Bebés de Sangre

Es mío. No lo mires a menos que desees que te arranque los ojos hasta atravesar tu maldito cráneo con mis dedos, desgarrare con mis uñas el poco cerebro que tienes, bueno... si es que tienes, lo cual dudo ya que hubieras sido lo suficientemente inteligente para no mirar lo que es mío, más bien ¡NO MIRAR, OLER, ESCUCHAR Y MUCHO MENOS TOCAR LO QUE ES MÍO! ¿Qué si soy agresivo? ¡¿Cómo no serlo?! Si más de una persona ha intentado alejarme de él ¡Si eso es ahora que será en el futuro! Mierda... y tan solo tenemos 5 años... ¡ARGH! Un niño como yo no puede tener este tipo de estrés, pero debo hacerlo, debo protegerlo, él es mío y yo soy de él, nacimos para estar juntos, si no fuera así entonces ¿Por qué carajo somos gemelos? Mellizos para ser exacto. Compartimos el vientre materno, nos desarrollamos lentamente sintiendo nuestras células convivir juntas, podre ser un niño pero estoy consciente de que aun siendo un feto yo ya te amaba y tú a mí, la prueba máxima es la unión de nuestras costillas en el desarrollo. Estábamos conectados tan literalmente que creí que era la oportunidad perfecta para hacer que me ames como el único ser que puede estar contigo, hacerte ver que no había más opciones ¡Solo yo! Ni siquiera nuestros padres, no... esos malditos, agradezco que nos crearan pero mi odio hacia ellos no puede cambiar, no desde que decidieron separarnos, ¡¿Por qué?! Yo era feliz al estar unido a él, pero claro, ¿Dos bebes unidos dan asco verdad? ¡A la mierda con mis padres y el doctor que hizo la cirugía! ¡¿Ustedes que van a saber de mi o de él?! Yo era un bebe, uno muy consciente de lo que ocurría desde mi gestación, aunque solo soy un mocoso por ahora, he hecho cosas que ningún otro mocoso se atrevería a hacer, y lo mejor de todo es que no he sido atrapado en el acto, lo se sonó muy egocéntrico de mi parte pero ¿Qué quieren que diga? Todo sea por él, por mi otra mitad, por mi razón de vivir y existir, por mi amor, por mi ángel, por mi Eren.

-¡Te amo hermano!- Exclamo alegre mientras dejaba ver ese rubor tan suave de inocencia pura...

-Te amo Eren, pero no me digas hermano...-

-¿No te gusta ser mi hermano?-

-Al contrario ¡Me fascina! Es la prueba máxima de que tú y yo nos pertenecemos, pero amo más escuchar mi nombre en tus dulces labios...-

-¡Levi!- Juntos se fundieron en un abrazo protector...

Mi nombre es Levi Jaeger, tengo ojos grises, cabello negro y 5 años, si ya sé que lo repito mucho pero ¿Por qué? Pues me gusta hacer creer a otros que por ser un mocoso soy débil, y así cuando menos se lo esperan puedo atacar sin que sospechen de mí, hacerse el inocente es tan fácil, solamente una persona ha notado mi maldad y es aquella que es merecedora de mi amor, mi Eren. Él es mi hermoso ángel y mientras yo soy un maldito demonio, merecedor de todo ese amor de mi hermanito. Como dije antes, nacimos de Carla Jaeger, nuestra madre que nos albergó 9 meses donde nos formamos como mellizos o gemelos dicigóticos, significa que no somos iguales como deberíamos, lo cual estuvo bien para mí, si Eren fuera exactamente mi gemelo nuestro amor sería una representación rara de narcisismo ¿No? En fin, mi amado hermano tiene un hermoso cabello castaño y unos ojos verdes que solo brillan para mí, gracias a Dios tenemos la mayor parte de la belleza de nuestra madre, si fuera de nuestro padre Grisha ya me hubiera suicidado desde el vientre y me llevaría a Eren en el acto, antes muertos que separados. Eso no quita que odie a mis padres, ellos decidieron operarnos de la unión en nuestras costillas, pero claro, unos bebes no pueden hablar y menos opinar, ¡No queríamos separarnos! Y si, hablo también por Eren, aunque no sé si él tenga el mismo poder de percepción que yo desde ser feto, pero queriendo o no él no debía estar separado de mí, desde ese momento jure que haría todo lo posible por estar juntos, porque así tenía que ser.