Capítulo 3: "Cabellos rubios son difíciles de olvidar"
—Javier, baja, tenemos que hablar —exclamó Daniel desde el primer piso.
Que buena forma de empezar el día, sabía qué tipo de charla me esperaba allí abajo.
Terminé de cepillar mis dientes y bajé con pesadez.
—Si es por lo de ayer, no me interesa... —dije terminando de bajar las escaleras encontrándome con el escenario más inesperado que alguien podría encontrar a primera hora de la mañana.
—Javier, él es...
— ¿Qué mierda hace él aquí? —interrumpí apuntando al rubio que le terminaba de dar un sorbo al café que bebía.
¿Es que él había presentado cargos contra mi hermano? No podía ir preso, él era lo único que me quedaba en el mundo.
Si se va, yo volvería estar solo.
—No me interrumpas, solo escucha—continuó Daniel irritado, después de un largo suspiro dijo —este hombre es Alan Prescott.
Alan Prescott.
Alan Prescott.
PRESCOTT.
—Imposible —solté incrédulo mirando al rubio con los ojos completamente abiertos.
—Soy tu tío —afirmó el ojiverde quien se paró extendiéndome la mano, ¿Esperas un apretón de manos así de la nada? Ayer tú no dijiste nada.
— ¿Cómo es que...? —me dirigí a Daniel sorprendido.
—Javier, tiene tu poder legal, tienes que ir con él —explicó, casi sin interés.
Esto debía ser una maldita broma, acaso Daniel... ¿Me vendió a este hombre para deshacerse de mí? Él no podía ser ese Alan, mi amado Alan, ese hombre inexpresivo y de apariencia sombría no podía ser él.
FLASHBACK
Estaba sentado en el césped jugando con las rocas y palitos de madera que se encontraban en el suelo, jugar con los mismos juguetes ya me había aburrido y Alan estaba muy ocupado en clases de español como para estar conmigo.
Estaba todo bien hasta que pinché mi dedo con una astilla de las ramas.
—¡Ay! —chillé levantándome del suelo, apretando mi dedo índice, podía ver la astilla incrustada justo en medio.
—What happened? Are you ok? —preguntó preocupado el rubio corriendo hacia a mí con su morral en el hombro.
Le enseñé mi dedo, estaba al borde de las lágrimas.
Él se arrodillo para estar a mi altura, agarró mi mano y con los dientes sacó la astilla. Alan era mi príncipe, estoy tan feliz de que los abuelos lo hayan adoptado.
—Te amo, tío.
FIN DEL FLASHBACK
Alan era extremadamente amable, siempre sonriendo. Mientras más lo recordaba más sabía cuánto me mentían.
—Míralo por tu cuenta —interrumpió mis pensamientos el intruso.
El rubio saco de su maletín unos papeles donde claramente pude comprobar la veracidad del documento, Alan Prescott era mi tutor legal pero ¿Quién mierda garantizaba que él era Alan?
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CASTÍGAME -Yaoi, gay-
Teen FictionEl amor no es siempre lo que creemos, ser maltratado puede ser la más grande muestra de amor para un masoquista. Javier Walts Prescott es un adolescente que tras la muerte de sus padres vive junto a su hermano quien lo detesta por ser hijo de la ama...