¿Nos conocemos?

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pipipipipi pipipipipi...
-Mmm... que sueño más raro...
-¡Melania, el desayuno ya está en la mesa!
-¡Voy!... quien era ese niño... no logro recordar su cara... juraría que lo he visto en alguna parte...
-¡Melania!
-¡Que ya voy!, joder.
Melania terminó de vestirse rápidamente y bajó corriendo al salón.
-Buenos días.
-Buenos días cariño, ¿esa es la blusa que te compramos ayer no?
-Si.
-¿Y eso que te pones tan guapa para ir a clase?
-¡Mamá!, papá di algo.
-¿uh?
-Nada papá, tu sigue leyendo el periódico en tu Ipad.
-Papá tiene todo el tiempo del mundo para entretenerse pero tú llegas tarde.-La madre señaló el reloj mientras sonreía.
- ¡Oh mierda!-Melania se levantó de la silla corriendo hacia el recibidor,  se puso sus botines negros favoritos y se fue.-¡Adiós!.
-¡Melania!
-Déjala, que llega tarde.
-No llegaría tarde si no se entretuviera en su habitación.
-Es joven, déjala.
-Está bien, pero tenemos que hablar sobre lo de anoche.
-¿A qué te refieres?
-Lo sabes perfectamente.
-Le das demasiada importancia.
-Yo creo que le doy la justa.
-Ya es mayor para saber que es diferente. La hemos estado cuidando desde siempre y tus poderes no podrán ocultarla mucho más.
-Pero si la encuentran, esos hijos de puta pueden ser capaces de...
-Cariño todo va a estar bien, pero tienes que decírselo, tenemos que hacerlo.
-Tienes razón.

-Dios... ¡Llego tarde!
-¡Melania!-Gritó una chica de pelo negro y ojos verdes.
-Hola Esther, buenos días.
-¿Qué tal todo?
-Bff, fatal tía, tuve un sueño realmente extraño. Era un niño con una marca en el pecho... Estaba muy triste, también había  una lápida y un hombre que me da muy mala espina...
-Wow, menuda imaginación.
-Dijo la que suela que vuela con dinosaurios.
-Ja ja ja ... Tienes razón.
-Bueno será mejor que nos demos prisa.
-La última paga el almuerzo.-Dijo Esther mientras corría.
-¡Hey!, ¡tramposa!
Ambas comenzaron a correr entre risas por la acera llena de tiende citas aún cerradas, cruzaron la carretera y llegaron a las verjas que indicaban el comienzo del área del instituto, solo les quedaban unos metros para girar a la derecha y entar cuando de pronto un joven muchacho de pelo castaño y ojos azules chocó con Melania.
-Oh dios, lo siento...-Melania se quedó boquiabierta al verlo, el también se quedó observándolo sin saber que decir.-¡Oh! Lo siento mucho, yo...
-Ah... no, no te preocupes, ha sido culpa mía, no miraba por donde iba.
-¿Qué te parece si lo dejamos en un empate?-Melania sonrió dulcemente mientras hacía ojitos y se mordía el labio.
-Me parece bien...
-Melania, soy Melania, encantada.
-Lo mismo digo. Bueno,  será mejor que me de prisa.
-Aún no me has dicho como te llamas.
-Jim.
-Querido nombre más raro.
-Habló.
-Mi nombre no es raro.
-Él mío  tampoco.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2017 ⏰

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El renacer de una rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora