Capítulo 5 : "Coqueteo prohibido"
Estaba tan cerca, la proximidad se cortaba más y más, Aan se acercó un poco más hacia adelante, su pecho casi rozaba el mío...Con la mano izquierda se apoyaba en el mueble y ya estaba demasiado cerca para mi gusto, me comencé a poner nervioso.
Hasta que de repente estiró el brazo libre para coger la cajetilla de cigarros nueva que descansaba en la mesa que estaba a mi lado del sillón.
¿Le costaba tanto pararse? ¿Era necesaria tanta proximidad simplemente para agarrar una cajetilla de cigarros?
¿O es que acaso yo esperaba algo más?
Regresó a sentarse y yo traté de recobrar la compostura, me incorporé sentándome también, ya que prácticamente estaba tendido sobre el sofá.
—¿Qué pasa?— preguntó colocándose el nuevo cigarro en la boca para luego prenderlo.
Pensé que me ibas a besar.
—Nada, nada —respondí rápidamente, sacando ese estúpido pensamiento de mi cabeza.
Después de ese momento incómodo, que bueno incómodo solo para mí al parecer, Caroline anunció que el almuerzo estaba listo y nos guió a la gran mesa del comedor.
Nos sentamos y ella sirvió un plato de espaguetti a la boloñesa. ¿Será que ella era el ama de llaves o algo por el estilo? Aunque era demasiado elegante para serlo. Era lo que pensaba hasta que se sentó con nosotros, al otro lado de Alan. Le resté importancia, enrollé los espaguettis en el tenedor, los probé expectante y estaban tan deliciosos como los imaginaba.
—¿Te gusta? —preguntó el rubio mirándome mientras enrollaba los espaguetis elegantemente en su tenedor.
—Muchísimo —respondí cuando termine de tragar el bocado.
—Tienes un poco de salsa, justo...—se acercó con una servilleta de tela limpiando el lado superior de mi labio— aquí.
—G-gracias...
—Awww, ustedes son tan lindos —interrumpió la pelirroja con su típica cálida sonrisa.
—Si te gustaron tanto creo que debes agradecerle a la chef —Alan señaló a la Caroline.—¿Tú los cocinaste? —exclamé quedando boquiabierto.
—No solo soy una cara bonita ¿Sabes? -respondió alcanzándome un tazón con queso parmesano el cual no temí en echar una generosa cantidad en mi plato.
***
Terminamos de comer y me apresuré a recoger todo los platos sucios para llevarlos a lavar, estaba lavándolos tratando de hacerme la idea de que esta sería mi nueva vida, donde tenía un papá y una mamá ridículamente jóvenes, pensarlo me hizo reír.
—¿Qué es tan gracioso? —escuché la voz de Alan acercándose a la cocina.
—Esta situación —dije sin dejar de lavar lo poco que ya faltaba —siento como si me hubieran adoptado.
—¿No te gusta? —cuestionó Alan, colocándose a mi lado.
—Aún no lo sé, cambiaste —contesté bajando la mirada, sonaba casi como un reproche.
—Crecí — me corrigió.
—¿Por qué volviste después de tanto tiempo? No te he visto desde el funeral de los abuelos, era un niño, debiste decirme algo —terminé de colocar las ollas en el lavavajillas.
—Eras muy pequeño para entenderlo, perdóname —dijo mirándome con sus ojos verdes, me puse frente a él secándome las manos en la ropa.
—¿Por qué volviste? —volví a preguntar.
Se quedó callado sin dejar de mirarme, ¿Qué esperaba yo de esa respuesta? Solo tenía miedo que Alan sienta pena de mí, que sienta que me debía algo.
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CASTÍGAME -Yaoi, gay-
Teen FictionEl amor no es siempre lo que creemos, ser maltratado puede ser la más grande muestra de amor para un masoquista. Javier Walts Prescott es un adolescente que tras la muerte de sus padres vive junto a su hermano quien lo detesta por ser hijo de la ama...