Solo una más

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7:30 pm.
Como siempre sola, todo el edificio prácticamente vacío.
-Ya vámonos!!! -
-Jackie si quieres vete, aún tengo que terminar la presentación para mañana y confirmar dos sesiones.
- Me iré con la condición de que antes de irte entres a la oficina del jefe, lo mires a los ojos fijamente y le digas. "tómame"
- Jajajajajajaja- Ambas reíamos muy fuerte.

-Buenas noches señoritas.
Daniel estaba en la puerta de mi oficina, mirándonos muy serio.

-Buenas noches señor. Dijo jackie mientras abandonaba su posición sexy que obligadamente debió ejecutar para su dramaturgia.
-¿Se retira señor? Necesito saber si estará disponible mañana, para confirmar dos sesiones.
- Estaré en mi oficina un rato más.
- De acuerdo, paso a verle.

Se retiró.
-Eres una tonta Jackie. Va a creer que me seduces. Jajajajaja.
-Jajajaja, sería divertido, golosa. Dejate llevar, duerme con el si te lo pide. Lo necesitas. Y para hacerte un favor me llevare este estúpido retrato que parece que no piensas quitar de tu escritorio.- Dijo tomando la foto de Jean y mía.
Sentí el impulso de arrebatarsela, pero estaba desesperada por que se fuera y yo pudiera terminar.
-Has lo que gustes, pero ya vete, quiero salir antes de las 8:00 y me estás retrasando.
Se fue , con la fotografía.

Después de un rato, sonó el timbre, mi jefe me llamaba, tome mi tablet y pasé a verle.

Toque a su puerta e inmediatamente vi su silueta atraves del vinilo. La abrió y con un gesto me invitó a pasar.
Al entrar, me percaté de algo extraño, sus luces estaban muy bajas, el habiente se sentía diferente. Me dí la vuelta para mirarlo y el estaba de espaldas mirando la puerta por donde había entrado. Que hombre, una figura espectacular, una silueta de espalda monumental. Su corte de cabello perfectamente delineado, su estatura, su traje, perfecto simplemente.

-Empecemos señor. Tengo pendientes las sesiones para las secciones de portada y perfil ejecutivo...
Fui interrumpida por su mano tomando mi ipad.
- Alcancé a escuchar que terminaste tu relación. ¿Es eso cierto?
Wow, la intensidad de su mirada era tal, que las rodillas me temblaron.
- Disculpe, sé que no debimos entorpecer nuestras labores con asuntos personales. - Baje la mirada, muy avergonzada.
- No te disculpes.¿Te encuentras bien? Y con su dedo índice, tan suave y blanco, me levanto la barbilla. Yo estaba ruborizada, con las piernas tan relajadas que en cualquier momento me flaquearian. Mirarlo a los ojos fue la cosa más envolvente que hasta el momento había vivido. Me miraba con una mezcla de dulzura y deseo. Pasó la punta de sus dedos por mis mejillas. Subiendo por mis orejas. - Si quieres llorar, es comprensible.-
- No, no discúlpeme. Dije retrocediendo dos pasos.
- No te disculpes, dijo nuevamente.
- Esto es vergonzoso para mi. Yo jamás hablo de mis asuntos personales y esto es muy tonto yo...
- No es tonto, se trata de ti.
Me sentía, sumamente nerviosa.
- Discúlpeme, ya debo irme... Esto es ridículo.
- Que no te disculpes, por favor quiero escucharte. Dijo mirándome a los ojos, creo que mis ojos estaban al borde de las lágrimas. En cualquier momento yo lo vería como cuando abres los ojos dentro del agua. Él se acercó de nuevo a mi, tomó nuevamente mi rostro y se acercó tanto que sentía su respiración. Y mi mente empezó a trabajar.
Lucía reacciona, esto no está bien, esto se saldrá de control en cualquier momento, debes de buscar la manera de salir...
Pum!!
Me besó. Me besó de tal manera que me quede pasmada mirando sus ojos cerrarse y podía ver los músculos de su cara moverse. Yo estaba atónita.
Me retiré, hechando mi cuerpo hacia atrás.
-Discúlpeme señor, yo solo...
- Ya deja de disculparte, no fuiste tú, yo te besé, deja de disculparte por algo que yo hice.- Me gritó.
- Señor yo...
-Tienes que dejar de hacer eso, no te disculpes por las acciones de los demás. Dejarás de sufrir. A diario te escucho quejarte de cosas que te hacen y luego te disculpas. Quiero que te dejes llevar por lo que sientes y hagas lo que sientes. -
Volvió a besarme, como si fuera a devorarme, traté de controlarme, pero ya no pude más, me deje llevar. Él me levanto llevándome al escritorio, donde me asentó sin dejar de besarme.
Sentí la lucha constante entre mi mente y mi cuerpo. Mi cuerpo pedía a gritos que le desajustara la perfecta corbata, para después desabototarle la impecable camisa. Quería sentir el aroma de su piel.
Y mi estúpida mente con ese sentimiento de culpabilidad, se suponía que estaba triste por mi pérdida. Pero que demonios, este hombre era algo fuera de lo común, enigmático, algo que no podía perderme. Pero definitivamente era alguien por quien podría perderme.
De pronto dejó de besarme y me obligó a mirarlo a los ojos. -No quiero hacer algo sin tu consentimiento, necesito que me digas que esto es lo que deseas.-
-Desesperadamente- lo traje hacia mi y entonces fui yo quien lo besó.
Me arranco el blazer, estoy segura de que lo hizo por que escuche los botones del mismo salir a presión.
Sin la menor delicadeza, pero con mucha agilidad, me desabotono, mientras por fin me animé a quitarle la corbata.
Al desabototarle la camisa, me encontré lo que menos esperaba. Un cuerpo muy atlético, sus pectorales bien marcados. Puse mis manos en su pecho y las subí a los hombros, empujando su camisa.
Y que hombros, perfectos, grandes que me llevaron a una espalda musculosa y lisa.
Sentía su respiración en mi pecho. El hombre me descubrió con los ojos cerrados, disfrutando cada una de sus caricias.
Me levantó del escritorio para llevarme a la puerta. En el acto sentía que su virilidad estaba a tope. La desesperación de sus manos por desajustarse los pantalones me transmitía su deseo. Me agarre de su cuello y no deje de besarlo. Mientras el se colocaba el condón, mi espalda sintió el frío cristal de la puerta, me bajo un poco más a su cintura y fue entonces cuando empezó a rosarme, entre sus manos y su pene rosando sobre mi ropa interior, yo estaba perdiendo los estribos.
En todo el trayecto me arremango la falda y ya él con sus palpitante dureza procedió a penetrararme.
Fue muy intenso, no dejaba de respirar agitadamente. Tenía todo su cuerpo empujando el mio contra la puerta.
Era imposible no transpirar, su mirada era amenazadora, sus manos me sostenían de la cadera. Yo estaba Completamente exitada por todo.
El aroma de su piel y su pálido color me tenía más al borde de un precipicio, emocionada por saltar.
La fricción de su pene era ensordededora. Deliciosa, fuerte y firme. Tuve que gemir cuando la hizo más profunda.
Después de un rato me llevo al sillón de cuero negro. Se sentó conmigo en sus piernas. Apoyaba mis rodillas en el mueble para continuar el movimiento. Ambos ya sudados y respirando aceleradamente.
Me separe un poco y el puso su boca en uno de mis senos, dando pequeñas mordidas que fueron un gran estímulo para mi sexo, que estaba palpitante y húmedo.
Al final el frunció el seño e hizo un gemido varonil. Yo estaba terminando igual. Con mi pecho apoyado en el suyo.
Ambos nos quedamos inmóviles.
Después de unos segundos, puso su frente sobre la mía. Y dijo:
-No suelo hacer esto en mi oficina, todo fue muy repentino. Pero tampoco puedo decir que no lo esperará. Sonreía.
-¿Planeaste esto?
-No, si lo hubiera planeado, hubieras sido mía desde hace mucho.

Realmente el hombre estaba tomando una actitud muy creída.

- Debo confesar que desde hace mucho me fije en ti, sin embargo no me había concentrado lo suficiente para lograr acercarme.
-¿Cómo?
- Tienes que aceptar que solo eras una más de mis empleadas.
-Ok, suficiente. Empecé a acomodarse la ropa.
Pues esta empleada se larga.
- ¿A donde vas? - Trataba de detenerme, pero carajo ya no quería estar un minuto más cerca de él.
- Hace dos minutos eras otra persona.- lo mire extrañada, enojada.
- Hace dos minutos dejaste volar mi imaginación. Hizo in gesto qie jamás le había visto. Muy despreocupado.
- Entonces te veniste y se te acabaron las ideas ¿no? - Le levante la voz.
Ya estaba por salir de la oficina y me tomo de la muñeca, con mucha fuerza me jalo de la cintura hacia el. - Eres deliciosa.-
Estaba llena de coraje, como pude ser tan estúpida.
Me aparté, y antes de cerrar la puerta, lo miré con repulsión.
-Tú eres patético.

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2017 ⏰

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