Capítulo 7: "Borrachera necesaria"
—Mírame —ordenó.
Volteé lentamente colocándome cara a cara con Alan quien no me soltaba, miré fijamente sus verdes orbes sin entender lo que pensaba.
—Buen chico —dijo burlón aunque no sabría decir si estaba molesto o solo quería burlarse de mí.
—Perdóname, juro que lo puedo expli-
¿Qué mierda pensaba decir? Por el silencio de la habitación estaba seguro que me había escuchado gemir su nombre, era imposible explicarlo, solo quedaba decir que me había dado cuenta que él siempre estuvo allí, aunque conociendo a Alan. Él sabría que mentía.
Por favor, matenme.
—Haz lo que hacías antes —interrumpió.
—¿Q-qué? —pregunté atónito por no poder creer lo que acaba de decir el rubio.
—¿Es que no me has escuchado o no me has entendido? —me jaló del brazo fuera de la ducha, donde estaba el cesto, introdujo la mano libre, sacó la camisa y me la extendió —sabes que hacer.
La recibí sin decir nada, estaba jodido, él sabía lo que había hecho con su camisa y solo quería humillarme, miré la prenda blanca por unos segundos cuando por fin decidí arrodillarme y acercarla hacia mi nariz para olerla aunque ya no estaba concentrado en su vago olor a perfume y aroma corporal. Coloqué la camisa sobre mi cara y con ambas manos agarré la pretina de mis joggers.
—¿Qué haces? —interrogó Alan desde arriba, al escucharlo me detuve y decidí sacar la camisa de mi rostro.
—Dijiste que-
—Si quieres seguir con tu broma, es mejor que te vayas a tu habitación —pidió quitándome la camisa de las manos.
No sabía si esas palabras me aliviaban o me sentenciaban pero tenía que aceptarlas, no tenía ni la puñetera idea de que decir.
Me puse de pie sin responder y literalmente salí corriendo de su pieza para encerrarme en la mía tras un portazo. Me tiré en la cama hundiendo mi cara entre las sábanas, me quiero morir, me quiero morir, Alan de mierda.
***
La alarma del móvil comenzó a sonar con gran insistencia, alcé el teléfono para apagarla, respiré hondo como si estuviera agotado.
—Alan de mierda —maldije furioso apenas recordé la bochornosa situación del baño.
¿De verdad creyó que era una broma? Nadie se pone duro por una broma, ni que yo fuera el jodido Schwarzenegger para montar tremenda actuación. Y para colmo de colmos él es quien se molesta, yo debería ser el molesto.
Después de bañarme y vestirme, bajé con cautela al primer piso para sentarme al comedor donde Alan estaba leyendo un periódico y Caroline le servía un zumo de naranja de una jarra, mientras me acercaba a ellos me preguntaba ¿Qué pintaba ella aquí? Alan la miraba con tal indiferencia que yo estaba confundido sobre su relación, sin mencionar que no dormían en la misma habitación y nunca los había visto siquiera besarse en la mejilla... pero aún así ella siempre estaba aquí para atenderlo.
No me quejaba, ella era buena y hermosa como una modelo pero justo por eso era que me extrañaba su presencia, era muy elegante su hablar y vestir como para trabajar en una casa, con esa cara y cuerpo podía ser modelo, yo que mierda sé.
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CASTÍGAME -Yaoi, gay-
Teen FictionEl amor no es siempre lo que creemos, ser maltratado puede ser la más grande muestra de amor para un masoquista. Javier Walts Prescott es un adolescente que tras la muerte de sus padres vive junto a su hermano quien lo detesta por ser hijo de la ama...