Instagram {Karim Benzema}

28.

Sara Griezmann ha publicado una foto.

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Saragriezmann Look me in the eyes, baby don't lie.

Ver los 1793 comentarios.

Neregameiro Ojazos los que te gastas❤.

Nairyalarcon Madre mía, que hermosa😍.

Toni.kr8s 😍😍😍.

Antogriezmann Me haces el favor y le vas bajando a tus caritas toni.kr8s

Koke6 Salió a flote el gringuito celoso😂.

Carobouchard Pero que guapa😏.

Alebenz Yo espero que estés lista cuando vaya por ti😂.

Vickybouchard Aun no entiendo como sigues soltera.

Fernandotorres Fácil, nadie quiere tener a Antoine de cuñado vickybouchard.

Garethbale11 Dice toni.kr8s que él si😏😂.

Sofiacasillas Que guapa Sara, estáis divina❤.

Sara Pov.

Estaba esperando a Alejandra, me escribió para decirme que debíamos vernos con urgencia.

Nos conocimos gracias a nuestros hermanos y aunque actualmente sean rivales de equipo, nosotras somos grandes amigas.

Como Antoine tenía partido por la tarde, sabía que no estaría de entrometido por acá así que podría hablar con Ale en paz.

El timbre sonó por toda la casa, corrí hacia la puerta y me encontré con Alejandra la cual entró como cohete, no me quedó de otra que seguirla.

—Madre mía Sara, tengo que contarte muchas cosas. —comentó la originaria de Lyon apenas llegó a la sala.

—Venga Ale, primero se saluda. —le reproché mientras reía.

—Sabes, eso no importa ahora. —se calló por unos segundos.

—Vale, vale. Cuéntame, ¿qué ha pasado? —la observé con preocupación.

—Es acerca de Daniel. —comentó y sus mejillas se tornaron rojas.

—Vamos, habla ya. —presioné para que hablara.

—Estuve a punto de acostarme con él. —tapó su rostro con sus manos.

—MADRE MÍA, ALEJANDRA BENZEMA. —grité de la impresión.

—Vamos, si quieres lo publicas en la prensa.

—Perdona, pero me ha tomado por sorpresa, pensé que se estaban conociendo. —la observé confundida.

—Desde que regresé a Madrid hemos hablado todos los días, además de vernos a escondidas. —sonrió apenada. —y no fuimos más allá porque me sentí mal, hacer todo a escondidas no es lo mío.

—Bueno, por lo menos no sucedió algo de que arrepentirse luego, sólo te digo que debes ser más responsable y pensar las cosas antes de actuar. —coloqué mis manos sobre las suyas.

Estuvimos hablando un largo rato hasta que su celular empezó a sonar.

—Hola hermanito. —hizo una pausa.—¿debo ir ahora? Es que estoy ocupada con Sara. —observaba como se estresaba por lo que le decía su hermano mayor. —me debes una grande Karim, voy para allá.

—¿Qué sucede? —pregunté curiosa.

—Debo ir a casa de mi hermano, Meliá está allá y no tiene con quien dejarla, ¿me acompañas? —pidió la francesa.

—Vale, vamos.
Tomé mis cosas y le envié un mensaje a Antoine para avisarle que estaría en casa de Karim con Alejandra.
Apenas llegamos, Karim nos agradeció por el favor y nos dejó solas con la pequeña. La rubia era un sol, muy tierna aunque le costaba hablar español, lo bueno es que yo también hablaba francés.

Luego de un tiempo, el timbre empezó a soñar con insistencia.

—Ale, yo voy. —le avisé a la castaña que le daba de comer a su sobrina.

—Vale, gracias.

Caminé con pesadez hacia puerta, abrí lentamente y me encontré con un hermoso rubio, el cuál me observó extrañado.

—Hola Sara. —saludó amablemente el alemán.

—Hola Toni, ¿qué haces aquí?—pregunté sonriente.

—Se supone que vería a Karim, pero no sé dónde está. —se quejó al no ver el auto del gato.

—Pues Ale y yo estamos cuidando a Meliá porque tuvo que salir, si deseas puedes esperarlo aquí.

El alemán aceptó sonriente, lo deje pasar y se sentó en el gran sofá que se encontraba en la mitad de la sala.

Alejandra en cuanto lo vio se sorprendió, pero no le tomó mayor importancia.

La castaña nos dejó solos con la excusa de llevar a Meliá a su habitación.

—Sara... —observé con atención al alemán. —tal vez creas que estoy loco, pero eres más hermosa de lo que pensé.

Al escuchar esas palabras pude sentir como mis mejillas se tornaban rojizas.

—Gracias Toni, tú eres más guapo de lo que parece en las fotografías. —no me fijé en la tontería que acababa de decir.

El alemán sonrió al escucharme, vaya que soné muy tonta.

—Tal vez a tu hermano no le parezca, pero espero que podamos salir un día.—colocó su mano sobre la mía.

—Anto no tiene porqué molestarse, así que por mi encantada.

El rubio no contuvo la emoción y besó mi mejilla, lo que él no sabía era lo que causó esa acción en mi.

Mi estómago era todo un Harlem Shake y Toni Kroos era el culpable.