Cautiva

Flashforward

Aunque nos encontrábamos en la obscuridad los podía ver, me hizo señas para que no hiciera ningún ruido o algún movimiento brusco, luché contra todo lo que está dentro de mí para no gritar despavorida por el temor que esa bestia estaba imponiéndome con sus ojos amenazadores mientras nos buscaba entre la eterna y espesa noche.

Me pregunto cuánto habrá sido, ¿Diez segundos?, ¿Doce?, ¿Quince?, no lo sé con exactitud, pero sin importar cuánto tiempo haya sido, lo sentí eterno, y estoy seguro que Lauren también lo percibió así, verlo ahí, con esa furia incontrolable en su rostro, sólo podía rezar para que se fuese lo más pronto posible, para que esta pesadilla terminase de una vez por todas, para poder librarme de Lauren, le seguiría el juego el mayor tiempo posible y así salir viva de esta, llegaría a la ciudad y la delataría, no quería ser engañada por alguien más, y mucho menos en esta noche. Después de buscar bastante rápido, Brad se fue corriendo en la dirección de la que venía, apenas se dio la vuelta pude respirar con algo de tranquilidad, esa presión en mi pecho se desvaneció considerablemente, no por completo, pero sí se redujo mucho.
Volteé a ver a Lauren, ella seguía con la mirada perdida, atónita, no podía reconocer al que hasta unas noches antes era su compañero, su pareja. Fui con ella para intentar hacer que entre en razón y nos pudiésemos ir de ahí lo más pronto posible.

— Lauren, por favor - le dije con la voz entrecortada por el pavor que aún sentía-, vamos, hay que irnos ya, por favor.

Pasaron unos pocos segundos antes que ella reaccionara a lo que le dije, regresó en sí y volteó a verme incrédula de la suerte que acabábamos de tener.

— No te preocupes Camila - Por su tono casi imperceptible sabía que quería hacerme sentir segura a su lado aunque ella estuviese igual de temerosa que yo-, estoy contigo, no te voy a dejar sola. Juntas saldremos de esta a salvo.

— ¿Qué podemos hacer? Tengo miedo.

— Escucha Camila, yo también tengo miedo, pero, ¡Ya sé! –Dijo exclamando. Al instante se retractó por haber levantado la voz, continuó hablando a los pocos segundos de corroborar que Brad no la había escuchado y que no venía en camino, sólo que ahora estaba hablando más tenue.-, recuerda la frase que tengo pegada en mi cuaderno. «Everything will be okay in the end. If it's not okay, it's not the end» Así que, mientras tú y yo no estemos fuera de este lugar, mientras no estemos seguras, y mientras no te presente a mis papás, no habrá terminado.

Tomó mi mano y nos fuimos en cuclillas, tratando de no hacer ruido, ver apenas unos metros delante de ti dificulta mucho tu caminata, no sabes si unos pasos delante de ti habrá un hoyo o algún animal, caminar con la poca luz de la luna que se filtra entre las espesas copas de árboles hasta nosotras es un martirio, pero ambas preferimos hacer esto a no avanzar y correr el riesgo a que él nos encuentre.
Después de avanzar unos cuantos minutos ya podíamos ver a una mayor distancia delante de nosotras, Lauren aún estaba tomando mi mano bastante firme desde hace ya tiempo, esto no me agradaba del todo, aunque debo admitir que tampoco me disgustaba que esté haciéndolo.

Seguimos caminando hasta llegar a un claro, poder ver un árbol tirado entre un lugar en el que podíamos ver prácticamente todo a nuestro alrededor, podíamos descansar ahí y reponer las energías que habíamos gastado durante las noches anteriores a nuestro escape, junto al árbol hicimos lo más rápido que nuestro cuerpo nos permitía un agujero en el que podíamos meter lo poco que nos estaba acompañando, agua, una mochila vieja con algunas provisiones que robamos y algo de ropa que Lauren tomó para mí. Cuando terminamos de improvisar un escondite dejamos que nuestro cansancio se apoderase de nuestro cuerpo, nuestros pies ya no aguantaban el peso de haber huido durante un largo rato y nos acostamos entre la maleza.

Tomé de la mochila un encendedor y comencé a hacer una fogata lo más pequeña que pudiese para no llamar la atención a lo lejos, pero sí lo suficientemente grande como para mantenernos calientes durante la noche.

— ¿Qué estás haciendo? Apaga eso. –Me dijo Lauren apenas vio que estaba encendiendo las primeras ramas que encontraba secas.-

— Ni loca, esta fogata podría salvarnos la vida, aunque sea tiempo de calor, en este bosque se baja mucho la temperatura durante la noche, además, la luz de la luna no nos durará para siempre, hay muchas nubes y estoy segura que es cuestión de nada para quedarnos a ciegas de nuevo.

— Si es por el frío quédate tranquila, yo te voy a calentar durante la noche, si es por la luz, mientras menos llamemos la atención será mejor para nosotras, así que...

— ¿Qué?, -Interrumpí apenas me di cuenta de lo que me estaba diciendo.- ¿Cómo que me vas a calentar durante la noche? Por favor Lauren, ni que tuvieses tanta suerte como para dormir conmigo y calentarme.

— Pues, eso no era lo que decías cuando estábamos encerradas, ¿O acaso no significó nada para ti lo que hicimos?

— No hicimos nada, por favor, sólo te besé porque necesitaba sentirme segura, así que, no intentes tocar ese tema de nuevo. Por favor.

Por mucho que tratase de ocultar lo que sentía, ese beso sí que significó algo para mí, tener a Brad tanto tiempo asustándome, teniéndome amenazada, no saber dónde estaba Normani, Ashley, Ally, Dinah, pasar de estar en un momento grandioso con ellas a no tener ni idea de en qué lugar me encuentro. Tener a Lauren a mi lado durante todo este tiempo me ayudaba a tener algo de esperanza, Brad es completamente diferente a ella, parecía que Lauren fuese también un rehén del que en ese momento era su novio. Y, hasta cierto punto el hecho de tener a una segunda rehén me daba una sensación de alivio bastante grande, cuando él se fue y nos besamos, es en este momento en el que me pregunto, ¿Por qué me siguió el beso?, ¿Quizá fue porque sentía esas tan mencionadas mariposas en la boca del estómago? No lo sé, y creo que es mejor así.

— Vamos Camila, ambas sabemos que nos gustó. Además, desde aquella noche que te vi en el antro me pareces alguien muy atractiva.

Mientras me decía todo esto se acercaba a mí, no podía huir, no tenía a dónde, no podía gritar, Brad podría escucharme, no la podía apartar, quería que esto siguiera su rumbo.

— Y, desde aquél beso que me diste, he estado pensando constantemente en regresarte el favor, pero entonces me miras y olvido por completo lo que te iba a decir, mi mente se pierde entre pensamientos banales y, justo en este momento puedo sentir que si no te beso, y rápido, es porque no te merezco.

Ya no podía pensar en nada más, me importaba poco que Brad nos encontrase en ese preciso instante, me importaba poco si Lauren me estuviese engañando para un futuro, ¡Por Dios!, dejaré que me bese, si llega a más también lo voy a permitir.

Me tomó por la cintura, puso una de sus manos en mi barbilla mientras me besaba, le seguí el beso, aunque no podía creer que estaría con una chica en un bosque, sucias, cansadas, vaya que los deseos pueden ser más fuertes que una en ciertas ocasiones. Como pudimos nos recostamos entre la "cama" que habíamos improvisado hace poco, no paraba de besarme, podía sentir cómo su lengua exploraba todo mi interior. Diablos, ¿Por qué?, ¿Por qué ahora que estamos en un peligro latente?, ¿Por qué cuando comienzo a dudar de ella?, ¿Por qué ahora me besa mejor?

— Antes no pude terminar con lo que habíamos empezado. Debo admitir que no es, ni será la mejor experiencia que he tenido en mi vida, hacerlo en el bosque no suena muy bien que digamos. Pero, si es contigo, estoy segura que lo mejorará todo.

Ya no puedo desistir de mis instintos carnales, ella no se está conformando con un beso, puedo sentir cómo está bajando su mano de mi cintura hasta mi trasero, Lauren Jauregui me desea, aquí, en lo profundo del bosque, y yo la deseo a ella.

Ambas dejamos de hablar, hay ocasiones en las que sabes que están cómodos porque ninguno siente la necesidad de hablar, no existe ese silencio tan molesto, pues, esta es una de esas ocasiones.

— Está bien Lauren, haz lo que quieras, pero te advierto que cuando esto termine vas a querer más.