Capítulo Once

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Aisha se removió en la cama,  la luz del día comenzó a filtrarse en la habitación,  se giró a la ventana y sonrió, al instante su expresión se desvaneció al notar que se encontraba sola.
-. Sólo fue un sueño – tocó su mejilla y una lagrima recorrió su rostro,  todos los recuerdos la invadieron,  pero lo que más la preocupo fue su Papa – debo llevarles esa sangre o ellos mataran a mi padre.
Se levantó de mala gana, camino arrastrando los pies por la habitación hasta el baño, entró y abrió la ducha,  se metió debajo del chorro de agua,  permanecía quieta tratando de relajarse, tomo el jabón y comenzó a lavar todo su cuerpo, habiéndolo echo completamente salió con una toalla envuelta en sus partes íntimas,  se sentó en la cama para luego comenzar a vestirse, un pantalón y una blusa sin mangas fue lo que escogió.
Bajo a la primera planta directo a la cocina,  abrió la nevera y decidió por sólo comer un sándwich,  lo comió rápido acompañado de un vaso de leche,  tomo su bolso y salió de la cabaña,  comenzó a caminar perdida en sus pensamientos y sin darse cuenta había llegado al centro médico. Entró y comino a la recepción y se extrañó de ver a Paul.
-. Que haces aquí aisha – se acercó a su compañera de trabajo y la miro – te sientes bien,  te ves un poco enferma.
-. Me encuentro bien Paul,  debe de ser que no dormí bien anoche – mintió.
-. Bueno,  pos ve a descansar,  Justice removió tus turnos por la próxima semana para que estés atenta a tu padre – colocó una mano en su hombro para expresarle su apoyo.
-. Creo que iré a casa entonces,  mi hermano dijo que estará a cargo de nuestro padre los próximos tres días – salió del centro médico despidiéndose de su amigo.
Camino cabizbaja directo al lugar que siempre la relajaba,  donde tuvo su primer encuentro cercano con dark,  se sujetó el pecho al sentir una sensación extraña al recordar todo lo pasado en ese entonces.  Avanzó haciéndose paso por entre las ramas de los arbustos y llegó,  miro sorprendida al encontrarse con dark de pie.
-. Dark – su palabra salió apenas como un susurro,  pero se dio cuenta de que había sido lo suficientemente fuerte para que el especie lo escuchará.
Observó detenidamente su cuerpo,  cada músculo y facción en el,  noto sus ojos grises permanecer fijos en ella,  su rostro tan frío como siempre, algo en ella se había alegrado de verlo ahí,  lo necesitaba tanto y ahora mas que nunca.  Dio un paso vacilante,  lo miro a los ojos pero al recordar la orden de ese científico no podía hacerlo,  miro a su trabajado pecho y el dolor subió hasta su corazón,  estaba pasando por tantos malos momentos.  De pronto vio como el macho se dio la vuelta y se preparaba para irse,  la desesperación invadió a aisha,  No quería que se fuera.
-. Espera por favor – suplico – no te vayas.
Dark se quedo inmóvil dándole la espalda,  un leve sonido salió de su garganta,  evito mirarla, estaba irritado con el mismo,  la sensación de traición y la necesitada de consolarla luchaban entre sí,  la mandíbula apretada en intento por mantener la calma.
-. Que quieres – sus palabras fueron fría,  se giró y sin darse cuenta de lo cerca que ella estaba lo único que sintió fueron los brazos de la mujer abrazándose a el.
-. Por favor, Perdóname, yo debí haber hablado contigo esa noche – las palabras salían entrecortada por el llanto.
Gruesas lágrimas caían por sus mejillas cayendo sobre la playera de dark, entonces el sintió odiarse a sí mismo, odiaba ser el culpable de parte de su dolor, podía oler su sufrimiento, entonces las ganas de consolarla le ganaron a la rabia,  levanto sus brazos y los colocó alrededor del cuerpo de aisha,  la abrazo lo suficientemente fuerte para que ella sintiera su apoyo.
-. Porque dark,  porque tiene que estar pasando todo esto – suspiro profundo sin despegar el rostro de su cálido cuerpo.
-. Tranquilízate,  todo estará bien – las palabras salieron solas de su boca,  el quería verla bien y de nuevo una guerra de emociones se remolinaron en su corazón,  era extraño para el.
-. Gracias,  yo no quería que tu me odiaras por lo de esa noche – evito mirar su rostro,  No quería separarse de el.
-. Olvídate de eso – suspiro con los recuerdos de esa noche pero dejó esas emociones abajo – todos me dicen que lo haga yo,  deberías de hacerlo tu también.
-. De verdad no te importa? – se separó de el lo suficiente para mirar a su rostro.
-. Si me importa pero lo echo,  echo esta y no hay nada que pueda cambiarlo – la miro sin expresión alguna – me reprendieron por mi actitud.
-. Perdona dark, yo no quiero a book – suspiro hondo – a quien de verdad quiero es a ti.
Dark continuo mirándola,  su rostro no cambió en nada al haber escuchado su declaración,  simplemente se quedo quieto y pensativo,  ella sabía que el era un imposible para ella,  pero luego de esas noches y los detalles ella sintió que le importaba.
-. Yo no soy apto para nadie,  ni para tener una vida junto a alguien – la miro a los ojos,  el se quería convencer de sus palabras,  pero al ver el dolor en sus ojos le era casi imposible,  se separó de la mujer y se giro dando unos pasos antes de oír la voz de ella.
-. Espera – se puso una mano en el pecho al ver que el giro la cabeza para verla – por lo menos acepta una invitación a cenar – vio a dark dudar un poco.
-. Cuando seria?
-. En mi cabaña el sábado – el ruego se reflejaba en sus ojos y de verdad esperaba que el aceptará.
-. Estaré ahí a las 8 luego de terminar mi turno – se giró y camino hasta perderse de vista entre los arbustos.
La alegría se reflejó en el rostro de aisha,  una amplia sonrisa se dibujó en su expresión pero apenas recordó lo que debía hacer se borró,  se repitió una y mil veces que no tenía opción,  era por el bien de su padre pero era tan difícil,  ella amaba a dark.

Nuevas Especies : DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora