31 de agosto de 1999
De: Sam
Para: Juliana
Hoy me levanté con un chicle pegado en la cara. Luisa me lo pegó mientras estaba durmiendo como un Koala. Pero eso valió la pena ya que cuando me fuí para la cocina a buscar algo con que quitarmelo, y no me preguntes porque fuí a la cocina porque yo no sé, ya tu sabes, uno en medio de la desesperación no razona como es debido. Bueno en lo que estaba. Cuando fuí a la cocina, me encontré con toda clase de desayunos puestos en la mesa. En ese instante se me olvidó que tenía un chicle en la cara y me senté enseguida a devorar todo lo que había en esa mesa, y Luisa con su hermosa sonrisa no paraba de demostrar que ella si sabía cocinar y no dañaba la cocina como yo lo hacía. En todo caso al menos yo intenté cocinar mi pastel. Ahora me encuentro jugando al play con Luisa y dejame decirte que es bastante buena, tanto así que voy perdiendo. Y yo que me consideraba bueno en esto.
Te dejo hermanita, bye.
ESTÁS LEYENDO
Cartas a mi hermana.
Short Story"Prometeme que nunca dejarás de mandarme cartas." Le dijo ella tomando las maletas y abriendo la puerta. "Te lo prometo." Respondió él, para después abrazarla tan fuerte como le fuese posible. Meik.
