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En otro Universo un Papyrus se encuentra llorando sin poder ser consolado tras la pantalla de la computadora de Asgore, donde se muestra que no hay rastros del mundo donde pertenece la Alphys que tanto quiso.

—Lamento su perdida majestad— hablo Toriel tratando de buscar las palabras para calmar su pena, pero la realidad es que no las hay. El pequeño Frisk se hacerca a el para abrazarlo con fuerza con la esperanza de alegrar su roto corazón, a pesar que el correspondió, su alma dolía en agonía, no era suficiente, nadie sabía que decir, ni si quiera el Rey Sans que miraba con tristeza la escena

—Papá— lo llamo el humano, tomando la mano de Papyrus —Vamos a ver el amanecer eso te gusta— Papyrus sonrió y asintió.

Ambos salieron del laboratorio en Nuevo Hogar, para caminar un poco hacia el Monte Ebott justo donde estaba la barrera, el lugar perfecto para ver aquel hermoso paisaje. Sin embargo aún al llegar y ver tan bello espectáculo, no podía dejar de pensar en ella.

—¿Sabes mi niño?, La Alphys de esos lindos lentes de espiral, era muy especial para mi— hablo el príncipe Papyrus, sin dejar de mirar el horizonte —A pesar de ser agresiva, grosera y gritona... Era alguien que necesitaba cariño y comprensión— el pequeño humano volteo a ver a Papyrus con mucha atención —Una vez que la conoces te sorprende lo inteligente que es, lo graciosa, alegre, incluso aún que le era difícil era buena y amable, siem...pre te sor...pren...dia— las lágrimas empezaron a brotar de nuevo —La extraño, ni si quiera contesto a mi pregunta esa noche—

Frisk solo agachó la mirada, limitándose a abrazarlo con fuerza y Papyrus correspondio a su pequeño.

Entre el silencio se escuchó un ligero ruido que hizo al niño abrir sus ojos, para mirar atrás de ellos a dirección de la cueva que lleva al subsuelo, para sonreir de par en par.

—¡Papá!, ¡Papá!— empezó a jalar las ropas del príncipe —¡Mira papá!— Papyrus se secó un poco las lágrimas y se giró quedando perplejo

—Hola tonto esquele...leto— estaba ahí de pie sostenida de una gruesa rama, sus ropas estaban llenas de polvo y rasgadas, su bata sucia y rota junto con una flor que de igual forma se encontraba en muy malas condiciones. Papyrus se levantó de inmediato y aún con lágrimas en sus ojos se lanzó a abrazarla. Flowey se bajó del brazo de la reptil mirando con un poco de miedo y desconcierto al humano.

—Howdy, soy Flowey, Flowey la flor— el humano le extendió la mano para que esté pudiera enredarse en su brazo —Soy Frisk Skeleton— ambos sonrieron amigables, uno hacia el otro.

—¿Que pasó?, Asgore no encontro rastros de tu mundo— Alphys se quedó pensando un poco para reír tratando de no perder la cabeza

—Di...gamos que las cosas no fueron co...mo en mi mundo esperaban— a pesar de que el esqueleto no había entendido, con ayuda de su niño llevaron a Alphys a casa para curar sus heridas. Solo fue un segundo en que los datos de la científica se mostraron sorprendiendo a Frisk.


Alphys.       LV: 100.      8:23

Hp 20/100. 000


Alphys miro al humano para colocar su dedo indice en sus labios mientras el niño solo asintió.

En cuanto los demás supieron sobre las buenas noticias no tardaron en visitar a ambos monstruos para festejar el que estén bien. La fiesta era en grande todos se divertían, en especial Flowey que estaba feliz de al fin estar en un lugar donde nadie la dañe.

—¡¿Po...drían cerrar la boca un mome...mento por favor?!— grito con fuerza la reptil —¡Quiero anunciar algo impor...tante!— todos se callaron de inmediato, aún sin acostumbrarse a su hostil forma de ser con un toque de amabilidad.

—Quiero que todos sepan que... Me quedaré con Papyrus acep...tando su propu...esta— algunos empezaron a sonreír en especial el esqueleto mencionado —¡Asi que cuidado con el imbecil que se atreva a hacerle daño!— todos empezaron a reír y a gritar de emoción —¿Que?, ¡¿De que se ríen?!— todos estaban felices todos menos el Rey Sans que salía una lágrima de sus ojos

—No se preocupe majestad, hay muchos peces en el agua— se acerco Chara recargado en la pared con una mano en el bolsillo y otro en el hombro del desanimado rey

—Tienes razón...— suspiro con una triste pero alegre sonrisa mientras ve a su hermano abrazar a la Alphys de otro mundo.

Bitacora [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora