Profesor, te amo

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SARAH PDV



Estaba en clase de matemáticas y simplemente no podía dejar de ver a Augustus Shane Bomer, mejor conocido como mi profesor. Era un hombre alto, de cabello color negro, sonrisa cautivadora y ojos color miel. Para mí era un hombre guapo y lleno de masculinidad. Tendría algunos 35 años, pero aún así me gustaba.

Me gustaba desde que había pisado el salón hacía tres años atrás.

Para todas era un profesor más, pero para mí, era como mi perdición, sabía que no podría tener nada con él, por nuestra edad, por que él es mi maestro y por muchos impedimentos más.

Nadie, pero absolutamente nadie sabía de esta extraña atracción.

Eso sería mi fin.

─Entonces les dejo el problema de tarea, nos vemos mañana─.Dijo el profesor Shane mientras de levantaba de su silla y caminaba hacia la puerta.

Joder, me encantaba.

Todos comenzaron a salir del salón con pereza, pero yo me levanté con rapidez y caminé hacia el profesor que ahora estaba en el pasillo.

─Profe...─. Dije mientras caminaba hacia él, se volteó, me dedicó una sonrisa que me derritió por dentro y dejó de caminar.

─¿Sí? ¿Qué se te ofrece, Sarah?─. Espetó con tranquilidad mientras me miraba directamente a los ojos.

De verdad quería lanzármele encima.

─Esto... Digamos que no entendí del todo los ejercicios que nos puedo y quería saber si podría explicármelos─. Contesté mientras mordía el interior de mi labio con nerviosismo.

─¿Te parece si te explico a la salida? Te espero en mi oficina─. Dijo con tranquilidad, yo sólo asentí con la cabeza y me alejé de ahí.

Todo era una mentira, entendía perfectamente los malditos ejercicios. Esto sólo era una excusa más para estar con él. Jamás le había pedido que me asesorara, más que nada porque era una persona penosa y recatada.

─Sarah─. Escuché una voz detrás de mí, volteé y vi a mi mejor amiga Debbie caminar hacia mí.

─Hola Deb─. Respondí con alegría.

─¿Qué hacías con Shane?─. Me preguntó mientras mordía sus uñas.

─Le pedí una asesoría, no entiendo nada─. Dije mientras miraba a Debbie, tenía unos gruesos lentes color café y su cabello color café estaba desordenado, sus pantalones eran muy anchos para su pequeño cuerpo y usaba un suéter color morado.

Las clases continuaron con normalidad, pero las ansias cada vez me carcomían de la peor manera.

Tenía muchas ganas de ver a Shane.

Deseaba tocar su sedoso cabello.

Deseaba todo de él.

Cuando escuché el timbre que anunciaba el final del día, caminé con rapidez hacia el baño de chicas y me metí dentro, me miré al espejo y vi a una muchacha delgada, de cabello color rubio, ojos color gris y de piel color pálido, traía una sudadera unas tallas más grandes de lo que la necesitaba y traía unos jeans sueltos color azul marino, los zapatos eran unas Converse color azul marino.

De mi bolsa del pantalón saqué brillo labial transparente, estaba casi sin usar, ya que para mí usar maquillaje era toda una proeza, comencé a desenredarme mi largo cabello con los dedos y salí sin más del baño.

Comencé a caminar rumbo a la oficina de Shane.

Con cada paso que daba sentía mi corazón latir más fuerte y mariposas revolotear en mi estómago.

Así me hacía sentir Shane.

Cuando estuve frente a la puerta de su oficina, dudé un segundo antes de tocar ésta con delicadeza.

─Pasa, Sarah─. Escuché que decía Shane desde dentro de su oficina.

Su voz grave hacía que me dieran escalofríos.

Entré con cuidado y lo vi sentado en su escritorio hojeando unos exámenes.

Damas y caballeros, estaba oficialmente sola con Augustus Shane Bomer.

Mejor conocido como mi profesor.




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AN: Me siento muy feliz que por fin me animé a subir esta historia, la verdad ésta tiene rondando mi cabeza desde hace unos cuantos meses, ¿alguna que se sienta como Sarah? A mí me pasa. Bueno, como verán los capis son cortos así que actualizare cada pocos días, bueno... Comenten y voten sí quieren que la siga. Me despido.

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