LLUVIA DE RECUERDOS

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-Hola mama-.Un niño acaricia lentamente la lápida con una sonrisa triste.-Ayer las las doncellas me dijeron que eras una mujer realmente hermosa y dulce ,que se sacrificó dándome a luz. Si no fuera por mi hermano Abel no habría sido capaz de soportar estar en palacio solo , todos se meten conmigo porque no tengo ningún poder y soy débil... Me habría gustado que hubiéramos estado todos juntos -. De un salto se puso de pie y rápidamente giró sobre sus pies con respiración agitada al oír unos pasos que venían dirección a él, pero nada mas ver quien estaba detrás se relajó al instante.

-Siento haberte asustado.

-No me asustaste , es solo que no pensé que vendrías.

-Vine porque es hora de desayunar -. La sonrisa de Abel se volvió tenebrosa .-Así que date prisa y ves que se va a enfriar.

-Vale -. Corrió hacia el palacio mientras Abel lo observaba marcharse, la sonrisa que había mostrado hace unos instantes se ensanchó mostrando unos largos colmillos que hacían juego con sus dientes puntiagudos y sus ojos color púrpura .

-Retuércete en tu tumba Mary.- Con sus garras arañó la lápida y acto seguido se marchó por donde había venido, mientras caminaba por los frondosos jardines de palacio su rostro volvió a la normalidad mientras uno de sus lacayos se acercó a él .

-Buenos días Lord Abel.

-Buenos días.

-Mi señor, si me lo permite quisiera preguntarle algo.

-¿De qué se trata?

-Pues verá lo que quería preguntarles era ...- Aquella pausa solo duró un instante pero para Abel aquel instante se estaba desperdiciando, -¿realmente que piensa hacer con su supuesto hermano?, todos en palacio se lo preguntan porque nadie llega a entenderlo.

-¿Por qué quieres saberlo Sebastian?, ¿Acaso no confías en mi?-.El lacayo agachó la cabeza al ver como su señor lo miraba de reojo.

-No es eso señor es solo que ... al haber sellado sus poderes hace ocho años se volvió débil y podríais matarlo cuando quisierais . Es por eso que la gente se pregunta que motivo es el que os impide hacerlo-. Las palabras de su subordinado penetraron rápidamente en su mente haciendo que sus pensamientos vagaran entre los recuerdos de aquel día.

-Deen ¿está todo listo?

-Si mi señor.

-Perfecto , cuando acabes de sellar sus poderes mátalo-.Alzó la mano y uno de los lacayos trajo al bebé en brazos y lo depositó en el suelo, acto seguido con polvos blancos hicieron un circulo con él en su interior , siguieron poniendo polvos blancos creando una estrella de doces puntas y marcaron cuatro puntas más que al resto en las cuales dibujaron los símbolos sagrados que representaban el infierno, la sangre, la oscuridad y el dolor.

-Señor he de decirle que eso no será posible-. Abel le dirigió una mirada fulminante.

-¿Puedo saber por qué?

-Es cierto que sellaremos sus poderes pero una situación de peligro podría hacer de desencadenante y romper el sello.

-¿Qué me recomiendas que haga , que lo crie como si fuera mi verdadero hermano?

-Yo creo que sería lo mejor , piénsalo si lo tienes contigo podrás controlar sus movimientos-.Abel se quedó mudo meditando aquellas palabras.-Él ya no sería una amenaza.

-También podría abandonarlo como una vez tu dijiste, con un poco de suerte morirá de hambre.

-¿Pero que ocurriría si resulta que yo tengo razón y se rompe el sello?, ese niño acabaría volviéndose un problema.

El renacer de una rosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora