Nuestra Primavera || ObiKaka

Nuestra Primavera (Parte 2)

Iban apresurados, el peligris quejándose todo el tiempo por que Obito tenía su mano agarrada mientras iban caminando (o literalmente casi corriendo).

—¡Eh!—llamaba Kakashi desesperado—¡He dicho que me sueltes!

—¡Espera, casi llegamos!—Obito también estaba cansado pero sentía que si soltaba la mano de su compañero perdería el valor con el que le había agarrado.

(...)

Después de 1940 años –según Kakashi– al fin habían llegado a lo que parecía ser un valle, todo de verde y sólo algunas flores se podían destacar entre las hierbas. Detrás, un hermoso manantial recorría entre las rocas cercantes.

Kakashi miraba todo impresionado. Por supuesto, a Obito le agradaba que él estuviera así.

｢¿Uh?｣

Jadeó de sorpresa, al ver cómo una cosa negra cubría sus ojos. Obito le había puesto una especie de máscara en los ojos para que éste no pudiera ver. De inmediato se alarmó y trató de quitársela pero Obito fue más rápido y sostuvo sus manos, las cuales amarró con una cuerda roja.

—¡¿Q-qué es esto?!—Gritaba Kakashi alterado, le asustaba que le bloquearan la vista y se sentía acorralado.

—No te preocupes Kakashi...te aseguro...que te gustará —Susurró Obito, poniendo a Kakashi en el suelo lleno de hierba.

En seguida empezó a observar el hermoso cuerpo de su víctima, admirando cada detalle de él. Algunos abdominales se veían marcados en la parte de su estómago, esa era una de las tantas cosas que le gustaban a Obito, que Kakashi se ejercitara, siempre permaneciendo con ese cuerpol escultor.

Obito puso su mano en la entrepierna de Kakashi, masajeando esa zona. Siguió hasta que escuchó un sutil gemido de su acompañante.

—Oh Kakashi...¿ya te empiezas a excitar?—hizo una media sonrisa.

—¡I-imposible! ¡Dejame ir!—gritaba con el deseo de escapar de allí. Hacer eso fue un error, ya que molestó en demasía a Obito.

—¿Para qué? —Obito se le acercó de manera amenazante , sosteniendo con fuerza el mentón de Kakashi, elevando la máscara negra hacia sus ojos, aunque sabía que no podía ver— ¿Eh, Kakashi? ¿Para qué te quieres ir? ¿Para estar con la zorra de Rin?—apretó más la entrepierrna de éste, haciendo que soltra un gemido de dolor.

—A-ah...Obito...dejame ir...—Obito sintió unos deseos de hacerlo gritar su nombre y de hacerlo llorar, ¿porqué él no quería estar ahí? Debe ser evidente, porque se quiere ir con Rin ¿no? Era lo que hacía que su sangre ardiera. —P-por..favor...

—Maldito...—puso al menor (sí, Kakashi era menor que él por un mes de diferencia) de espalda contra el tronco de un árbol que se encontraba ahí. Admirando ese trasero tan deseable que tenía. —Aprenderás a no jugar conmigo.

Como si un aura asesina se entrara en el cuerpo del pelinegro, se enfureció mucho y de un sólo tirón, rasgó el pantalón de Kakashi por detrás, haciendo que se rompiera y se hiciera una abertura por la cual se veía la entrada de Kakashi perfectamente.

—¡Agh!—pero no pudo agarrarlo, ya que el menor empezó a gatear rápidamente con sus manos en el césped. Como era evidente, no se pudo escapar, pero Obito tuvo que hacer un gran esfuerzo para mantenerlo quieto.