EPÍLOGO

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Es extraño ver cómo la única esperanza que tenia desaparece, pero la sensación que tengo, esa sensación de tristeza y dolor al ver que se había ido sin dejar rastro.
Mi corazón estaba negro otra vez, el era el único que me hacía feliz y ahora posiblemente está bajo tierra, por que me tuvo que dejar,por que no pude morir yo por que el,su vida valía más que la mía y la sacrificó por alguien como yo,una simple vagabunda.
Pero el vio algo más en mi,debajo de mi ropa rota,de mi mirada sin esperanzas,el me acogió cuando más lo necesitaba,desearía que lo volviera a hacer pero ya no puede,solo puedo seguir mi vida,la que el me ha dejado para que no la suelte,todo se hizo blanco cuando todo ocurrió, sólo podía verlo sonreír para luego desaparecer como agua en mis manos.
Debo seguir por el,se lo prometí,me enseñó y entreno para esto,para cuando no estuviera conmigo,si tan solo pudiera verlo una vez más,no se si sea capaz de ponerme en su lugar,pero lo debo intentar,no debo fallar,no lo haré.
Haré que este orgulloso de mi.
Como olvidar cuando me encontró, sola y llorando en aquella casa abandonada,su cabello rizado,sus ojos color café oscuro,recuerdo que la primera vez que lo vi a los ojos me quedé hipnotizada por su mirada,cuando me vio en esa posición fetal pensé que sólo se iría,pero no lo iso.

Me puso su abrigo y revisó si tenía alguna herida, sólo pude abrazarlo y seguir llorando mientras sentía sus brazos acogiéndome de la misma manera que lo haría un padre.
Después de varios días siempre venía a verme,me traía comida y me platicaba de su día, no pude aguantar más y en la quinta vez que vino la decidí preguntar su nombre a ese chico del cual poco a poco me enamoraba de el,Sergio, así se llamaba,cada día que venía me hacía feliz, su compañía era lo mejor que me pudo dar,decidió pagarme clases privadas con tal de que no me quedara en esa casa abandonada para siempre.
Pero llegó ese día,el día en que lo perdí, todo fue muy trágico para mi,ese maldita ebrio me hiba a arrollar como si fuera un simple animal,sólo pude sentir sus manos agarrándome y empujando mi cuerpo hacia otro  lado.
En ese momento sólo pude ver su sonrisa para luego todo quedar en blanco, cuando desperté no había nada solo policías y gente saliendo de una ambulancia para ayudarme, pero el no estaba,se había ido,pero me había dejado una nota,la cual nunca soltaría.

Te Siguo ExtrañandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora