1 LA MARCA

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-Empuje señora , ¡empuje!

-No ... no puedo. ¡Dios ...! ¡Ah!.

-Si puede señora , ya casi esta. ¡Vamos!.- dijo una de las doncellas mientras le agarraba la mano.

-¡Solo un poco más!-. gritó otra.

-Lo ha hecho muy bien señora-. Dijo la más joven mientras cogía un cubo de agua.

-Es un niño , señora . Es un niño fuerte y sano-. La doncella se lo acercó para que pudiera verlo y la muchacha alzó la mano acariciando la mejilla del pequeño .

-Es hermoso...

-¿Cómo lo llamará?.

-E...Edric -. Dejó caer su brazo en la cama mientras se esforzaba por respirar. << Tengo sueño...>>

-Es un nombre precioso señora, igual que su hijo ...

La mujer oyó aquella frase como un eco lejano, mientras sentía como las fuerzas la abandonaban , en su rostro quedó reflejada una profunda sonrisa a la vez que se dejaba llevar por un dulce sueño del cual no despertaría jamás.

-¿Señora?, ¡señora por favor reaccione!

La puerta se abrió de golpe y las doncellas asustadas se alejaron lo máximo posible al ver a aquel sujeto dirigirse hacia ellas.

-Que débiles pueden llegar a ser los humanos -. En aquellas palabras se podía detectar la burla y el desdén de quien las pronunciaba.

-S-señor... aquí está el bebé -. Dos doncellas lo acercaron con temor y lo dejaron tumbado en la cama al lado del cuerpo sin vida de la madre.

-Matadle.

-Pero señor, es el hijo de su difunto hermano-. Tan pronto pronunció aquellas palabras la doncella deseó no haberlo hecho.

-Mi hermano rompió las reglas al enamorarse de una miserable humana -. Tras pronunciar aquellas palabras con una sonrisa uno de los lacayos se dirigió a la cama y sacó un puñal .Los ojos del lacayo se dilataron mientras sonreía de oreja a oreja mostrando sus puntiagudos dientes, el bebé lo miró fijamente y de pronto los ojos dorados del pequeño se oscurecieron y los colmillos le comenzaron a salir. El lacayo se asustó por un momento pero fingió no darse cuenta de ese sentimiento sacudiendo ligeramente la cabeza, rápidamente alzó el puñal pero cuando estaba a punto de matarlo el pecho del bebé comenzó a brillar, paralizado soltó el puñal y vio como el niño le sonrió mientras daba palmaditas. Segundos después el bebé entero comenzó a brillar y esa luz se dirigió a su agresor desintegrando su existencia por completo. La habitación quedó en completo silencio, mientras el pecho del bebé continuaba brillando unos instantes más.

Poco a poco las doncellas se acercaron a donde se encontraba la pequeña criatura y observaron como en su pecho tenía gravado algo parecido a una rosa y sus ojos poco a poco volvían a su color original.

Una de ellas al girarse observó como el rostro de su señor estaba lleno de furia , asustada creyó creyó que estallaría en cólera, pero vio como se relajó al instante y con rostro severo mandó llamar a alguien .

La tensión se apoderó de la estancia, las doncellas se distraían intentando que el pequeño no hiciese ningún ruido que pudiese ponerlo aún más en peligro.

-¿Me mandó llamar señor? -. Las doncellas quedaron estupefactas con la rapidez de aquel sujeto, apenas habían pasado un par de minutos desde que su señor dio la orden de que lo trajeran .

El renacer de una rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora