Las Tres Razas

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Las Tres Razas...

"Una gran explosión planetaria, sacudió desde sus más profundo cimientos a la madre tierra. Su onda destructiva se propagó rápidamente al paso que se podía escuchar los gritos, llantos, lamentos y súplicas de las personas casi en una voz  esperaban ser salvados o quizás ¿perdonados?

Pronto las grandes ciudades de mundo fueron cayendo desvastadas quedando reducidas a solo escombros. La madre tierra se abrió cuál mujer abriendo la piernas para parir, lo que provocó intensas sacudidas en aquellas interminables horas de parto. Desde el centro emergió una llamarada intensa y a la vez purificadora en compañía de grandes temblores y terremotos.

Era como si tanta sacudidas prepararán el alumbramiento de una nueva era terrestre y así fue.

Los continentes, luego de miles de años desde la primera separación fueron desprendiéndose  y volviéndose a reunir en un modo constante. Todo aquellos cambios sucedieron de manera brusca y sin contemplación alguna. Luego de tanta agonía y debacle terrestre. Del interior emergieron nuevos continentes exponiendo un verde sanador que se podía respirar a plenitud. El renacimiento de una nueva estirpe había sido la privilegiada para establecer la unión entre lo místico y la naturaleza, entre la tecnología y lo natural; el nacimiento de Las Tres Razas
que surg..."

—¡Ataya! ¿Entonces así nacieron Las Tres Razas?! —interrumpe Kumey, sin dejar que su abuela Androga, shamán de la tribu Wayupe termine su relato.

—¡Qué jovencito tan imprudente! Si me dejas continuar te revelaré todo sobre las tres razas —dice Androga con una sonrisa a su nieto que encuentra sentado en una roca cerca del río de agua clara.

—Las tres razas emergieron luego del terrible castigo de madre tierra, nieto travieso. El hombre sucumbió ante el descuido y olvidó sus raíces ancestrales en su paso terrenal. De esa manera contaminó, profano e irremediablemente destruyó el hábitat sin detenerse a pensar que no era el único ser viviente sobre la tierra. Fue irrespetuoso y cruel con las demás criaturas...

—¡Ah! O sea, ¿Qué el hombre antiguo era malo, Ataya? —interrumpe de nuevo Kumey.

—No todos, mi niño, no todos ¡Sabes! —continúa la calmada anciana—. También existieron aquellos que trataron de cuidar el planeta, pero debido a la maldad de las grandes corporaciones y transnacionales  mundiales, estas impidieron la labor ecológica de muchos de estos buenos hombres. En cambio otros olvidaron lo importante de vivir en armonía con el ambiente. Fueron acumulando cosas materiales y así olvidaron que la naturaleza si la cuidamos, nos brinda todo aquello que necesitamos. -recalca la abuela de Kumey tratando de continuar con la historia.

"...Las Tri-Razas representan el nuevo orden del planeta, que es la única nave espacial que tenemos y debemos manipular con sabiduría. Somos los responsable de proteger la nueva madre tierra, pues el hombre utilizó la era de la inteligencia artificial para destruirla al tomar malas o egoístas decisiones lo que terminó con la destruc..."

—Pero, Ataya... —interrumpiendo por enésima vez—. Aún tenemos tecnología ¡¿Lo olvidaste?! —le recuerda Kumey señalando hacía la montaña donde está la Torre primaria del CTW, Centro Tecnológico de la tribu Wayupe.

—No lo olvido, Kumey, no lo olvido. Sin embargo —dice en tono reflexivo—, lo que quiero que entiendas —si me dejas terminar, mi querido nieto— es que el hombre antiguo no supo aprovechar los beneficios tecnológicos en favor de la humanidad ni mucho menos en el planeta.

Así continuó la Shamán calmada su aclaración intentando que su vivaz nieto se estuviera quieto, pero el desbordante Kumey quiere saber y dar su propia opinión al mismo tiempo.

—Escucha bien, mi niño con el nuevo orden se ha combinado sabiamente; lo místico de la naturaleza y lo tecnológico del hombre para proteger y salvaguardar el ambiente. Estamos educando a nuestras tribus a trabajar en armonía con la madre tierra, creando de esta manera el mundo que tú conoces mi querido Kumey.

La anciana Androga sigue explicando con paciencia y cariño, mientras sube en sus piernas al vivaracho de Kumey. Juntos observan lo hermoso del paisaje libre de contaminación. Androga abraza a Kumey le sonríe y piensa:

"Al fin la tierra y el hombre conviven en armonía espiritual..."

¿FIN?

Hola a todos, espero este micro cuento sea de su agrado. Aún está sin pulir debido a que estoy trabajando desde el móvil y se me hace engorroso colocar los guiones en los diálogos y otros detalles de corrección

Atte.
Cristy love.

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