episodio 2

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—¿por que estás aquí?— preguntó, mirando al del pelo negro delante mío, el estaba cargando a la pequeña en brazos.

—Oh, misa ¿Cuánto tiempo no? Ahora tiene una hermosa, hermosa hija— sonrio el chico mirándola. —es igual a Reiji— sonrió más.

—escucha, no se que haces aquí, pero deja a Jeni o tendré que tomar medidas drásticas—  amenazó ella con el ceño fruncido.

—Ah, Jeni— miro a la pequeña y jugó con ella mientras la tenía en brazos, la dejó en la cuna tiempo después. —solo vine a verla y a saludar a mi querida hermana— se acercó bruscamente a Artemisa y tomo su cintura, depositando un beso en los labios de la rubia, la cual no sabía cómo reaccionar ante eso, sin embargo al salir de su pequeño trance, esta lo empujó.

—vete, ahora.— habló firme, frunciendo el ceño. Escucho una risa burlona.

—Bien, bien, nos vemos Misa, no mires atrás o te sorprenderás— desapareció, Artemisa suspiro pesadamente y se acercó a la cuna.

—espero que no piensen que realmente lo bese— cargó a la niña y se dió vuelta mirando a los seis, los cuales tenían realmente una cara de pocos amigos.

—entoces, explicamos bien— ordenó ayato.

—subi y vi a kino, lo amenacé y  cuando se estaba por ir me beso, no tiene mucha explicación— suspiro pesadamente.

—¿Por que tardaste tanto en alejarlo?¿Qué buscas Artemisa? ¿Provocarnos?— pregunto nuevamente Ayato.

—je..— los miro artemisa. —ustedes se provocan solos— hizo a un lado a Ayato y bajo con la niña en brazos.

—¡Oe!— grito Ayato, haciendo llorar a la niña, Artemisa la miro, y luego a su hermano pelirrojo. Este se fue levemente hacia atrás al ver el rostro de Artemisa. —¿necesitas ayuda?— preguntó algo notoriamente intimidado.

—no.— respondió fría y desapareció para la vista de ellos.
Un golpe en la nuca de Ayato fue lo que le hizo soltar un leve sollozo de dolor.

—tch.— solo Subaru luego de proporcionarle aquel ligero golpe a uno de sus hermanos, desapareciendo para ellos.

—Ya Jeni, deja de llorar— suplicaba la chica mientras la miraba preocupada.

—estoy seguro que no vas a calmarla así— una voz y otro aroma se hizo presente. —Artemisa— esa voz calma que ella recordara tal vez por el mal momento que pasó con su bola de cristal.

—hola, Ruki— lo miró, el se le acercó. —¿Cómo sabes cómo calmarla eh?— lo miró extrañaba.

—me la prestas— la miró, ella le entrego la niña, Ruki le susurró algo e inmediatamente dejo de llorar. Artemisa lo miro perpleja.

—¿Cómo..?— se preguntó en voz alta.

—es fácil cuando recuerdas algo que tu madre te decía para calmarte— susurró el, un susurro solo audible para ella, asintió.

—gracias Ruki, eres bienvenido ¿Por qué estás aquí?— lo miro algo extrañada y preocupada.

—KarlHeinz tiene un plan e involucra a Jeni, a ti y a kino— hablo frío, Artemisa se tensó.

—Cuéntame— se puso sería mientras aparecían los demás hermanos.

diabolik lovers: ¡nueva hermana!|2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora