Cautiva

Lauren

Nada sobresalía en mi día a día, en más de una ocasión intenté abandonar mis estudios porque no le veía lo interesante a estar siendo preparada para vivir el resto de mi vida bajo un régimen impuesto por lo que conocemos como "sociedad", yo siempre quise ser libre, siempre quise viajar, ser una con todo lo que me rodea, pero todo cambió cuando conocí a Bradley, él no paraba de estar cerca mío, él no paraba de seguirme, él no paraba de intentar seducirme, y, debo admitir que en más de una ocasión acabé cediendo a sus propuestas. El cabrón no estaba nada mal. 

Mi vida es completamente normal, o bueno, siempre trato de mostrar a las personas que así es, aunque yo sé que mi vida es un completo asco. Mi novio me dejó hace ya unos años por una tipa mucho más bonita que yo, mis padres se están divorciando y me mandan sus regalos estúpidos cada día para convencerme de vivir con alguno de ellos, no quedé en la universidad que anhelaba quedar, en lugar de eso terminé estudiando en la primer escoria en la que fui aceptada, mis "amigas" sólo me buscan para pedirme algún favor relacionado con el dinero, saben que mi familia, aunque esté destruida, sigue teniendo bastante dinero, y en algunas ocasiones me hablan para cubrir otra de sus aventuras sexuales con alumnos de la basura de instituto en el que quedé. 

Lo único que tengo bueno en mí, y sé perfectamente que nadie me podrá superar en eso, es mi intelecto, soy bastante precavida cuando tengo que decir algo, analizo todo lo que los demás puedan llegar a decir para tomar la decisión que mejor me venga y, al finar sacar todo el provecho que me dé la gana sacar.

Un día cualquiera, antes de irme al instituto "arreglé" mi cuarto.

—Wow, cada vez es más difícil saber dónde puedo pisar y dónde no, esto es como un campo minado, donde no hay ropa sucia, basura o condones usados, hay comida de días anteriores, algún bicho muerto... ¡Perfecto! Al menos está más limpio que el día de ayer, supongo que eso es suficiente.

Al salir de mi cuarto y dirigirme a la salida pude ver la correspondencia que me habían dejado, es poco usual que yo reciba alguna carta o paquete de correo, esto me llamó bastante la atención así que fui a revisar lo que había. El primer sobre no cumplía con todos los requisitos que se necesitan para que la oficina de correos diese con mi casa, eso me pareció bastante extraño, la parte delantera sólo decía «Importante» y la parte trasera estaba completamente en blanco, no le di muchas vueltas al asunto y abrí el sobre para leer la carta que se encontraba en su interior.

« ¡Hola Lauren! Hijita adorada. 

Sabemos que esto no es común, por lo regular tu madre te manda escritos por su parte y yo por la mía, aunque esta vez es un poco diferente, puede que sea difícil de creer pero hemos arreglado hasta cierto punto nuestros problemas. Seguiremos con el divorcio porque consideramos que es lo más sano para la familia, pero ya no te trataremos de comprar con regalos, ya eres lo suficientemente grande como para hacerte cargo de ti misma, decidimos también que las empresas que tenemos en el matrimonio, tres de ellas te las heredamos en vida. No pensamos mantenerte toda la vida, con ellas es más que suficiente para poder llevar tu ritmo alocado de vida muchos años sin que muevas un solo dedo.

Esperamos que comprendas nuestra situación y puedas entender nuestra postura. Adiós.

Atentamente: Tus queridos padres.»

Bueno, al menos ya "arreglaron" sus problemas, ya no estoy atada de las decisiones que mis padres tomen, dejaré de ser un juguete para su diversión y seré "libre". Espero que esto no me cueste tanto.

Las siguientes cartas eran respuestas a mis solicitudes de posibles trabajos en los que tenía planeado presentarme  apenas finalice mi carrera, para mi enorme gusto y satisfacción, todas y cada una de ellas estaban rechazadas.