Temporary Brother ؛ KOOKV

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—¿Lo llevas todo, verdad? Que no se te olvide ese cuaderno que tanto te gusta.

—Mamá tranquila, revisé todo. Y no me gusta ese estúpido cuaderno de inglés.

—¿Estás seguro? Son la tarea de verano que te dejo el instituto, tienes que hacerlos.

—Que sí... —Alargó el "sí" y puso sus ojos en blanco mientras intentaba abrir la puerta para salir pero su madre se lo impedía.

—Vale, vale. —Intentó aguantar las lágrimas aún sujetándolo firmemente de la cintura. —Despídete como es debido.

—Adiós mamá, nos vemos en tres meses. —Quitó su agarre y se dio la vuelta para darle un beso en la mejilla. —No llores por esto, ni que me fuera diez años.

—Lo harás tarde o temprano. Es muy duro para mi.

—Vendrá ese tal Jimin, cuídalo bien.

—¡Te tendría que decir eso yo a ti!

—¿Qué?

—Sobre el menor de los Kim.

—Ah, eso...intentaré llevarme bien con él para que no me de mucha molestia.

—Sé amable, siempre lo eres. —Retiró una lágrima que caía con la ayuda de su mano. —Y aún que sea un menor, recuerda que es un chico desconocido no Nayeon. No le trates como a ella. ¿Entendido?

—Vale, entendido. ¿Ahora me puedes soltar? Me espera papá en el coche.

—¿De verdad no quieres que te acompañe?

—No, no hace falta...ya te has despedido. Ahora papá se despedirá de mi en la estación de tren, eso acordamos ¿no te acuerdas?

—Sí...bueno, llámame cuando llegues por favor.

—Te he dicho mil veces que lo haré, por favor mamá no hagas esto tan difícil.

—Lo siento... —Levantó sus manos caminando hacia atrás. —Ahora sí, puedes abrir la puerta.

—Gracias... —Murmuro cansado.

Jungkook abrió la puerta, se acercó al coche y se sentó en el asiento copiloto despidiéndose de su madre por la ventanilla.

—No va a dejar de llorar en todo el día. —Dijo el padre mientras veía a su mujer quien aún movía sus manos animadamente en forma de despedida, como si estuviera lejos.

—Lo imagino...me da algo de pena, pero exagera demasiado. —Contestó Jungkook mientras se ponía el cinturón y miraba hacía delante.

—Lo sé...no te preocupes por ella, yo me encargaré de cuidarla.

—De eso estoy seguro.

—Siempre tengo que cuidarla, tu madre es un poco despistada.

—¿No me digas? —Preguntó de forma sarcástica sacando algunas risas de su padre.

Tenían una conversación pacífica, mientras sonaba Walcott de Vampire Weekend con algunas miradas hacia la ventana de vez en cuando y en menos de unos minutos llegaron a la estación de tren más cercana.