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NARRA AURORA

Golpes, gritos, pelea, sangre... todo pasó tan rápido que ni cuenta me di.
Estar parada frente a unos hombres de negro con su rostro sin emoción alguna causa ciertos escalofríos por todo el cuerpo. La verdad no sé que quieren, llegaron como si de su casa se tratara y empezaron a acorralarnos... pero los veo a los ojos y trató de convencerme a mí misma de que no son ellos, esas personas que causaron mí mismo infierno de años atrás, los hombres que arruinaron mi vida.
Todo el mundo grita, nadie sabe lo qué pasa excepto yo, los gritos desgarradores de las chicas diciendo que no las toquen hacen que pierda mi sentido común.
Lagrimas se empiezan a acumular en mis ojos sintiendo todo el dolor de mi pasado, sintiendo la furia de ahora y la justicia del futuro... estas personas no tienen ningún derecho a hacernos algo y más si la única que está involucrada soy yo... no dejaré que se caigan al hoyo donde yo una vez estuve.

—¿Quien jodidos son ustedes?

Detrás de todos los hombres que nos acorralaron apareció uno más alto, con lentes y calvo, nos miraba con desprecio e intriga y cuando su vista se posó en mi se le dibujó una sonrisa macabra en el rostro. No entendía la risa de verme hasta que se quitó los lentes, e-esos ojos cafés sin vida...  varios flashback se cruzaron por mi mente y las lágrimas no tardaron en salir deslizándose por mis mejillas ligeramente cubiertas con un color carmesí por la sorpresa.
Este hombre, era el mismo de mi infancia, el que me torturaba y me utilizaba de maniquí... por culpa de este hombre mis padres me desprecian como yo a ellos, por culpa de e-este hombre mi vida estuvo a punto de desaparecer y recordar todo lo qué pasó en esos momentos hizo que una furia incontrolable saliera de mi pecho.

Espera, espera, espera...
Se preguntarán ¿Que pasó?

Después de que los chicos hicieran el ridículo, me sentí mal así que los acompañe en sus gilipolleces... estuvimos riendo como las focas retrasadas que somos durante mucho tiempo hasta que nos cansamos y fuimos hacia el campo de futbol principal. Nos sentamos y empezamos a platicar, las chicas habían presenciado toda nuestra presentación y estaban burlándose de nosotros pero a mí ya no me importaba nada ya que nos habían traído los dulces y mi preciada nutella, aunque tuve que compartirla con Arion ya que no me pude resistir a su cara de perro atropellado... les aseguro que me dio tanta gracia su cara que todavía me duele el estómago... esperen... lo estoy recordando de nuevo... ¡y sigue siendo gracioso!

Mhm... ¿En que estábamos?
¡Ah, si! Bueeeeno, después de eso los hombres de negro llegaron de la nada y nos empezaron a acorralar, al principio todos nos sorprendimos... hasta yo pero después de que vimos que no eran parte de la seguridad de la isla tratamos de escapar pero eso hizo que las cosas se pusieran peor, al intentar salir de su círculo mal hecho nos golpearon con las armas que traían en mano y créanme cuando les digo que si duele y mucho.
Aitor, Víctor y Jude salieron lastimados pero aún así no se rendían.
Y así es como llegamos a esta situación.


[...]


Un poder descomunal se acumulaba en mi pecho, ver a mis amigos tratando de escapar de las garras de estos hombres hacen que mi corazón palpite con mucha más fuerza.
Mis amigos, compañeros, hermanos, hermanas, todos, mirarlos a los ojos y ver ese sentimiento de dolor brillando.

—No tienen derecho a hacernos algo, nosotros no hicimos nada ilegal— reprimió Mark

—Ustedes no nos interesan, solo queremos a la chica, Aur...

Entre tiempos equivocados |Inazuma Eleven|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora