Cap 4

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Era sábado por la mañana, un día que Mei no podrá olvidar, al igual Yuzu.

Todo comenzó cuando a las ocho de la mañana aproximadamente sonó el timbre de la casa de las Aihara, al abrirlo de mala gana Mei se dio cuenta de que hoy sería un día agotador ya que Matsuri hizo presencia en el hogar de las hermanas y la mamá de estas se encontraba de viaje.
(Mei)- ¿ Qué se te ofrece ?
(Matsuri)- se que me odias pero no tienes que hacerlo tan obvio - hizo un puchero al terminar su oración - se encuentra mi Yuzu- oneechan ?
(Mei)- ... tal vez...
(Matsuri)- puedo pasar?
(Mei) suspiró molesta - supongo que no hay otra opción - se hizo a un lado de la puerta indicándole que pasara.

Yuzu iba saliendo de bañarse y llevaba una toalla en la mano con la que se estaba secando el cabello. De pronto se percató de que había alguien más ahí cuando escucho una voz familiar gritar - Yuzu- oneechaaan!! - y a alguien que de pronto que agarraba de ella quedando colgada de su cuello.
(Yuzu)- Eh?! Matsuri?! Que rayos, ¿cuándo llegaste?
(Matsuri)- Acabo de llegar oneechan , te quería pedir un favor
(Yuzu)- ¿Cuál es?
(Matsuri)- ¿Me puedo quedar a dormir?
(Yuzu)- Claro que puedes, es todo lo que necesitas?
(Matsuri)- hmm... te podria besar?
(Yuzu)- qué?!
(Matsuri)- vamos, no será gran cosa. Solo es un beso en los labios
(Yuzu)- eehh... incluso si dices eso no creo que sea posib- la rubia no pudo continuar con su excusa ya que unos labios se habían juntado con los de ella.
Al principio Yuzu creyó que eran los de Matsuri, pero esa calidez, esa textura, ese sentimiento, estaba claro que no era Matsuri. Abrió los ojos para encontrarse con una cabellera negra, efectivamente era Mei que había juntado sus labios.
Matsuri quedó sorprendida, no esperaba tal acto por parte de la hermana menor.

(Mei)- No, no puedes!
(Matsuri)* suspiro * cielos Mei-san solo era una broma, no te lo tenias que tomar tan enserio
(Mei)- no me importa, se de lo que eres capaz, y no quiero que te sobrepases solo por que Yuzu dejo que duermas aquí, ¿ lo entendiste?
(Matsuri)- si si , como digas Mei-san.

Yuzu no entendía lo que acababa de pasar, estaba petrificada, era feliz por la actitud de Mei pero confundida por sus acciones. Mei nunca había besado a Yuzu para ir contra Matsuri, no que ella supiera, en fin, el día de hoy sería largo.

Entre regaños por parte de Mei y Yuzu hacia Matsuri por su comportamiento, unas cuantas risas y miradas de odio, llegó la noche y con ella la hora de dormir. Para dormir el plan era que Yuzu durmiera en el sofá y Mei y Matsuri en la cama doble pero ambas chicas al escuchar sobre esa idea se negaron rotundamente, Matsuri sabía que no llegarían a ningún lado  así que propuso que ella durmiera en el sofá y las hermanas en la cama matrimonial. No hubo más peleas y aceptaron todas.

Durante la noche Yuzu no podía dormir, tal fue su sorpresa cuando en su intento por caer dormida escucha un ruido provocado por su hermanastra que tal parecía se había despertado para ir al baño, Yuzu la siguió, cuando entró al baño no había nadie, en eso se escuchó la puerta cerrarse de golpe, al voltearse, era Mei. Tenía en su cara una mirada sería.

(Mei)- por qué me seguiste?
(Yuzu)- e-es que no podía dormir - Mei se estaba acercando lentamente a Yuzu
(Mei)- ya veo... entonces intentabas acosarme?
(Yuzu)- q-que?! N-no, eso no es a lo que me refería!
(Mei)- ... entonces? ...
(Yuzu)- s-solo quería hablar contigo - en este punto Mei estaba a tan solo pocos centímetros de la rubia
(Mei)- sobre qué? - ya la había acorralado casi completamente contra la pared
(Yuzu)- q-qu-qué pasa Mei? Qué tienes?
(Mei)- yo pregunté primero, vamos, contesta a mi pregunta
(Yuzu)- huh? Emm bueno, yo solo quería preguntarte... q-qué s-so-somos? - la cara de Yuzu estaba demasiado roja y su corazón palpitaba muy rápido, todo esto provocado por sus acercamientos de Mei y las ganas de besarla.

(Mei)- a que te refieres? Somos hermanas no?
(Yuzu)- ... si... supongo - no lo podía evitar, le habían entrado unas ganas de llorar tan grandes que de la nada notó como por sus mejillas caían unas gotas. Mei se había dado la vuelta y alejado de la rubia, así que no se percató de esto.

(Mei)- volvamos, tenemos que dormir- se dió la vuelta mirando a su hermanastra llorando - ... por que lloras?

(Yuzu)- deja de jugar conmigo Mei- dijo entre lágrimas - si me quieres o no, ya no estoy segura de nada, solo me he dado cuenta de que soy una molestia para ti, perdóname por ello, ¿pero enserio tenias que hacerme sentir así para hacérmelo saber? - Yuzu ya no sabía que pensar, si olvidarla o darle otra oportunidad, cualquier decision que tomara iba a ser dolorosa.

(Mei)- Yuzu... no... yo no quería hacerte sentir así... es solo que yo no se que es lo que siento... y cuando me preguntaste eso... yo solo... quedé en blanco.
(Yuzu)- si no sabes lo que sientes por mí, ¿ por qué me besas, por qué me tocas, por qué me haces tener esperanzas?
(Mei)- yo... lo hago para... intentar descifrar mis sentimientos. Lo que siento cuando estoy contigo o hacemos cosas juntas... es un sentimiento nuevo, no sé que debo hacer.

Yuzu se había tranquilizado un poco más, había puesto atención a las palabras de Mei, la cual en estos momentos tenía un muy notorio sonrojo en sus mejillas que la hacían ver muy linda. La rubia al mirarla lo pudo evitar ponerse mas roja aún, se veía tan tierna e indefensa que sus impulsos le ganaron.

Ya no importaba nada, Yuzu quería respuestas, se acercó a Mei y la pego a sus caderas con un brazo, con el otro acarició la mejilla de Mei y la besó, al principio Mei estaba sorprendida pero no tardó mucho antes de que se acostumbrara al beso, Yuzu pasó su lengua por el labio de Mei pidiendo permiso, esta accedió, sus lenguas se entrelazaban mientras ambas soltaban pequeños gemidos por el beso. Yuzu rompió el beso y dijo - Mei, tal vez tu no te des cuenta pero... te quiero... te amo, Mei - la pelinegra estaba muy roja y las palabras de su hermana empeoraron su situación así que únicamente regresó al beso donde se habían quedado. Mei empezó a avanzar acorralando de nuevo a Yuzu, agarró la mano de su hermanastra y entrelazó sus dedos contra la pared, de pronto Mei comenzó a dejar de besar a Yuzu en la boca y se dirigió poco a poco hacia abajo, dando pequeños besos en su cuello. Yuzu sabía que probablemente no deberían pero no lo podía evitar, quería que pasara, aun que no en el baño de la casa y menos son Matsuri en la sala durmiendo. Lamentablemente aun que Yuzu quisiera decir algo simplemente la palabras no salían de su boca, Mei la estaba haciendo sentir demasiado bien.

Mei paró durante unos minutos y dijo- Yuzu, creo... no, estoy segura de que te quiero - la cara de Mei había estallado en calentura, decir esas palabras le había costado mucho y Yuzu lo sabía. Después de la pausa que hizo Mei, Yuzu aprovechó para decirle - M-Mei, ¡cielos te quiero tanto!- le dió otro beso - pero ya que Matsuri está en la otra habitación creo que deberíamos parar aquí.

La presencia de Matsuri era tan insignificante para Mei que ni siquiera se acordaba de que se encontraba dentro de la casa.

Mei y Yuzu regresaron al dormitorio, se acostaron y se dispusieron a dormir, pero antes de que se quedara dormida Yuzu se acercó a Mei y la abrazó por la espalda - te amo, Mei- con estas palabras se quedó dormida abrazada de su hermana.

"Algo más"   -•Citrus One Shots•-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora