| N e v e r |

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Camine hacía la puerta donde el idiota había entrado y ahí es cuando veo que esta sin seguro. Trate de salir pero cuando lo hice un par de chicos sé acercaron. Uno de ellos traía una capucha ocultando su cara.

Entonces escucho la voz del cretino.

-¡Vaya! Pensé que jamás saldría- lo escuche decir mientras se acerca a paso lento, quería que le tuviera miedo, pero no le daría el gusto.

- ¿Sabes? Estoy de buen humor, así que te doy la oportunidad de liberarme.- contesté ignorando su comentario anterior, lo ocasionó que sé enojará por que apretó lo puños.-

- Nadie salé de nunca jamás sin mi autorización - me gritó enfrenté de mi cara.-

Uy pero que humor sé cargaba.

- ¡Que asco! Me haz tirado saliva en la cara - hice cara de asco.- Mira, piensalo bien, yo no sé ni hacer una cama -le explique tratando de librarme de esta.- No te sirvo de nada.

- Tal vez tengas razón pero yo sólo te tengo aquí para vengarme de tus amigos -me sonrió cínicamente - sí te mantengo aquí lo más seguro es que vengan por ti.-deslizó su pulgar en mi mejilla y lo miré con repugnancia - Y cuando lo hagan los mataré a cada uno pero sí dejes de causar problemas juró que tu muerte será rápida.

Deslizó nuevamente su pulgar por mi mejilla para quitar la lágrima que bajaba por ella. Me alejé de él impidiendo que me tocará de nuevo.

-Sabes que pasará sí intentas hacer algo estúpido.-miró hacía la jungla luego regresó su vista a mi guiñandome un ojo para luego desaparecer entre la espesa jungla.

Alguien jaló mi vestido, volteé hacía bajo encontrando a un pequeño de tal vez unos 8 años.

-¿Sigue siendo igual allá fuera?- preguntó.

Lo miré extrañada.

-¿Fuera de isla?-asintió sonriendo un poco triste- Depende.-contesté un poco confundida. -¿Cuanto tiempo llevas aquí? -lo miré atenta.

-No lo se. -contesto mirando el pisó.-

- A ver intentemos, ¿cuándo naciste?-me puse de rodillas para estar a su altura.

-Se quedo pensando bastante tiempo- Creó...-trató de recordar - 13 de septiembre del 1903.

-Sabes que eso es imposible, estamos en 2014-.

- En la isla nadie ni nada puede envejecer - contestó pero luego el chico de la capucha que vi hace rato le habló al parecer ahora nadie sé me puede acercar o que.
-

No tengo la peste negra, amigos.

Un chico salió corriendo de la jungla y empezó a gritar "intrusos".

Todo paso muy rápido los chicos corrían por todas partes, uno de ellos me obligó a entrar a la cabaña de donde había salido. Podría ser Emma y los demás. Dejé de moverme mientras me llevaba a la cabaña cuando sé descuido salí corriendo hacía la jungla.

Entonces siento como unas manos me sujetan mi cintura, volteé y veo que es él chico de la capucha.

-No creo que te salves de está, Pan se va enojar -río para si mismo.-

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Peter amenazó con matarla y la rashita salió rebelde.

MarilynDean

La Chica Perdida ➳ Robbie Kay Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora