Capítulo 1

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CAPÍTULO 1 - ES MEJOR SI CORRES

Correr por el bosque, prácticamente a ciegas con zapatos de tacón no es lo más recomendable cuando lo estás haciendo para salvar tu vida. Este tipo de cosas de conocimiento común no me sirven ahora... Aún si el pecho me dolía por el esfuerzo y por la agitada respiración, mis piernas no dejaban de moverse.

Detrás de mí podía oír el gruñido de un grupo de animales, al cubierto por la sombra de la noche, solo podía distinguir sus ojos rojos al mirar sobre mi hombro.

El taco de mi zapato izquierdo se desprende haciéndome perder el equilibrio, por lo que sin detenerme arrojo el par hacia los furiosos animales. No creo que haya golpeado a alguno, después de todo, nunca tuve algún tipo de habilidad física.

Ahora sin zapatos, mis pies comienzan a herirse y a sangrar por las piedras y arbustos, seguro el sentir el aroma de mi sangre les ha dado más ánimo ya que sus gruñidos se oyen más salvajes y cercanos.

Frente a mí, una inesperada y brillante luz de tonos turquesas comienza a iluminar el camino. Lo suficiente como para distinguir un gran árbol contra el que me habría estrellado de no haber ni pizca de luz. Paso junto a la extraña esfera sin fijarme mucho en lo que es. Escalo el árbol lo mejor que puedo y agradezco a mi suerte por haber elegido un pantalón esa mañana.

Una vez segura, miro hacia abajo. Sería muy malo si los animales que me persiguen supieran escalar. A unos ocho metros por debajo de mi (no sé cómo escale tanto y tan rápido) se encontraba un grupo de perros negros, o eso habrían sido si no tuvieran un cuerno creciendo en sus frentes y no midieran 3 metros.

Todo mi sentido común me grita que debo estar soñando, ningún perro tiene un cuerno en la cabeza ni mucho menos mide 3 metros ¡ni siquiera un lobo mide eso!... pero allí estaba el dolor de mis pies, colocándome alerta y diciéndome que esto es real.

Para mi buena suerte, la extraña esfera de luz se mantenía flotando a 4 metros del árbol en el que subí. Su brillo parece detener el avance de los "perros" ya que solo caminan de un lado a otro gruñendo y ladrando en mi dirección.

En serio... ¿¡Que rayos ha pasado!?

UNAS HORAS ANTES

-¿Ya deberíamos cerrar? – mi compañera de trabajo, Daniela, mira la hora en el reloj sobre el escritorio y comienza a guardar sus cosas. Su cabello llega un poco más abajo del hombro de color castaño oscuro, su piel clara con algunas pecas muy claras y anteojos de marco cuadrado giran en mi dirección, instándome a seguir su ejemplo. Está totalmente en contra de las horas extra en el trabajo. Aunque no tenemos mucho que hacer, la mayoría del trabajo back office fue echo mientras no había ningún usuario en la biblioteca.

-Si... quiero llegar a casa y besar la pancita de mi erizo... me debe extrañar...

-Aja, seguro ha estado durmiendo todo el día sin pensar en ti, como siempre – ambas nos reímos, sabemos que mi mascota no se había dado cuenta de que no estaba.

Guardo mi móvil y agenda dentro del bolso para luego colgármelo al hombro y seguir a Daniela hacia la salida. Apago las luces antes de salir y ella cierra la puerta con la llave. El pequeño letrero que indica que una biblioteca se encuentra en este pequeño espacio brilla por la pintura fluorescente.

-Nos vemos mañana, recuerda que llega la selección que hicimos el mes pasado así que ven con zapatos cómodos, vamos a cargar una cuantas cajas, aunque la Rommy nos viene a ayudar... van a ser alrededor de 15 cajas – hago una mueca antes de asentir y despedirme con un beso en la mejilla de mi compañera y amiga, aunque solo trabajaremos juntas un año más, se ha esforzado mucho para ayudarme a establecer la biblioteca. Suspiro antes de dar la vuelta para alejarme.

Avanzo por una oscura y solitaria calle, no me había dado cuenta, pero poco a poco el horario de invierno se estaba acercando y oscurecía mucho más temprano. Mientras que de día esta es una calle bastante transitada, ahora, con la luna en el cielo, con suerte veo a un par de personas.

Ambas sombras parecen discutir y pelear por un objeto, intento no mirar en su dirección para no verme involucrada. De un segundo a otro, una de las personas corre en mi dirección y apunta su mano hacia mí... no, no era su mano, era un arma.

Tal vez por el miedo a ser reconocido, el hombre aprieta el gatillo antes de que pueda apartarme de su camino. Un extraño calor recorre mi pecho, con mi mano, intento saber que es... ante mi vista ligeramente nublada, mi mano llena de sangre me hace derramar lágrimas.

Sin nadie que me preste ayuda, y con ambas personas huyendo, estaba sola en esa calle, esperando. No tenía fuerza para tomar mi móvil y llamar por ayuda, tendida en el suelo, solo puedo sentir como más y más sangre brota de mi pecho.

Siempre creí que moriría rodeada de mi familia, con alrededor de 90 años... luego de haber hecho muchas cosas, pero a pesar de hacer lo que quería, ya que mi familia siempre me dio la libertad que necesitaba, no lo hice todo... ni siquiera tenía un novio, mucho menos hijos... supongo que no podre darle nietos a mis padres, ni sobrinos que malcriar a mis hermanas... hay muchos lugares que quería ver, conocer las diferentes culturas... muchos libros que leer y animes que ver y sobre todo, mucho animales y mascotas que quería tener y amar... mientras mi visión se torna oscura, la figura de mi eriza albina viene a mi mente, ella, que ya llevaba conmigo alrededor de 6 años, desde que tenía 20 en mi primer año de universidad... ahora quedaría al cuidado de mi hermana... ho~... mi hermosa "Demi" ... mi pequeña... no podre besar tu pancita una última vez...

Así, con 26 años... mi vida termino sin lograr las muchas metas que tenía...

O eso creí...

Luego de que todo se volvió oscuro, luego de que el calor se fuera por completo de mi cuerpo y solo quedara el frío... luego de que el frío también me abandonara y no quedara nada más que mi conciencia semi dormida... una pálida luz se acercó a mi... o yo me acerque a ella.

Sea como sea, estaba sola en la oscuridad dentro de la luz. ¿Estoy viva? ¿Estoy muerta? Tal vez alguien me encontró y ahora estoy en un hospital... o esto es la muerte... de ser así, seria horrible. No podría soportar estar a solas con mi mente... en verdad... sería una tortura...

Entonces ¿Qué debo hacer ahora? Intentar despertar es una opción, pero no sé cómo hacerlo... lo mejor será esperar un poco... si, haré eso. Nunca he sido alguien precipitada por lo que puedo gastar un poco de tiempo esperando y ver qué sucede. Entonces voy a contar... me ayudará a pasar el tiempo y no volverme loca... bien~ 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9,... 20,... 40,... 90,... 130,... 200,... 350,... 560,...

Cuando llegue alrededor del cinco mil (no estoy segura si el numero era exacto ya que a veces me distraía y comenzaba a contar desde donde recordaba) sentí que mi cuerpo era jalado violentamente a un lado, algo que no era nada amable jalaba mi brazo llevándome hacia abajo... ¿o hacia arriba? Como sea, algo me jalaba y no podía oponerme.

Al abrir los ojos, me encontraba en un lugar oscuro. Gracias a la luz de las estrellas, lo pude reconocer como un bosque...uno muy tétrico. Unos metros alrededor de mí, unas extrañas luces rojas brillaban muy por encima de mi cabeza. Un horrible gruñido me hizo saltar del suelo y comenzar a correr.... Y así llegue a esta extraña situación, rodeada por un grupo de lindos perritos con cuernos en sus frentes y defendida por una silenciosa luz turquesa.




En mi afán de ser mas activa... o de simplemente compartirles algunas historias, traigo esta nueva historia del genero fantasía, debo reconocer que esta nació luego de leer muchos mangas y novelas Isekai, espero que les guste.

Déjenme sus comentarios e ideas ^^

y aunque es poco común en mi... ¡¡esto tiene romance o_O!!

Beast master: De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora