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— Acaso estas nerviosa? —preguntó enarcando una ceja mientras se acercaba cada vez mas a mi, hasta chocar contra una de las paredes.

— Yo? Nerv-viosa? Para nada...— contesté arrastrando las palabras.

Una carcajada resonó por todo el lugar proviniendo del hombre que tengo enfrente de mi ¿acaso se estaba riendo de mi?

— Kyla, por el amor de Dios. Somos amigos! — continuó riendo.

Me encontraba sin palabras. Él, sin saberlo, jugaba con mis sentimientos, era algo que no podia soportar. Esta noche necesito olvidarme de todo, iré a la fiesta.

— Sisisi, como sea — le respondí restandole importancia — A que hora es la fiesta? — pregunté.

— A las 10 en punto te vengo a buscar, te parece bien? — preguntó aun riendo

— Lucas, Dylan vive a dos calles de mi casa — le recordé riendo.

— Con más razón, vamos juntos y vendré a buscarte. Hasta luego, Ky — se despidió dando un beso en mi mejilla.

Luego de llegar a mi casa me duché, me peine y me puse un top color rojo, un jean apretado y zapatos. Me maquille, planché el cabello y dieron las 10 en punto, justo a tiempo.

Escuché el ruido del timbre desde mi habitación y corrí hacia la puerta para encontrarme a un Lucas muy bien vestido recargado en la pared.

— Hola de nuevo, Kyla— saludó Lucas y me dedico una sonrisa — Estas hermosa — comentó.

Me sonroje al instante.

— Hola Lucas — le sonreí tímidamente. Puede ser mi mejor amigo, pero eso no evita el hecho de ponerme nerviosa a su lado.

—Vamos?— preguntó extendiendo su brazo derecho.

—Vamos— le respondi tomando su brazo.

En el camino hasta la casa de Dylan hablamos sobre cosas sin sentido, hasta que me percaté de que habiamos llegado

— Que empiece la fiesta— gritó como si estuviera ebrio, abriendo paso entre la gente

First LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora