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No tenemos problemas familiares. Según mi tía Mabel es el estrés de la paternidad "repentina". 

Seguí dando vueltas sobre mi cama, pensando en la redacción que debía entregar para mi clase la próxima semana. No puedo comprender porque mis padres son extremadamente reservados con su pasado —No así con su vida íntima— y siempre buscan la manera de evitar darme las razones de porque llegue a estar con ellos. Lo cierto es que en el fondo de mi corazón los considero unos padres pésimos, aún más a papá por la cantidad de veces que me gasta bromas cuando me envía sin previo aviso me envía al escape mental, y luego despierto con comida en mi rostro, parece que soy una clase de conejillo de indias de la entretención para él. Mientras que mi padre es un obsesionado investigador paranormal que tiene serios problemas con su humor.

"¡No me ganaré una mala calificación por su culpa!"

Pensé molestó, mientras pataleaba en mi cama.

—¡Ya duérmete, Devon! —Escuche gritar a papá, desde la habitación de al lado.

"¡Maldición! ¡No me gusta ser hijo de un demonio que lee mentes!"

—¡Estás castigado sin teléfono, ni redes sociales!

Lo escuche. Y mi celular desapareció de mi mesa de noche.

"¡¡¡Ahg!!! ¡Deja de leer mi mente!"

A estas alturas estaba arrancándome el cabello.

—¡Entonces duérmete!

—¡Déjame dormir! —Escuche a mi padre quejarse. —O te irás a dormir al bosque.

"Si no te duermes, te enviare al escape mental"

Papá comienza a regañarme por telepatía.

"Le diré que me estás leyendo la mente."

Dije con una sonrisa de triunfo.

"Borra esa sonrisa de tu cara." Amenazó.

"Ahora tú no me dejas dormir, mañana tengo escuela." Pensé con lástima.

"Bien..." Se rinde.

"Emm... ¿papá, me devuelves el teléfono?" pregunte tímidamente. Recordando que no lo tengo conmigo.

"Estás castigado por maldecir."

Respondió, recordando mi error.

"P-pero, ahhhgg... ¡Tú eres un demonio, diablos! ¡¿De quién crees que lo aprendí?!" exclamé enojado en mi cabeza. "¡Quiero mi celular de regreso!" Exigí.

"Después de que limpies el ático y... la bodega, como castigo adicional." contestó.

Puedo jurar que escuche una risa maníaca.

— ¡Papá está leyendo mi mente otra vez! —dije en voz alta para que mi padre escuchara.

Se desató el fin del mundo, por tercera vez este mes... Debido a que papá no nos da espacio en nuestras mentes. Estaré castigado de por vida con esto, pero estoy aburrido de que lea mi mente sin permiso. ¿Acaso no conoce la palabra "privacidad"?

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La principal labor de hoy será buscar información, soy un excelente estudiante y no merezco una mala calificación porque no cooperan. Aunque es difícil estar tranquilo sin un teléfono, esa terrible dependencia con las redes sociales... ¡Oh necesito actualizar estado urgente!

Lo mejor será que camine a la sala de profesores, hablaré con la profesora Corduroy, según recuerdo es buena amiga de mis padres.

En una libreta, anoto "Wendy Corduroy" como referencia a lo que pueda contarme sobre ellos. La conozco, la he visto en casa, así como el orientador Gleeful, que no me agrada por sus repentinos cambios de carácter, a diferencia de él... Ella es más amable y también la profesora genial que hace sus clases de gimnasias divertidas, aunque a mi no me vaya bien. Aprovecharé que es ese día de la semana que odio porque tengo gimnasia y en alguna pausa cuando termine la clase le preguntaré qué sabe.

Mi Familia [Billdip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora