Identidades secretas~[Blossick]

Capítulo 1.- Nuevos enemigos.

[Narrador Omnisciente]

Era una hermosa mañana en la vieja saltadilla, los pájaros cantaban y un hermoso y reluciente sol se hacía notar en todo el lugar. Era sin duda un bello día.

Las tres súper heroínas vivían juntas en una gran mansión proporcionada por el gobierno por sus grandes labores como salvadoras de la ciudad. El alcalde estaba encantado con las chicas, eran su mano derecha, las que resguardaban el lugar sin esperar nada a cambio. Pero claro. El Alcalde no quería abusar de su bondad y valentía e hizo que las chicas se mudaran a uno de los lugares más prestigiosos de toda la ciudad.

Blossom y Bubbles trabajaban en la limpieza del hogar, despertaron desde temprano como a ellas les gusta, no obstante, Buttercup seguía roncando en su pieza sin preocupación alguna, su habitación era un desastre. A duras penas se podía notar cuál era el piso, cosa que no le molestaba ni importaba en absoluto.

Las chicas se encontraban limpiando el patio trasero. Era hermoso, había una gran variedad de rosas de distintos colores, árboles perfectamente cuidados y arbustos de distintas formas y tamaños. A simple vista parecía que no tenía fin, era simplemente enorme.

Así pasaron las horas, ordenando tanto los patios como los interiores. Hasta que dieron las 3:00pm, hora en la que Buttercup recién abría sus ojos. Esa era una mala costumbre de ella, despertaba después de medio día y no ayudaba en el orden y limpieza del hogar, cosa que a las chicas no les agradaba, y como siempre, nunca faltaban las quejas. De igual manera a la oji-verde le entraba por un oído y le salía por el otro. Hacía caso omiso.

[Narra Blossom]

Cuando por fin Bubbles y yo terminamos el patio decidimos entrar a descansar un rato. Las horas de limpieza fueron realmente largas y agotadoras. Por lo menos nos gustaba hacerlo, eso nos distraía por ratos haciendo que todos los malos recuerdos se esfumaran.

Entramos y nos encontramos con que Buttercup ya había despertado. ¡Por fin!. Dormía como si nunca lo hiciera. Estaba acostada en el sofá frente al televisor con una taza de galletas, una barra de chocolate y una bolsa de frituras. ¿Cómo era posible que comiera tanto y no engordara?

-Buttercup, si sigues comiendo como cerdo engordarás tarde o temprano -Me burlé.

-Bah... -bufó -No pasará. -Y sin más, volvió a meterse un puño de frituras a la boca.

-Es cierto, Buttercup, parecerás un lindo y tierno marranito- Se reía Bubbles.

Me acerqué a Buttercup y le bajé los pies del sofá para luego sentarme a su lado quitándole media barra de chocolate. Si ella comía chucherías, ¿Por qué yo no?
Cambié el canal de deportes y puse Star vs. Las Fuerzas del Mal algo que a mí y a Bubbles nos encantaba.

Buttercup volteó a verme con la boca abierta mientras me mataba con la mirada. Yo sabía muy bien que ella odiaba que hiciéramos eso, lo hacía con la única intención de verla enojada, su cara daba un poco de risa y Bubbles y yo disfrútabamos cada vez que hacía caras raras de enojo.

-¡Dame eso! - Gritó mientras se paraba he intentaba arrebatármelo de las manos.

Corrí por toda la casa con mi súper velocidad siendo perseguida por ella y sus extraños gritos de amenaza y odio.
Corrí hasta que la perdí de vista en el comedor, me senté a descansar y casi podía oír a mí corazón latir desenfrenado por tanta adrenalina. Fue divertido.

¡Bleep! ¡Bleep!

Sonó el teléfono que nos proporcionó el alcalde para emergencias. Corrí a su alcance y contesté.

-¿Qué pasó, Alcalde? -Se apresuró a preguntar Bubbles antes de cualquier cosa.

-¡Chicas! Hay 3 jóvenes con al parecer su mismo caso, ¡Tienen súper poderes al igual que ustedes! Ésto es algo jamás que jamás hemos visto, están dañando todo el centro de la ciudad- Gritaba el Alcalde- Apresúrence por favor.

-Vamos en camino.- Lo calmó, Buttercup.

Era algo súper raro y extraño saber cuál era el motivo de la llamada, personas con nuestras mismas capacidades, es algo con lo que nunca nos habíamos topado.

Sin más, salimos corriendo hacia la salida y despegamos. Era algo que nos gustaba hacer, algo que nos encantaba. Volar y olvidarnos de todo por algunos minutos, olvidarnos de todas las cosas malas que nos han sucedido, olvidarnos de todos nuestros problemas económicos, olvidarnos de todos nuestros problemas familiares...

...Olvidarnos del profesor.