos: agua, tierra, aire y fuego. Por lo tanto, un aprendiz de mago tiene que pasar por esos cuatro niveles para poder llegar a convertirse en un verdadero mago, es algo así como los cursos de un colegio. Tú llevas la túnica azul, que corresponde al elemento Agua, que es el primer nivel de todos. Cuando pases de nivel llevarás la verde, de Tierra, luego la violeta, que es el nivel de Aire, y finalmente, el más difícil de todos, el Fuego, que corresponde a la túnica roja. Cuando pases cada nivel debes hacer un examen del elemento que corresponde para poder pasar al siguiente. Si pasas el último examen de todos, el de Fuego, consigues el título de mago y luego puedes continuar con tu aprendizaje si quieres. ¿Alguna pregunta?

-Sí, tengo una pregunta.

-Adelante.

-¿Me vas a enseñar a hacer… magia? ¿A controlar todos los elementos? Cuando me dijiste que me ayudarías a ver mis habilidades especiales pensé que me enseñarías a sacarle partido a mi mente. Algo así como aprender a utilizar la telequinesis. Pero vaya, todo esto es…

- Podemos ir más despacio si todo esto te va a agobiar.- dijo Matt, algo preocupado.

-…maravilloso. ¡Es genial Matt!- dije totalmente entusiasmada. Él dejó ver sus blancos dientes con una amplia sonrisa.

-Me alegro de que tengas tantas ganas. Por un momento he pensado que te había traumatizado.

Caminamos hacia el pequeño lago que había allí. Yo seguía presionando con fuerza el libro contra mi pecho, notaba como el corazón se me aceleraba de la emoción y cada vez se ensanchaba más mi sonrisa. Paramos al llegar al borde del lago.

-Aquí es donde practicaremos los ejercicios. Empecemos.

Cerré la puerta de mi cuarto, deje el libro sobre el tocador y me desplomé sobre la cama. Eran las siete de la tarde y ya había oscurecido. La clase había durado nueve horas. Matt quería asegurarse de que entendía bien los conceptos básicos, ya que no había tenido la formación primaria y los Cursos de los Elementos se empezaban a los once años. Tras unas tres horas de explicaciones históricas de la magia y otras dos de conceptos básicos, empezamos con el primer elemento.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2014 ⏰

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