-¿Quien habla?- pregunté de una manera tratando de ocultar mi nerviosismo al saber quién era aquel hombre que me marcaba.
-Satanás, mi pequeño demonio- dijo con una voz gruesa y ronca.
-Necesitamos vernos, conocerte- y una risa recibí de su parte. -En serio, esto no es un juego- y este río nuevamente haciendo que mi paciencia se acabara. - A las 3 de la tarde te veo en el parque cercano a la Plaza y del Club- y solo escuche un ruido extraño al fondo, como si estuviera en un callejón. -¿Dónde estás?- pregunté con un tanto de miedo.
-Me gusta que te preocupes por mí, y ten en cuenta de que mañana te vea ahí pero hay un pequeño problema, la resaca no me dejará levantarme de la cama- y río como siempre -Pero solo por ti me levantare mi niña- dijo en tono burlón
- Nos vemos ahí- y finalmente colgué tratando de poder consolidar el sueño. Finalmente cerré los ojos y pude dormir un rato más(...)
Mi celular empezó a vibrar, y cuando vi la hora maldije internamente, era la 1:30 de la tarde y yo tenía que salir a más tardar 2:40 p.m. para ir a ver a el chico misterioso. Corrí al baño y abrí las llaves esperando a que el agua calentara un poco más para poderme bañar lo más rápido que pudiera. Me termine de bañar en 15 minutos y me cambie igual de rápido vistiendo unos leggins negros pegados con una blusa blanca sencilla y mis converse blancos, había decidido alisarme el cabello y maquillarme lo más natural posible. Baje corriendo las escaleras a las 2:00 para comer algo, pues me había dormido de más y no había alcanzado a desayunar, al llegar a la cocina estaba ahí comiendo un plato de cereal Jake mi hermano.
-¿A dónde vas tan apurada?- me preguntó con la boca llena de cereales, mientas veía su celular.
-A caminar un poco, nos vemos al rato- le dije mientras me dirigía a la puerta principal, y no sabía porque pero está nerviosa, finalmente conocería al dicho muchacho que me llamaba a las tantas horas de la madrugada.
La trayectoria del camino fue corta, pues el venir pensando en mil y un cosas que le iba a preguntar había hecho que llegará más rápido, me senté en una de las bancas un poco aisladas de las demás, esperando a que el dicho hombre apareciera. Pasaron unos minutos cuando un mensaje llegó a mi celular, rápidamente los desbloquee y me desilusione al ver que era un mensaje promocionando marcas y ofertas de celulares. Decidí ir a comprar una botella de agua ya que me estaba muriendo de sed, pasó media hora y al ver que no venia me di por vencida, marque a su número y me dejaba en buzón, no tenía pensado rogarle así que comencé mi cambio a casa diciéndome a mí misma él como no se me pudo pasar por la cabeza que un idiota ebrio me dejara plantada, al fin y al cabo no tenía mente más que para el alcohol.
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Llamadas.
Teen FictionSé que jamás me arrepentiré de haber cogido la llamada entrante aquella noche.