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NARRA AURORA

—¿Selección Italiana? ¿Ustedes son los de la selección Italiana?— pregunté intrigada

—Pues claro, en carne y hueso— presumió Paolo

Los chicos habían parado su partido y vinieron a saludar.
Por un lado está la selección Italiana, por otro el equipo de The Little Giants y por último estamos nosotros el equipo de los espárragos con nalgas, bueno en realidad esa soy yo... ni si quiera formó parte del equipo.

Un chiquitín con el cabello rubio se me quedó mirando.
No me sabía el nombre de todos solo el de los capitanes de dichos equipos porque mientras viajábamos me contaron algunos sucesos que pasaron con ellos.

—¿Che diavolo è sbagliato con te? ¿Devo Changos sulla faccia o cosa?— cuando me enojo es mejor estar alejados al menos 1 metro de mi estancia.
(T: ¿Que rayos te pasa? ¿tengo changos en la cara o que?)

—¿Hablas Italiano?— preguntó un Paolo sorprendido

—Ugg, y yo que no quería decírselos— chillé mientras me agarra la cabeza con desesperacion

—Es que no sé porque te me haces conocida, es como si ya te conociera— me explicó el chiquitín (Angelo Gabrini)

—¿Como?— vagando en mis pensamientos... encontré ese día del que habla el rubio... ese momento épico en donde casi se muere el chico, que en ese tiempo el ya estaba adulto pero aún así no le quitaba lo estúpido porque estaba a punto de morir.
No entiendo cómo es que me recuerda si lo qué pasó en ese día fue años después de esto.

•Flashback•

Lloraba a mares, no podía resistirlo... acabe en primer lugar por ellos, para demostrarles que era digna de ser parte de esa familia. Pero como siempre ellos nunca me apreciaban, no les importó, ni si quiera una pizca de sentimiento para decirme un
"Vaya, pues qué bien ¿No?... ahora sube y báñate que pareces un cerdo, bueno de por sí ya eres un cerdo pero ahora no importa"
Ja, cerdo yo... si ella se viera a un espejo

Claro que me bañe, salí de la ducha y me puse a llorar en la cama, si no lloraba podría hacer otro tipo de cosas pero no son nada aceptables.
Me había levantado de la cama y me vi al enorme espejo que tenía en mi recámara. Puede que no me quisieran pero aun así tenía el cuarto que cualquier chica podría pedir.
Ladeé mi cabeza de un lado a otro, estaba horrenda o tal vez peor... pero eso es lo que me pasa cuando lloro.
Estúpida vida, estúpida hermana, ella siempre era la primera...
Yo que siempre me esfuerzo y estudio y ella no mueve ni un solo dedo. Me enoja como ella sin hacer nada sigue siendo la primera de todos, sigue siendo la favorita, sigue siendo ella.
Me echo a llorar de nuevo pero algo me detiene, un destello de luz que sale de mi ventana, como no traía mis lentes no la pude ver bien pero alcance a visualizar unas pequeñas ¿Alas?
No me importó si era peligroso o no, mi cabeza decía que no fuera pero mi corazón decía que si.
Y así lo hice, salte por mi ventana y doy gracias a mis clases de parkour porque si no me hubiera roto todo mi cuerpo.

[...]

Corría, corría y seguía corriendo, la luz que seguía nunca se apagaba... todo el rompecabezas que traía en mi cabeza se iba desbaratando cada vez que me acercaba mas a la luz, nada tenía sentido, tintineaba, brillaba y traía alas... ¿En donde rayos estoy? ¿Con Peter Pan y Tinkerbell?
Menuda tontería.
Por no haber estado prestando atención al camino choque con un chico rubio

—¡Por que no te fijas estúpido, hay personas que intentan pasar!— grite enojada

Creo que la luz, que por ahora la llamaré "tinkerbell" se cruzó por la esquina derecha, no lo vi bien porque el idiota se interpuso en el camino.

Entre tiempos equivocados |Inazuma Eleven|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora