[1]Pureblood Duchess (Draco Malfoy)

[12] San Valentín y Hogsmeade

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Andreana

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Lunes 14 de Febrero de 1994

Gran Comedor, Hogwarts, Escocia

Hoy es San Valentín. Ese asqueroso día donde todo el mundo se vuelve horriblemente empalagoso y cursi. Ese día en que allá donde vayas verás pétalos de rosas de algún ramo que regalaron a alguien. Ese estúpido día donde todas (o por lo menos la mayor parte) de las chicas reciben preciosas cartas de amor rebosantes de purpurina rosa. Ese día el cual me paso vomitando arcoíris por las esquinas. Creo que ha quedado claro que odio San Valentín, los enamorados y el amor en sí.

Estamos en el Gran Comedor cuando, de pronto, llega el correo. Paquetes de bombones, cartitas, flores y todo tipo de cursiladas llegan entre los alumnos de quinto, sexto y séptimo año. Hay algunas excepciones, por ejemplo una de cuarto de Hufflepuff que sale con uno de sexto de Ravenclaw, unas chicas de Ravenclaw y Gryffindor de tercero (Lavender Brown y las gemelas Patil) reciben flores y bombones, y en Slytherin la mayor parte del alumnado recibe cartas. 

Tengo a Pansy, Daphne y Astoria delante, a Draco a mi izquierda, Blaise y Theo a mi derecha.  Decenas de lechuzas pasan por nuestra mesa y dejan cartas, demasiadas cartas. No esperaba recibir ninguna, pero creo que las que tengo son excesivas. Desvío mi mirada a la mesa de Gryffindor y, como es de esperar, Granger no tiene ni una sola carta y mira con recelo a sus compañeras y a mi mesa. Decidimos levantar un poco la voz, a pesar de que el comedor está bastante silencioso, para destacar el número de cartas que nos ha llegado a cada uno. Nos encanta llamar la atención.

-A mí me han llegado cinco: tres Hufflepuffs y dos Ravenclaws.- dice Theo, a lo que Blaise ríe y dice, aún más alto:

-No alardees tanto. Aquí el sex symbol de este colegio, es decir yo, ha recibido nueve: cuatro Ravenclaws, dos Slytherins, una Gryffindor y dos Hufflepuffs.

-Bueno, Blaise, querido. No sé si no te has dado cuenta pero nosotras tenemos más. Por ejemplo mi hermana Astoria tiene once; yo, trece y Pansy, dieciséis.

-Eso no es nada, yo tengo veinticinco-. Interrumpe Draco-. Y creo que Andrea supera las treinta y tiene también dos ramos de rosas. ¿Se puede saber por qué tienes tantas cartas? ¿De quién son las rosas?- Miro y veo un ramo más pequeño que el otro cada uno con una tarjeta.

-Déjame ver: la media docena es de un anónimo de Ravenclaw que dice estar en quinto y el gran ramo es de...- Leo en silencio la nota que dice "Me has hablado mucho de ese tal Draco. Yo creo que le gustas, y me apetece ponerle celoso. Ya me contarás. -Gabriel de Rivas."- Es de Gabriel, dice que tiene ganas de que llegue el verano para vernos-. Daphne abre mucho los ojos y sonríe, Pansy pone los ojos en blanco y Astoria mira a Pansy frunciendo el ceño.