-. Dark, necesito pedirte que vigiles los muros de la zona salvaje – Tiger se encontraba en el centro de seguridad de la reserva controlando todo.
-. Bien, hay algún tipo de amenaza en esa zona? – Dark tomo un chaleco antibalas y el resto de el equipo de seguridad.
-. Es simple precaución, sabes que en el pasado hemos tenido infiltraciones por esa zona.
Dark pareció entender, salió del centro de seguridad a un jeep, dejó el casco entintado en el asiento del acompañante y arrancó, condujo todo derecho hasta donde comenzaba los árboles, tomo un camino que lo llevo cerca de los muros, se estaciono y salió del Jeep, camino por entre la densa vegetación hasta llegar al punto donde haría guardia, se aproximó a una escalerilla y subió al muro, se colocó el casco y tomó su rifle.
Desde la altura del muro se podía divisar gran parte de la zona salvaje, la visión era puros árboles pero para los que la habían explorado sabían perfectamente donde quedaban las casas de los residentes. Continuo con su trabajo patrullando a lo largo de la zona que le correspondía, no hubo ninguna novedad como en la mayoría de los días.Aisha terminó de guardar los últimos archivos y se dispuso a organizar los suministros, camino a la habitación de almacenamiento pero vio a él doctor Harris acerca se a ella.
-. Aisha, puedes dejar eso por hoy, ve a tu casa y empaca, serás trasladada a la reserva – la noticia sorprendió a Aisha, sin duda era una gran noticia, Desde que book le hablo de la reserva siempre había querido visitarla, además Dark estaba allá y la idea que cruzó por su mente fue tentadora.
-. Cuando saldré para allá? – tomo su bolso, estaba más que impaciente.
-. Saldrás hoy por la tarde, así que debes ir a empacar – Aisha asintió y salió del centro medico, una sonrisa en su rostro daba a entender lo emocionada que estaba, conocía a muy pocas especies que hubieran estado en reserva, y el echo de conocer a más podría ser divertido.
Llegó rápido a su casa, entro y corrió escaleras arriba tomo una maleta y comenzó a meter ropa, hacia calor pero aun así metió un par de prendas de frío, era mejor estar prevenidos y no lamentar, guardó un par de tenis y un par de calzado cómodo para pasear.
Sabía por las historias que el terreno en la reserva era más rústico que en el homeland y eso lo llevaba muy presente, Continuo empacando hasta terminar de llenar su maleta. La bajo y entró a la cocina, dudo en sí comer algo y la idea de mar darse por el viaje en helicóptero y vomitar sería muy vergonzoso, tomo una lata de refresco y se sentó en el sofá individual.
Las horas avanzaron y escucho el toque en la puerta, fue a abrir y se encontró con Jinx.
-. Que tala Aisha, estas lista? – la amplia sonrisa la hizo sonreír, el siempre tenía buen humor y agradeció que el fuera quien la acompañará.
-. Listísima, deseaba mucho visitar la reserva – jaló su maleta y salió de su casa.
-. Permíteme ayudarte con eso – tomo la maleta y la cargo como si nada, a ella le había tomado algo de trabajo moverla pero sabía que para un especie era fácil.
-. Gracias Jinx, dime, tu vas a reserva también – ambos avanzaron hasta llegar a un jeep frente a la casa.
-. Yo sólo te acompañarte en el viaje, tengo unos trabajos aquí así que debo regresar, habrá un escolta listo para ti – sonrió – iras a la zona salvaje así que será uno de los mejores.
Se quedo congelada al oír zona salvaje, nadie le había dicho esa parte, acaso debía ir a la zona salvaje a atender a los especies, eso le causó algo de miedo.
-. No temas, ellos no se atreverán a hacerte daño, tenemos la esperanza de que se animen a ser checados por un médico, pero Slade y Obsidian se negaron a dejar ir a sus compañeras a la zona salvaje – le mostró una amplia sonrisa que le ayudó un poco a desvanecer su miedo – Eres buena en tu trabajo así que fuiste la siguiente en la lista.
-. Pero yo no soy un médico, además también están los doctores Harris – trato de darle lógica a la situación y pudo imaginarse la respuesta que Jinx le daría.
-. Los salvajes no son demasiado tolerantes con los machos humanos, y tu eres buena enfermera, has atendido como si fueras médico, además el escolta que te acompañara será un macho al que ellos respeten – condujo hasta llegar al helicóptero, lo miro fijamente y el miedo regreso, jamás había volado en uno y había visto demasiadas películas de accidentes.
-. Tranquila, todo estará bien – bajaron del vehículo y el llevo su maleta hasta el interior de la máquina.
-. Y no podríamos ir en el jeep? – se acercó a Jinx y el se rio un poco.
-. Podríamos, pero sería demasiado tardado y peligroso, después de lo que le paso a Slade y trisha no viajamos en automóvil a la reserva.
Había oído de el atentado que había sufrido la pareja acoplada, además de que trisha le contó con lujo de detalles lo que sucedió, el echo de imaginarse en esa situación helo su sangre.
-. Se lo que le paso a Slade y trisha, pero también se lo que le paso a Tiger y los demás, los derribaron – vio como la expresión de Jinx cambio un poco pero no dejó ir su ánimo.
-. Hemos aprendido de todo eso y tratamos de evitar otro atentado, todo estará bien, en todo caso yo te proteger e Aisha, ese es mi deber. – sus palabras aligeraron su miedo y decidió subir.
-. Confío en que llegaremos con bien Jinx – el macho sonrió y subió, la ayudó a colocar el cinturón de seguridad y se sentó a su lado.
Las hélices comenzaron a moverse y el helicóptero se sacudió un poco, se aferró al asiento con las manos y apretó la mandíbula, comenzaron a elevarse y comenzó a pensar que ir a la reserva lo valía. Jinx tocó su brazo y le dio un auricular, se lo colocó y segundos después la voz del macho se escucho en su oído.
-. Todo va a estar bien, veras que si pasa algo seguro ese tipo de la capa roja y traje azul nos salva – se rio un poco.
-. Superman sólo existe en las películas – cerró los ojos.
-. Lo se, sólo quería ver si así te relajadas un poco, vamos disfruta del viaje.
-. No creo hacerlo, cuanto tardaremos en llegar? - lo miro a los ojos y vio la diversión en ellos, parecía disfrutar de volar.
-. Sólo Relájate y no pienses en el tiempo.
El viaje agitado sin duda había sido una experiencia más en las que su desayuno había amenazado con salir, todo en el viaje le recordó a las odiosas montañas rusas, detestaba subirse a esas cosas, y esperaba que el viajar en helicóptero no le afectará tanto, de lo contrario terminaría odiando cada viaje.
Escucho la voz de Jinx en su oído debido al auricular y giro a verlo.
-. Ya llegamos – le señaló por la ventanilla y vio los grandes muros y toda la zona que conformaba la reserva, sin duda era increíble, mucha vegetación se expandida por todas partes, eso le gustó.
El piloto hablo indicando que aterrizará en breve y así fue, el helicóptero descendió poco a poco hasta tocar suelo, Jinx abrió la puerta y sacó su maleta primero, la tomo de la cintura y la levantó ayudándole a bajar, caminaron agachados hasta que estuvieron fuera del peligro de la hélice, vio claramente un jeep y una mujer especie de pie frente a ella, se acercaron y la reconoció rápidamente.
-. Hola Aisha, es bueno verte – la mujer especie la abrazo efusivamente y ella le devolvió el gesto.
-. Gracias Breeze, te extrañamos en las pijamada – ambas se separaron y se rieron recordando ese momento.
-. Bueno Breeze, imagino tu eres la encargada de llevarla al hotel e instalarla, la dejo a tu cuidado – Jinx interrumpió la conversación y camino al jeep, dejó la maleta en la parte trasera y luego regresó donde ellas – Debo irme, suerte con los salvajes Aisha y recuerda, No temas ellos son buenos.
Vio como Jinx regreso al helicóptero y subió, segundos más tarde la inmensa máquina despegó y comenzó a volar a la distancia.
-. Bueno, Ya oliste soy tu guía personal – la mujer sonrió – Espero la estancia aquí sea de tu agrado Aisha.
-. Estoy segura que lo será, pero eso de los salvajes no me tiene muy convencida – miro a la hembra y luego subieron al jeep.
-. Tranquila, el echo de que sean salvajes no quiere decir que maltraten mujeres, además tendrás un escolta que te defenderá en todo momento – arrancó y se dirigieron al edificio principal.
Vio la gran construcción elevarse en toda su imponente altura, era fantástico, era más que un hotel cinco estrellas, entraron y la gran recepción fue lo primero que vio, era una sala común donde se podía socializar y más al fondo la recepción, Breeze tomo una llave y avanzaron al ascensor, entró detrás de ella jalando su maleta.
-. Veras que tu habitación te va a gustar.
-. Seguro que si, ustedes se toman en serio eso de la comodidad, todo esta perfecto en todas partes – ambas sintieron y llegaron al piso donde viviría.
-. Nos gusta tener todo lo que necesitamos a la mano, No teníamos nada en mercile y ahora que podemos, queremos estar cómodos.
-. Entiendo.
Llegaron a la habitación y entraron, quedo boquiabierta al ver todo dentro. Era una habitación amplia y muy bien amueblada, un gran conjunto de sofás estaban en el centro den una sala y frente a ellos un mueve con una gran pantalla, un comedor y la cocina que era amplia, más que su cabaña, todo era impresionante, l habitación quedaba a la derecha.
-. Es genial Breeze – le sonrió y dejó la maleta dentro.
-. Espero estés cómoda, tengo cosas que hacer pero tienes mi número, mañana llegará tu escolta que te llevará a la zona salvaje.
-. Entiendo, creo que estaré sólo aquí, imagino los víveres están abastecidos así que dudo salir de este paraíso.
Ambas se rieron y se despidieron, Aisha comenzó a explorar su hogar en la reserva y alabó cada cosa en el, la habitación era más de lo que había esperado, era amplia y la cama grande, un armario donde podría dejar sus cosas, le impresionó ver un portátil en la cama, sin duda le había dado lo que más le gustaba, y ella estaba agradecida.
Decidió darse una ducha y entró al baño, otra sorpresa más se llevó al ver la tina, parecía una mini alberca en su baño, entró a la regadera y se ducho ahí. Luego de estar fresca salió a la cocina sólo con una blusa de tirante y short, hacia calor.
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Nuevas Especies : Dark
RandomAisha Darrow es una prestigiosa enfermera, graduada con honores de la mejor escuela de medicina, su gran dedicación la llevo a trabajar en los mejores hospitales del país, pero había algo que deseaba más que a nada, uno de sus sueños era trabaj...