Esa voz... Era grave y profunda ¿un adulto? Tal vez un doctor, si, eso debía ser, era la madrugada, ¿!Quien mas podría ser?! Pero eso respondía a la cuestión menos importante que tenía; ¿que tanto decían? Escuche que Tomas debía comentarme algo ¿pero que era?
Antes de hacer nada, el cansancio me cayo como una pesa de plomo, hierro y todo tipo de metal, de repente me sentí tan exhausta, lo cual me causo horror; hace unos segundos estaba rodando tanto, casi sentía que podía volar pero ahora... Hasta observar dolía...
Sentí la presencia de la luz a mis pies (ni siquiera me moleste a mover mis ojos a esa dirección) así que cerré los ojos, era Tomas, arrastraba los pies, señal de que estaba triste o frustrado, pero notaba que iba mas lento, lo que significaba que eran ambos.
-no te quiero perder...- susurro, apenas audible, quizás hasta había escuchado mal ¿perderme? Yo no me iba a ir a ningún lado, según yo.
Arrastro una silla plegable junto a la cama y se recargo la frente sobre sus brazos cruzados que estaban encimados en la cama, y empezó a sollozar. Era horrible eso, el todo poderoso Tomas, llorando... Sentí un nudo tan apretado en el abdomen que casi iba a vomitar; mi mano se movió levemente hacia el, parecía que no lo había notado, pero después de un rato levanto la vista, o eso sentí por la forma en que se movía ya que, pues yo tenia los ojos cerrados; tomó mi mano y la pusó contra su mejilla, estaba completamente húmeda, tenia ganas de abrazarlo, pero había dos cosas que me lo impedían, uno: no podía siquiera moverme y dos: el no podía saber que yo lo había visto llorar, hacia mucho lo descubrí llorando, y el me juro que si lo volvía ver llorar ese día se mataba, y lo peor era que el siempre cumplía lo que decía, no importa lo estúpido que fuese, siempre media sus palabras y lo que prometía o juraba lo cumplia, por eso me mantuve quieta.
Mi dedo se movió levemente, como un reflejo.
-ya sabia que estabas despierta-
-lo sien-...-
-¡no abras los ojos!-
-¿que?-
-te dije: si me ves llorar de nuevo me mato, así que si no me ves esta bien-
-a..ah ok-
Acaricie su mejilla, sentía que su pómulo se levantaba, entonces estaba sonriendo.
-¿desde cuando estas despierta?- aun tenia la voz quebrada
-cuando entraste me despertaste un poco-
-ya veo...- suspiro disimuladamente, pero como mi mano estaba sobre su mejilla lo sentí perfectamente
-¿tu no volverás a casa?-
-no, me quedare aquí contigo-
-pero...-
-pero nada, es mi decisión quedarme-
Con mucho esfuerzo me moví a una orilla de la cama, sorprendentemente se sentía grande, un poco mas grande que una cama individual pero mas pequeña que una matrimonial.
-¿Que estas haciendo Lena?- su tono de voz se escuchaba un poco divertido
-si te vas a quedar, no quiero que te quedes parado-
Soltó una leve risa.
No seria extraño que estuviéramos en la misma cama, ya que cuando era mas pequeña, como a los 8 años, mi madre me llevaba a casa de Tomas, y había días que se le olvidaba ir por mi, la madre de Tomas me dejaba quedarme a dormir, el cuarto de mi mejor amigo era realmente grande, tenia una enorme litera que tanto arriba como abajo eran camas matrimoniales, supuestamente me tocaba en la cama de arriba, pero empezaba a llorar, así que Tomas subía y se metía en la cama conmigo, y así nos poníamos a hablar hasta que alguno de los dos se quedaba dormido, normalmente era yo la primera.
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Detrás de esa sonrisa y ojos verdes
Romance"Me pregunto si mi rutina es "normal" o en todo caso¿que rayos es normal?. Normal denomina a aquello que la mayoría de la gente hace o una conducta o actividad hecha por la mayoría, eso lo llaman normal" "Quiero mantener la sonrisa en mi rostro, pe...