Prefacio

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 Mi nariz debía de estar roja, el frío viento que rondaba por las calles me hacía tener escalofríos cada cierto tiempo. Un silencio profundo decoraba la calle y todo lo que había a mi alrededor. Usar abrigos ya no era la solución, porque el frío seguía estando ahí, seguía abrazándome.

 Cerré los ojos y lo recordé, cómo se veía la primera vez que lo había conocido. Con ese gorro bordo y esa chaqueta cian, sus hermosos ojos mirándome. Era hermoso, pero ya no estaba, se había ido y sabía que Even no iba a volver. Sus acciones habían dejado una marca en mi corazón y un recordatoria diario de no dejarme engañar por el brillo de cualquiera, que todos poseían uno.

 Pero cuando recordaba a Even y a su mirada e intentaba compararla con la de otras personas, veía miles de diferencias. Claro, obviamente sí, pero estoy hablando de su mirada y no sus ojos.

 Él me miraba como si yo fuera algo fantástico y realmente no estoy seguro del porqué. Me abandonó diciéndome miles de cosas que no me gustaría volver a escuchar jamás en mi vida y llegó diciendo las cursilerías más hermosas que alguien jamás me ha dicho. Sus sentimientos cambiaron, pero jamás su mirada.

 Podría pararme e irme ahora mismo, abandonar este banco en el que estoy sentado y todos los recuerdos que guarda, pero no quiero olvidar. No quiero hacerlo y no puedo. Cada vez que cierro los ojos lo veo, siempre está ahí, acompañándome, aunque ya me haya abandonado hay una pequeña luz en mi interior que sigue titilando por él.

 Mi teléfono empieza a vibrar y por el tono sé que no es él, aunque me encantaría. Lo saco de mi bolsillo y al ver que es un mensaje de Eskild primero pienso en ignorarlo, pero luego al ver el nombre de la persona causante de mi insomnio me decido por leerlo, aunque duela en lo profundo, es mi obligación.

 "¡Isak! Él está aquí, ¡Even está aquí y quiere verte! No sé qué decirle. Ven rápido. Eskild", mis piernas empezaron a moverse sin dejarme tiempo de reaccionar ante lo que leí. ¿Emoción? ¿Furia? ¿Enojo? ¿Qué es lo que debería sentir por él?

 Meneé la cabeza y sólo pensé en que lo vería. Una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro y fue imposible ocultarla.


 Cuando llegué al apartamento, no había nadie en la puerta. Even se había ido y todo había sido mi culpa por llegar tarde. ¿Por qué me había ido? ¡Simplemente para sentarme en un banco! ¡Muriendo de frío! ¡Qué tonto! Cerré los ojos, pero los abrí rápidamente al percatarme de que Eskild estaba enfrente de mí.

— No sabes cuánto lo siento Isak —dijo mirándome a los ojos—. Ya se fue.

Sentí que todo se volvía borroso por un instante, luego supe que estaba llorando. Las lágrimas se permitían mutuamente caer, porque en ese momento yo ni siquiera podía moverme, ni siquiera podía decir cuánto lo extrañaba.

— Isak, él te dejó algo, ¿quieres leerlo? —dijo Eskild con un sobre en la mano. Asentí una vez y él dirigió su vista hacia el sobre, luego hacia mí— ¿Seguro?

— Sí, dejame verlo —dije acercándome para que Eskild me diera el sobre. Al tocar con la yema de mis dedos aquel papel, "Even" fue lo primero que se me vino a la cabeza, era el papel que él solía usar para dibujar, escribir..., decir cosas—. ¿P-Podrías dejarme solo? —dije tartamudeando, mis dientes temblaban al igual que mis manos.

— Claro Isak, cuando termines puedes avisarme. Estaré en el departamento, toca el timbre si me necesitas —dijo Eskild subiendo rápidamente.

 Abrí el sobre y me di cuenta de que eran dos papeles, suspiré y sin más preámbulos empecé a leer:

"Isak:

 Sé que no debería estar escribiéndote, hablándote o yendo a tu departamento para verte, ni siquiera eso puedo, verte. He estado pensando mucho en ti, demasiado, más de lo que habría pensado en cualquier otra cosa o... Persona. Sé que fui cruel contigo, que lo que te dije fue horrible, insensible y no mereces escuchar eso de nadie jamás. Lo sé.

 No quiero hacer esto largo y hacerte sentir peor de lo que ya hice, lo cual me arrepiento totalmente, pero era necesario, tenía que hacerlo Isak. Sé que no debes de estar entendiendo nada de lo que te escribo, absolutamente, pero necesito que cuando leas esto, primero de todo: Estés solo.

 Si es que ya lo estás, podrías seguir leyendo. Te amo Isak, muchísimo, pero lo nuestro es imposible, no podemos, aunque lo deseemos.

 Hace un tiempo ya mi madre me llamó furiosa. Empezó a reprocharme que salía con un chico y que, de ser así y haber terminado con Sonja, me mataría (no literalmente). Lo primero que hice fue intentar explicarle que te quería y que no era una broma, que ya no le pertenecía a Sonja, que estaba feliz contigo. A ella no le importó.

 Vino a buscarme, a gritarme, incluso me golpeó. Cuando me viste y me preguntaste qué me había pasado, fue doloroso, pero no podía decirte nada. No me importa sufrir por ti Isak, puedo aguantar todo el dolor necesario por ti. Pero lo que realmente me da miedo es que ella te dañe a ti. Sé que es capaz de buscarte y hacerte lo que sea con tal de que no estés conmigo.

 Llegamos tan lejos y me siento orgulloso de eso. Jamás en mi vida habría cambiado el conocerte, porque sé que aunque no estemos juntos te transformarás en un recuerdo hermoso para recordar y contar.

 Mañana tengo que irme con mi madre, si quieres despedirte de mí tanto como yo quiero hacerlo. Búscame en nuestro banco a las cuatro de la tarde, te estaré esperando.

PD: Where is he?

The man who was just like me

I heard he was hiding somewhere I can't see

Where is he?

The man who was just like me

Heard he was hiding somewhere I can't see

And I'm alone, and I realize that when I get home

Even."

 Una pequeña lágrima empezó a deslizarse por mi mejilla y una sonrisa tímida se asomó en mis labios. Él recordaba la canción y quería verme, tenía que ir. Pero, ¿y su madre se enteraba? ¿Si nos veía? ¿Qué haríamos? ¿Nos esconderíamos? No, tenía que enfrentarla y decirle que Even ya podía tomar sus propias decisiones.

 Toqué el timbre y para cuando Eskild abrió no pude explicarle por qué sonreía tanto.

Catarsis | evakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora